14 Dec, 2023, 04:53 PM
(11 Dec, 2023, 08:41 PM)YuriGagarin escribió: Hola.
Al hilo del interesante hilo "Las finanzas en un circuito, ¿Cómo se financian las asambleas de circuito?", y como persona que ha visto la excelente serie "Breaking Bad" donde un profesor de instituto se convierte en traficante y utiliza diversos negocios legales para blanquear el dinero de la meta, se me ocurre una posible idea de como el bueno de Walter White podría haber usado una religión en lugar de un lavadero de coches para blanquear sumas ingentes de dinero a espaldas de los estados, a lo largo y ancho del mundo entero.
Para evitar problemitas legales y comerme yo o los admins una demanda, comento esto antes de escribir nada más, para dejarlo todo claro, que ya sabemos como se las gastan ciertas corporaciones sin problema para pagar abogados:
DISCLAIMER: Esto que viene a partir de ahora es solo una hipótesis. No trata de aplicar específicamente a una religión u otra en concreto. Esto que expondré es tan solo una idea al aire, aplicable a múltiples negocios transnacionales que basan su fuentes de divisas en dinero no declarado a hacienda o cuya procedencia suele ser el efectivo, cuya procedencia es extremadamente difícil de rastrear.
Dicho esto, vamos con la hipótesis:
Pongamos por ejemplo que cuento con una sociedad hipotética. La llamaremos coloquialmente "La Empresa" .
Mes tras mes, año tras año, organizamos eventos e impartimos cursos. Dicha empresa ha ido creciendo desde ser un puñado de locales a tener una red distribuida de locales a lo largo y ancho del mundo ya que sus cursos prometen felicidad y libertad y... ¿a quien no le gusta ser feliz y libre?
No cobro por dichos eventos y cursos un coste por entrada específico ya que, de ser así y existir tarifas de entrada fijadas, tendría que declarar la parte porcentual del impuesto de cada país al coste de dichas entradas al haber una intención de lucro en ello.
En su lugar, opto por utilizar técnicas de persuasión coercitiva (condicionamiento) a las personas que asisten a mis cursos, para que, pese a ser gratis total, se sientan de alguna manera "obligados" a aportar de manera regular a cambio de disfrutar de su posibilidad de encontrar el camino a la felicidad y la libertad.
Ya que en mis cursos no se sirve comida ni bebida ni ningún tipo de producto, y son solo charlas informativas, mis costes operativos se reducen a alquiler del local, luz eléctrica, agua corriente, calefacción y cierta cantidad de insumos como papel higiénico y productos de limpieza.
Ademas, convenzo a los asistentes de que es su deber limpiar regularmente las instalaciones gratis, ahorrándome la contratación de un servicio de limpieza profesional y reduciendo costes. También, en caso de necesitar reparaciones en cada franquicia, ellos me las hacen gratis, como voluntarios, con lo que mis costes operativos a nivel mundial son extremadamente bajos y se reducen a lo mencionado arriba.
Pondremos un caso práctico. Cifras orientativas, pero inventadas para esta ocasión. (les recomiendo que hagan sus cuentas acercadas a la realidad de su zona)
Pongamos que mis gastos mensuales fijos son:
- 1000$ Alquiler
- 500$ de energía eléctrica
- 500$ de calefacción
- 100$ de agua, de promedio.
Total, un pasivo de 2100$ mensuales.
Naturalmente, existen algunos adicionales como tributos locales y demás, pero la cantidad por lo general no suma mas de 1000$ anuales.
En mis cursos tengo 100 asistentes de media, fijos. Ellos dan 50$ de media al mes y hacen de comerciales de mis cursos, trayendo nuevos clientes.
Es decir, cuento con 5000$ al mes de media.
Esto me aporta un beneficio neto de 2900$, mes a mes, cada mes, cada año. Esto son mas de 38.000$ de beneficio neto anual por local multiplicado por todas las sucursales que tenga a lo largo y ancho del mundo en mi franquicia de cursos... pues son una buena lana que entra en la cuenta de "La Empresa". A este ritmo, en unos años, me compro un yate y un Lamborghini. Ya veréis...
Lógicamente tengo unos costes añadidos, que es la generación de material para los cursos que vendo. Pero tengo a gente que también he convencido para que me desarrolle ese contenido gratis, de manera voluntaria, en unas instalaciones centralizadas, a cambio de un salario muy por debajo de lo legal, ya que son voluntarios.
Con la informatización, además, he abaratado enormemente en gastos de impresión y distribución, ya que lo que antes me costaba imprimir uno de mis cursos en papel, ahora lo resuelvo mediante videos que grabo con una cámara decente (pongamos una Sony Alpha o una Black Magic, cámaras de cine de entre 4.000$ a 9.000$) y edito en un ordenador estándar, en un plató que tengo en mis instalaciones. No tengo que alquilar nada. Todo lo tengo en propiedad. No hay sobrecostes.
