19 Jun, 2023, 04:08 PM
PIMO es una etapa, que puede durar más o menos, dependiendo de circunstancias, personalidad, capacidad de sufrimiento...
Y digo sufrimiento, porque realmente lo es. Como bien dices, palolo , sigues en ese "estado" para preservar tu núcleo social, aunque sientas que cada vez, se te haga más difícil. Es algo que, a todos los que hemos pasado por PIMO, nos ha ocurrido.
En mi caso, cuando desperté, tuve que seguir haciendo asignaciones, predicar, comentar, dirigir estudios bíblicos (incluido el de mi hija), hacer el precursorado, cumplir con mis privilegios de servicio....hice todo eso sabiendo que todo era una farsa, una mentira. Pasado un tiempo, sentí que ya no podía mantener ese ritmo, no podía continuar haciendo algo que me repugnaba y que sabía que era nocivo. Así que, en vez de cortar con todo de golpe, fui paso a paso. Primero dejé de comentar y además dejé mis privilegios de servicio, eso me costó discutir con mi mujer (que continua super adoctrinada) en muchas ocasiones. Pasado otro tiempo, dejé de hacer asignaciones y lo mismo, enfados con mi mujer y malas caras. Recuerdo que lo más complicado fue decirle que ya no asistiría más a las reuniones, eso casi me costó la separación. Fue un trance muy duro para mi, traumático. Pero al final lo dejé todo, aunque ese proceso me llevó años y mucho estrés emocional y psicológico. A veces recuerdo con nostalgia ese "núcleo social", porque pasamos buenos momentos en compañía de quienes un día, pensé que serían mis amigos para siempre.
Desde que dejé de reunirme estoy más tranquilo, nunca he estado mejor. Tengo otros amigos, que he ido conociendo a lo largo de estos años, y mi mujer continua con los suyos. A veces siento que hacemos cada uno su vida por separado; a pesar de que ella tiene asumido de que yo no voy a cambiar, todos los días me dice un "te quiero", al que yo siempre correspondo. Y siendo un matrimonio "mixto", ella siendo testigo y precursora regular, y yo un apóstata empedernido (aunque ella no lo sepa), seguimos adelante.
Asi que, ese núcleo social, pienso que no se podrá mantener siempre, porque llegará un momento en que ya no puedas seguir haciendo teatro, llegará un punto en que estés tan agotado mentalmente que tendrás que dejarlo. Hay quien lo deja drásticamente y rápido, y a otros nos toma un tiempo.
Asi que ánimo, nadie dijo que sería fácil, pero se consigue.
Y digo sufrimiento, porque realmente lo es. Como bien dices, palolo , sigues en ese "estado" para preservar tu núcleo social, aunque sientas que cada vez, se te haga más difícil. Es algo que, a todos los que hemos pasado por PIMO, nos ha ocurrido.
En mi caso, cuando desperté, tuve que seguir haciendo asignaciones, predicar, comentar, dirigir estudios bíblicos (incluido el de mi hija), hacer el precursorado, cumplir con mis privilegios de servicio....hice todo eso sabiendo que todo era una farsa, una mentira. Pasado un tiempo, sentí que ya no podía mantener ese ritmo, no podía continuar haciendo algo que me repugnaba y que sabía que era nocivo. Así que, en vez de cortar con todo de golpe, fui paso a paso. Primero dejé de comentar y además dejé mis privilegios de servicio, eso me costó discutir con mi mujer (que continua super adoctrinada) en muchas ocasiones. Pasado otro tiempo, dejé de hacer asignaciones y lo mismo, enfados con mi mujer y malas caras. Recuerdo que lo más complicado fue decirle que ya no asistiría más a las reuniones, eso casi me costó la separación. Fue un trance muy duro para mi, traumático. Pero al final lo dejé todo, aunque ese proceso me llevó años y mucho estrés emocional y psicológico. A veces recuerdo con nostalgia ese "núcleo social", porque pasamos buenos momentos en compañía de quienes un día, pensé que serían mis amigos para siempre.
Desde que dejé de reunirme estoy más tranquilo, nunca he estado mejor. Tengo otros amigos, que he ido conociendo a lo largo de estos años, y mi mujer continua con los suyos. A veces siento que hacemos cada uno su vida por separado; a pesar de que ella tiene asumido de que yo no voy a cambiar, todos los días me dice un "te quiero", al que yo siempre correspondo. Y siendo un matrimonio "mixto", ella siendo testigo y precursora regular, y yo un apóstata empedernido (aunque ella no lo sepa), seguimos adelante.
Asi que, ese núcleo social, pienso que no se podrá mantener siempre, porque llegará un momento en que ya no puedas seguir haciendo teatro, llegará un punto en que estés tan agotado mentalmente que tendrás que dejarlo. Hay quien lo deja drásticamente y rápido, y a otros nos toma un tiempo.
Asi que ánimo, nadie dijo que sería fácil, pero se consigue.
Hilan mentiras acordes con el tamaño de su fe
No predicáis un mensaje de amor, hacéis apología de un genocidio mundial
No predicáis un mensaje de amor, hacéis apología de un genocidio mundial