[Anciano Señalado]

Quiero aclarar desde ya que no soy más que un aficionado a la filosofía, apenas me estoy empapando un poco de este tema hace un par de meses así que la siguiente consideración (?) puede estar sujeta a MUCHOS errores. Agradecería que me los hagan notar. Además, lo que voy a decir no es nada nuevo, solo que quiero estructurarlo de una manera "diferente" y sacarme la espinita de contarle esto a alguien.

Hace poco en el broadcasting (no recuerdo bien si el de este mes o el anterior) dijo uno del CG a modo de argumento irrebatible: "Si Jehová no está de acuerdo con que sigamos en obras de construcción, dejemos que él las detenga".

Este "argumento" (Que a lo mucho llega a un razonamiento vacío, ojo sino que una falacia) tiene varios problemas. El primero son sus premisas. Para que un argumento así sea válido debe tener al menos 2 premisas: 1- Si algo está de acuerdo con la voluntad de Jehová, SIEMPRE lo permite, y 2- Si algo está en desacuerdo con la voluntad de Jehová, SIEMPRE lo impide.

Ahora, si esas 2 premisas fuesen verdaderas, no podemos hablar de un Dios amoroso, porque entonces todos los males que hay en el mundo, al no ser directamente detenidos por él antes de que lleguen a concebirse (o poco tiempo después), formarían automáticamente parte de su propósito. Traduciendo: que Dios QUIERE el sufrimiento humano bajo esa lente.

Quizás las premisas podrían intentar arreglarse. ¿Y si en vez de hacerlo global, delimitamos su accionar solo a "su pueblo"?

Un problema mucho más gordo, porque entonces nunca debería existir ningún tipo de injusticia en ninguna congregación, porque de haberlas (que vaya que las hay) Dios ahora no QUERRÍA el sufrimiento de la gente en general, sino de aquellos que se desgastan sirviéndole.

Es evidente que el problema aquí es tratar de encajar una filosofía humana con las enseñanzas básicas de las Escrituras. ¿Por qué el CG presentaría una falacia que va contra la biblia para evitar ser criticados por seguir construyendo cuando "el fin está a las puertas"? Eso queda a consideración personal.

3 sacerdotes católicos hablaban sobre qué metodo utilizaban para dividir las limosnas entre sus gastos personales y los de la iglesia.

El primero dijo que dibujaba un círculo en el piso, arrojaba las monedas al aire, lo que caía dentro del círculo era para Dios, y lo que caía fuera era para el clérigo.

El segundo contó que pintaba una raya en el piso y arrojaba las limosnas al aire, lo que caía a la izquierda era para sus gastos personales, lo que caía a la derecha era para Dios.

El tercero solo dijo: yo solo arrojo el dinero al aire, que Dios agarre su parte.

Use discernimiento el lector.