[elohim2002]

Es muy interesante este que comentas, porque a mí me pasó igual.

Cuando ya era POMO me di cuenta que había pasado más de la mitad de mi vida en la secta, desde mi nacimiento. Y aunque ya no creía en la WT, había cosas que me costaba hacer: por ejemplo, me resultaba totalmente extraño celebrar un cumpleaños de un conocido, tanto decir "feliz cumpleaños" como cantar feliz cumpleaños. En mi mente había un bloqueo, que me costó muchísimo deshacerme de él, es más, me costó años adaptarme a esa situación. Lo mismo puedo decir de las navidades. Hasta hace relativamente pocos años, no llegué a poner decoración navideña en mi casa. Me resultaba totalmente extraño, como si estuviera haciendo algo malísimo, mi mente se resistía a hacer lo que me habían programado desde que era un niño. Es algo muy difícil de explicar, y que la gente que no ha pasado por un grupo fuertemente coercitivo puede ya no digo entender o comprender, sino tener un breve atisbo de lo que significa.

También he de decir que hay otro factor envuelto: yo era muy PIMI, creía a pies juntillas a la WT en absolutamente todo, no tenía capacidad de razonamiento crítico en nada de lo que hiciera o dijera. En cambio, conozco muchos extj que siempre les ha dado igual todo (imagino que serían PIMOs ya por entonces) y han celebrado/hecho de todo en cuanto han salido de la secta o incluso estando dentro de ella, con lo cual cada persona es un mundo y como se viven las cosas es tan subjetivo que tampoco se puede decir que haya un patrón común, pero sí es cierto que entre muchos de nosotros hay terrenos comunes en cuanto a fobias adoptadas por el control del comportamiento, los sentimientos y el pensamiento que esta maldita organización ha ejercido en nosotros y en nuestras familias.

Luego de haber sido anciano PIMO e irme desvaneciendo con el tiempo logré llegar a mi estado actual totalmente inactivo. Ya no creo en nada de la WT (de hecho me considero ateo), pero aún así hay cosas que para el común de la gente (e incluso para otros extj) son completamente normales y a mí me generan cierto grado de angustia (por llamarlo de alguna manera). Un ejemplo son los cumpleaños; no tengo ningún inconveniente en desearle a alguien un feliz cumpleaños, me parece un bonito detalle recordar la fecha de nacimiento de alguien, pero cantar el Feliz Cumpleaños me resulta imposible, me hace sentir mal.

Conozco a otros extj que no toleran comer morcilla, también una amiga extj joven es incapaz de vestir una minifalda,  esto aunque no tengan algún reparo al respecto.

Lo que comentas es completamente natural. Al igual que un servidor fuiste criado como TJ y eso pesa demasiado. Hace poco hablaba con unos amigos sobre el asunto y lo comparaba con ser de un país. Hay aspectos de tu personalidad que son inseparables de tus antecedentes, como por ejemplo tu nacionalidad. ¿Podrías dejar de ser mexicano o colombiano? ¿Te gusta el pozole o la bandeja paisa porque sabe rico o porque eres de México o de Colombia? Todo lo que hemos vivido pesa, y los primeros años de nuestra vida determinan mucho de lo que somos ahora.

En mi caso decidí no batallar contra lo que siento cuando se canta el Feliz Cumpleaños, no me fuerzo a hacer algo que no me nace. Les deseo feliz cumpleaños con todo el corazón a mis amigos, pero no logro cantarlo, creo que ellos lo entenderían. Pero si es algo que deseas hacer y vale la pena tal vez sí quieras luchar contra esos sentimientos.

Secundo el consejo de Julian en tu hilo de presentación, en tu caso la mejor opción podría ser desvanecerte, así conservarías el vínculo con tu familia.