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En la Biblia hay muchas enseñanzas sencillas pero que nos pueden enseñar verdades fundamentales. Por ejemplo, se nos dice el apóstol Pablo trabajó por voluntad propia (Hechos 18:1-4; 2 Tesalonicenses 2:9,10; 3:8-10), esto lo sabe cualquier Testigo. Pero el hecho de que él se ocupó en trabajar nos enseña algo muy fundamental: su trabajo como apóstol y misionero no implicaba que él tenía que estar 24/7 en su obra misional, puesto que su trabajo tenía como objetivo sustentarse económicamente; además, como él mismo explica en 1 Corintios 9:6-15 los miembros de la congregaciones tenían el deber de ayudar económicamente a los pastores y misioneros que más necesitaban. Pero Pablo como apóstol decidió por voluntad propia no aceptar ninguna recompensa económica aunque él podría hacerlo.

En los testigos de Jehová un superintendente, misionero, o un precursor especial, estos oficios implican estar 24/7, a tal punto de que tengan que dárseles manutención: pagarles Internet, luz, agua, alquilar, y a muchos de hechos hay que comprarles vehículos.

No hay que poner como modelos y normas cristianas cosas que los apósteles en general no hicieron. No hay excepción en los altos cargos que tienen los testigos de Jehová, donde su trabajo religioso implicar cumplir con un requisito de horas donde se le pone a estar todo el tiempo predicando. Pablo adaptó su trabajo misional a sus circunstancias para poder trabajar para mantenerse, cosa que no puede hacer un misionero en los Testigos de Jehová.