[Anciano Señalado]

A ver, saquemos la lupa de la razón y hagamos un desglose teológico-con-café-en-mano y observen la falacia de desplazamiento causal:

X: la religión: esa cosa que, en teoría, orienta tu vida espiritual y tus decisiones trascendentales (tipo: “¿debo aceptar una transfusión o mejor confiar en el poder curativo del ayuno y la oración?”).
Y: el apartado social: los creyentes, con sus dramas, sonrisas y reuniones interminables donde se reparte más culpa que galletas.
Z: lo que tú opinas de todo eso, o sea, tu cerebro intentando procesar el desastre.

Entonces llega el argumento estrella del manual de lógica torcida:

“Ah, tuviste malas experiencias con Y, pero eso no invalida X.”

Traducción: “Sí, te trataron fatal, te aislaron, te negaron un abrazo, y casi te mueres por seguir las reglas, pero eso no cuenta, lo importante es que la doctrina es pura.”

Claro, cómo no. O sea, según ellos, tu trauma personal no afecta a la verdad universal del Cuerpo Gobernante™, así que tu Z (tu opinión) debe alinearse religiosamente con su X.

El detalle, y aquí viene el “plot twist”, es que lo que muchos criticamos no es si el hermanito Armandito sonríe bonito o si la hermanita Amadita te saluda con cara de precursora mal c***** en la reunión. No. Lo que se cuestiona es ese entramado jerárquico donde:

te prohíben transfusiones,
te borran de la existencia si dudas,
te cambian doctrinas como si fueran versiones beta,
y encima encubren cosas turbias bajo el lema “esperemos en Jehová”.

O sea, el problema no es que fulanito sea amable o malhumorado, sino que el sistema X está podrido desde la raíz.

Ojo, nadie dice que todos sean malos. Hay gente buenísima, amable, sincera… y otros que son para estudio de caso psiquiátrico (como en toda religión, en toda oficina, y en todo grupo de WhatsApp familiar).

Pero mi Z (mi postura personal) no se define por si el Testigo del mes me sonrió bonito o no. Se define porque X está montado sobre un modelo sectario, disfrazado de religión con PowerPoint.

Ahora, si un día deciden jubilar sus políticas medievales (lo del ostracismo, las transfusiones, el control total de la vida de sus miembros, etc.), ningún problema. Que crean en el Reino, en el carro del paraíso o en que el fin del mundo viene con descuento 2x1, me da igual.

Cada quien es libre de ser feliz como quiera: si tu propósito vital es repartir panfletos con un carrito sonriente en vez de ir a la universidad, pues bueno… que la fuerza del panfleto te acompañe.

En pocas palabras, todo es felicidad mientras no cuestiones, es como si dijéramos: el régimen Norcoreano no es malo, quienes han sido encarcelados o ejecutados tuvieron la culpa por disentir, pero mire a su alrededor y verá miles de familias felices con el gobierno de Kim Jong