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[Mitos y Leyendas] Desde el vacío: Leyendas y Narraciones de horror
#7

Las primeras palabras de mi hijo.

Carlitos nació como una bola de gritos diminuta, rosa y agitada. Nació un mes prematuramente, escapándose como si tuviera lugares que visitar y gente que ver. Mi esposa bromeó con que tenía la voz de un ángel; sus gritos severos podían arrancar la pintura de las paredes y los vellos finos de oídos internos. Vaya que gritaba. Podía pasar horas enteras llorando y gritando. Claro que al principio creíamos que era normal, pero era difícil habituarse. Betty y yo nos tomábamos turnos para que uno de nosotros realmente pudiera dormir un poco en el sótano. A medida que pasaban los meses agotadores y se formaban bolsas bajo nuestros ojos, nos dimos cuenta de que todo ello nos tocaría por un plazo de tiempo más extenso del que nos habíamos imaginado.

A los seis meses, Carlitos era tan ruidoso como nunca, aunque un poco más carismático con su rizado cabello negro. Parecía que se calmaba un poco cuando le leía, así que terminaba leyéndole novelas enteras a nuestro pequeño ángel atronador. Él odiaba la lactancia y prefería el biberón, algo que a ambos nos pareció un poco extraño, pero que aceptamos luego de haber hablado con nuestro pediatra. En cualquier otro aspecto, Carlitos estaba saludable, aunque su llanto parecía intensificarse cuando Betty trataba de cargarlo. Ello provocó que la mayoría del tiempo yo fuera el calmante del bebé. Se nos aconsejó que simplemente le tuviéramos paciencia durante sus berrinches estridentes. Las aspirinas para el dolor de cabeza y las orejeras para el dolor de oídos se convirtieron en herramientas de uso regular dentro de nuestra casa.

Cuando Carlitos cumplió los doce meses, nos preocupamos más y lo llevamos a un psiquiatra infantil para averiguar que era lo que tenía. Habíamos descartado cualquier mal físico, pero sus grandes y llorosos ojos, y los gritos que soltaba su boca a cada minuto, parecía albergar algo más profundo, lo cual sentimos que necesitábamos explorar.

El doctor mencionó un trastorno de regulación emocional como posible causa, y sugirió que ejecutáramos ciertas interacciones juguetonas, remedando a Carlitos hasta que reconociera nuestro comportamiento imitador y nos siguiera el juego al chuparse el pulgar o riendo. Seguimos intentándolo, pero nada funcionó. No fue hasta unos meses después de su cumpleaños, cuando Betty estaba en el baño, que Carlitos habló finalmente.

Yo había estado gateando en la alfombra para copiar su comportamiento cuando Carlitos se sentó y se me quedó viendo con ojos temblorosos y vidriosos, apuntando su dedo regordete hacia la puerta cerrada del baño. Un cosquilleo de inquietud danzó por los vellos de mi cuello a medida que arrugaba su cara en la forma de un puchero lloroso y pronunciaba sus primeras palabras. «No es mami», se lamentó, negando con su cabeza diminuta mientras las lágrimas se derramaban por su cara rosada y tierna. Giré mi cabeza hacia el baño para contemplar la silueta de Betty, quien estaba parada en una postura extraña en el marco de la puerta con su cabello levantado. Y entonces noté, reflejada en el espejo, la fea y amoratada costura en su piel, y que descendía por detrás de su cabeza...

Crédito a su autor.
   

Nota de Aimée:
El relato es un poco confuso, pero yo entendí lo siguiente:

Creo que "algo" se enfundó en la piel de la mamá, reemplazándola, y el único que se daba cuenta era Carlitos, pero como era tan pequeño lo único que podía hacer era llorar. Cuando por fin pudo hablar, le hizo ver al papá que habían estado viviendo con un ser que ocupó el lugar de Betty.

[Imagen: cropped-arbol.jpg]
https://aimeepadilla.com.mx/
And one day the girl with the books, became the woman writing them [Kristen Costello]
[+] 1 usuario dio MeGusta Aimée.
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RE: Desde el vacío: Leyendas y Narraciones de horror - por El anti - 14 Oct, 2023, 12:30 AM
RE: Desde el vacío: Leyendas y Narraciones de horror - por El anti - 14 Oct, 2023, 12:43 AM
RE: Desde el vacío: Leyendas y Narraciones de horror - por Aimée - 15 Oct, 2023, 03:05 PM
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