Como veis, mis costes operativos son realmente bajos y los beneficios son en general, bastante superiores a los gastos.
El negocio marcha viento en popa... no parece mal negocio amigos ¿verdad?
El problemilla es que... todo ese dinero es black, nero, kuro, negro. Negro como el alma de Satán.
Esto significa que no tengo manera de justificar mis ingresos a ciencia cierta y dicho beneficio, si entra en los cauces legales (es decir, al banco) y es demasiado, corre el riesgo de ser auditado y de que me obliguen a pagar impuestos, en cuyo caso dichos beneficios quedarían bastante mermados... Y aquí somos capitalistas. El capital es la felicidad, el capital es el amor y la libertad. Sobre todo si lo tenemos en nuestros bolsillos y no en los del fisco.
¿Cual es el proceder? Declarar mi empresa de cursos una religión legal y de pleno derecho, sin animo de lucro y declarada de utilidad pública. De esta manera, al constituir la sociedad, puedo elegir que parte quiero declarar y que parte no... y dedicar el superávit de dinero que regularmente me entra -como habéis visto- a un negocio que me permite multiplicarlo por diez fácilmente: las inversiones inmobiliarias.
De todos es sabido que una de las mejores maneras de blanquear dinero no declarado es utilizar la compra de inmuebles.
Estos apenas pierden valor en el tiempo, y es más, si elijo cuidadosamente las zonas donde compro inmuebles, pensando en planes a medio y largo plazo, pueden revalorizarse tremendamente, con lo cual la inversión de "La Empresa" se multiplicará y generará mayores dividendos, esta vez blancos, limpios y declarados a hacienda. Dinero que puedo mover de un país a otro hasta llegar a mi cuenta corriente sin que sea nada ilegal.
Pero lo mejor de la estrategia de esta, mi "Empresa", es que los inmuebles puedo elegir pagarlos con dinero negro adicional, obligando con "más amor" y tácticas de manipulación coercitiva a que sean los asistentes a mis cursos los que paguen adicionalmente para las obras de construcción y compra... No serán tan tontos... ¿o quizá si?
El negocio es fácil:
- Los asistentes pagan durante unos años unas cuotas extra.
- Yo hago la obra usando los proveedores que yo designe -puedo elegir a mis amigos y, si ellos quieren, que parte del dinero se les pague en negro y así menos que declarar-.
- Una vez montado el centro de cursos, les dejo que reciban cursos unos años ahí, generándome nuevos ingresos.
- Cuando la parcela se revaloriza lo suficiente... pues los junto en otro local que valga menos y...
- Vendo la que vale mas, que ya me han han pagado ellos.
Con ello, estoy consiguiendo que una gran parte de la inversión en el inmueble me venga dado, pero como ese dinero no tengo por que declararlo, puedo elegir pagarlo con la mayor cantidad de dinero negro posible -sin levantar sospechas- y el resto con dinero limpio, para que las autoridades no sospechen.
De esta manera, en la compra ya habré blanqueado una buena suma, que recuperare en unos años cuando venda el edificio de vuelta, en forma de dinero perfectamente legal.
Como mis cursos no paran de crecer y -recuerden- junté a un montón de gente en el mismo sitio... pues cuando tengan que hacer turnos para recibir los cursos, vuelta a empezar: Ahorrar, construir, usar, vender y así ad infinitum, hasta que yo me canse de amasar dinero... Con suerte me va a llegar para dos Lamborghinis!
Ademas, de vez en cuando, monto convenciones de comerciales de mis cursos. Estas convenciones donde "La Empresa" imparte nuevos cursos se montan en centros de convenciones especiales, que previamente los usuarios han pagado usando el procedimiento anterior. No obstante, yo les cobro un alquiler por el uso de lo que ya han pagado ellos... y me lo mantienen gratis, con una sonrisa en la cara, rascándose el bolsillo en su pobreza, mientras yo les doy amor, felicidad y libertad a raudales...
Libertad para llenarme los bolsillos.
Resumiendo:
Vendo cursos de la felicidad. Me pagan por ello.
Ellos compran los centros de impartir cursos de la franquicia y los pagan ellos, pero los ponen a nombre de "La Empresa".
Compran los centros de convenciones a nombre de "La Empresa" y yo se los alquilo para que los paguen dos veces.
Y para blanquear todo ese dinero... simplemente tengo que vender esos inmuebles que me han regalado.
Que felicidad. Que libertad. Que... todo. Sobre todo, para mi y mis amigos, los accionistas de "La Empresa".
Use discernimiento el lector/a
Y lo más curioso de todo esto... la empresa te convence que sus cursos son tan importantes, tan trascedentales, tan necesarios en la vida, que te convencen de aportar a la causa trayendo más personas, y dando tus bienes materiales.
charlesfiascorussell@gmail.com