[Quinto Mucio Escévola]

Esta semana en el estudio de La Atalaya se ha considerado qué podemos hacer por nuestros hermanos en “situaciones de emergencia”.

Todos sabemos cómo funciona la Orga-nazi-on cuando ocurre un desastre (incendios forestales, terremotos, sunamis, etc.): en círculos concéntricos, de los más cercanos al punto cero a los más lejanos. Así, por ejemplo, producido un terremoto, en primer lugar la ayuda viene de la congregación local. Si esta es insuficiente, pasa al siguiente círculo: las congregaciones vecinas. Y así hasta llegar a la sede nacional. Es improbable que se pida ayuda más allá del propio país. Pobre tiene que ser el país para que ello ocurra.

Hoy La Atalaya preguntaba: “Y si la situación de emergencia ha ocurrido lejos de usted, también tiene la oportunidad de ayudar. ¿Cómo? Orando por las víctimas y apoyando las labores de socorro con sus donaciones para la obra mundial (La Atalaya, XII-2022, pag. 24, párr. 12).

¿Apoyando las labores de socorro con sus donaciones para “la obra mundial”? ¡Pero si todo lo que se dona para la obra mundial va a parar a Warwick y en escasísimas ocasiones, por no decir ninguna, Warwick se sacude el bolsillo para ayudar monetariamente a sus feligreses en una catástrofe! Son unos sinvergüenzas. ¡No pierden oportunidad para crear una necesidad en La Atalaya, allí donde no existe, para que sus adeptos, TJs de a pie, echen dinero para un fin espúreo, que rara vez existirá: que Warwick (con lo depositado en las cajas para la Obra Mundial) ayude a los pobres Tjs víctimas de un siniestro!

Esa forma de actuar, esa conducta, se llama codicia (deseo vehemente de poseer muchas cosas, especialmente riquezas o bienes) además de ser una estafa a los pobres incautos que creen todo aquello que proceda de Warwick (delito que comete el que, con ánimo de lucro, utiliza engaño bastante para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de disposición en perjuicio propio o ajeno).

En fin, casi vomito hoy en el salón del reino.

Quinto Mucio Escévola