[Pablo Lopez M]

Entiendo que asistir a un funeral es por respeto y para honrar la memoria del difunto. No se va para divertirse o bailar como en una fiesta de bodas por ejemplo. Considero que es cuestion personal para un apostata ir o no a un funeral de alguien conocido, no se le podria impedir el acceso salvo que sea una ceremonia privada. Pero basta que uno de los asistentes sepa que el es apostata y en pocos segundos todos los demas asistentes lo miraran como el lunar notorio de un cuerpo virginal.
Recuerdo que en el funeral de un apreciado amigo se hizo presente la viuda que estaba expulsada y ella cometio la imprudencia de asistir con su amante (un lamentable caso que lo sabia todo el circuito). Legalmente seguia siendo la esposa pues no estaban divorciados asi que en el discurso de funeral hice mencion que al difunto le sobrevivian su "amada esposa" (con nombre incluido) y sus hijos. Ella se mostro muy incomoda por mi expresion, se levanto en pleno discurso y se retiró con su acompañante. Los hijos de mi amigo me agradecieron el gesto pues la tipa no quiso retirarse cuando ellos se lo pidieron. Supongo que igual podria ocurrir con un apostata, le pediran que se vaya rapido o si no que se atenga a las consecuencias.
En otra ocasion asisti al funeral de un apreciado amigo (extranjero el) que fue miembro de un comite de sucursal, su unico hermano carnal (muy mayor por cierto) estaba alli presente, era expulsado y se le notaba muy dolido en la ceremonia. Mi esposa me hizo notar que este señor no hablaba español asi que bondadosamente nos sentamos a su lado y entre los dos le traduciamos los discursos que se dieron, al principio el quiso apartarse diciendonos que ya no era TJ pero nosotros le tomamos la mano como un gesto de afecto sincero y le ayudamos con la traduccion. Al final nos agradecio con lagrimas esa expresion de amor hacia el. Otro amigo del comite de sucursal junto con otro vejete de mi congre alli presentes rapidamente nos llevaron a mi esposa y a mi a la sala B y nos dieron una reprimenda por hablar con un expulsado en plena reunion "cristiana". Esta vez fue mi esposa quien les dio su tremenda reprimenda a ambos por la total falta de empatia para con el projimo.
Desde ese momento mi esposa empezo a dudar que realmente estabamos en el "pueblo de Dios".
Fin de la historia.

Pablo, apostol del mundo libre