30 Oct, 2023, 06:34 AM
Estas experiencias me hacen acordar un caso que viví en la congregación Avellaneda, Provincia de Buenos Aires, era a principios de los años 80, tipo 1983 aproximadamente.
A esa congregación iba una pareja de ancianitos (ancianos de edad) los hermanos Farina.
Eran un matrimonio de viejitos que en su momento habían sido MUY ACTIVOS en la congregación… Creyeron en el 1975 y vendieron su casa que estaba enfrente del Salón de la congregación sita en Gral. Lemos 165 Avellaneda, al lado de un centro espiritista y simplificaron su vida para entregarse de lleno a la obra.
Para cuando yo los conocí ella estaba enferma de cáncer, y el esposo ya era muy anciano.
Nadie les ayudo, yo los visitaba con frecuencia por eso conozco el caso.
Vivian de una jubilación y no tenían hijos (el tiempo del fin estaba a las puertas y no era tiempo para hijos).
No pedían limosnas, pero su situación era muy lamentable.
Ella hacia un tratamiento médico y yo le conseguía las cosas que necesitaba.
Finalmente ella falleció, y a él se lo llevaron unos familiares que Vivian en la provincia de Santiago del Estero… el falleció camino a esa provincia en el viaje.
No vi ninguna mano de Jehová en toda la situación, y la congregación se desentendió del problema, creo que su muerte fue un alivio para los ancianos por que seguro que les daría algún remordimiento tener hermanos tan necesitados y no hacer nada por ellos.
A esa congregación iba una pareja de ancianitos (ancianos de edad) los hermanos Farina.
Eran un matrimonio de viejitos que en su momento habían sido MUY ACTIVOS en la congregación… Creyeron en el 1975 y vendieron su casa que estaba enfrente del Salón de la congregación sita en Gral. Lemos 165 Avellaneda, al lado de un centro espiritista y simplificaron su vida para entregarse de lleno a la obra.
Para cuando yo los conocí ella estaba enferma de cáncer, y el esposo ya era muy anciano.
Nadie les ayudo, yo los visitaba con frecuencia por eso conozco el caso.
Vivian de una jubilación y no tenían hijos (el tiempo del fin estaba a las puertas y no era tiempo para hijos).
No pedían limosnas, pero su situación era muy lamentable.
Ella hacia un tratamiento médico y yo le conseguía las cosas que necesitaba.
Finalmente ella falleció, y a él se lo llevaron unos familiares que Vivian en la provincia de Santiago del Estero… el falleció camino a esa provincia en el viaje.
No vi ninguna mano de Jehová en toda la situación, y la congregación se desentendió del problema, creo que su muerte fue un alivio para los ancianos por que seguro que les daría algún remordimiento tener hermanos tan necesitados y no hacer nada por ellos.