[TobiasNoka]

Por simple curiosidad me puse a echar un vistazo a varias atalayas de este año y me resultó sorprendente como el equipo editorial parecen tener diferente criterio a la hora de dar alimento espiritual.
Por ejemplo, en la Atalaya de marzo de este año se dice que algunos publicadores temen bautizarse por si son expulsados. Y cómo solución proponen que uno confíe en que Jehová les dará la ayuda necesaria. (¿Será que desconocen cuántos son expulsados por inmoralidad?)
Pues no contento con ello, y sólo tres meses después van y sueltan en su atalaya de Junio que un testigo debe despreciar a tres tipos de personas:
1. Los que son expulsados
2. Los que son irrespetuosos con los testigos y sus creencias y
3. Los que hacen que dejemos de amar a Dios (los apóstatas, aunque no es cierto como lo presentan pues los apóstatas solo critican a la parte terrenal de la organización)

Parece que olvidan que hacía poco animaban a los indecisos a bautizarse sin miedo a represalias jajajaja, pero esperar que hay más.

Cuatro meses después, en la Atalaya de octubre dicen literalmente:

"Por desgracia, vivimos en un mundo en el que se ha perdido el amor. Muchas personas tratan mal a los demás y les hacen sentir que no valen nada"

Que hipócritas. Por un lado están diciendo que se debe aborrecer a las personas que deciden abandonar a los testigos, y por el otro que si algún expulsado va al salón pueden saludarlo de manera breve, y mientras tanto están sorprendidos por la "maldad " del mundo cruel jajajajajaja.

Hice una composición fotográfica para subirlo a mis estados de WhatsApp, los testigos que lo vieron no dijeron nada para variar.

Es que la Atalaya tiene tanta continuidad como Los Simpson o Padre de familia, no intentes entenderla como algo armonioso y bien sincronizado. Cada estudio tiene una fecha de caducidad de una semana, o cuando mucho dos o tres si se trata de una serie de artículos basados en el mismo tema.

De ahí en fuera, no hay continuidad, la revista de este mes puede decir algo que contradiga la del mes pasado, o el mes siguiente, y nadie se pone a pensar en ello. Pregúntale a un testigo de Jehová cuales son los artículos que más le han impactado en lo que va del año y casi nadie se acordará más allá del de la semana pasada.

Esto último que dices es algo que a veces he pensado. Es tal la cantidad de información que reciben que creo que están acostumbrados a oír comentar y olvidar.
Lo digo especialmente por aquel discurso de David Splane en la asamblea de hace dos años que se metía con los apóstatas, pero que sin embargo al poco tiempo fue olvidado por los hermanos. O por ejemplo aquel discurso en el que se decía que los niños eran enemigos de Dios.
Al final es una especie de acostumbrar a la gente, al rebaño, a una práctica semanal en la que lo que hacen es entretenerse, ir por ir.