[Diana Prince]

Interesante historia, Mr. Smiley, cargada de razón. En primera instancia me causó mucha risa, pero sinceramente, también me da pena pensar en la clase de conducta que promueven los TJ, primero, por el hecho de que nunca toman acciones de labor social que verdaderamente ayuden, sólo tienen la motivación de repartir panfletos vacíos que no suplen ninguna necesidad real; eso es muy lamentable, sobre todo porque ayudar a los demás y aportar significativamente a la sociedad sería muy productivo y hasta daría prueba del amor que, según ellos, los identifica. El altruismo, la compasión y la generosidad se las dejan "al mundo de Satanás", como bien dice discipulo del Cristo.

Además, estoy muy de acuerdo con mi amiga Aimée, en que también son, en general y con raras excepciones, muy abusivos. Hay una hermana y amiga en la congregación en la que me reunía, que es por naturaleza muuuuy generosa y dadivosa, entonces muchos en la congregación empezaron a ser dignos del dicho: "Les das las manos y agarran los pies", o sea se hicieron abusivos y la presionaban para ser la anfitriona todas las veces que querían reunirse para convivir, siempre tenía que ser en su casa y siempre tenía que ser ella la que cubriera todos los gastos. Cuando yo aún convivía con la congregación, siempre me decía que yo era la única que cooperaba para los gastos, a pesar de que, de palabra, todos "se ofrecían para apoyar". Llegó el momento en que el abuso fue excesivo, era una situación de cada fin de semana; ella es una amiga de la infancia a la que aprecio mucho y finalmente tuve que decirle que tenía que aprender a decir que no, que tenía que hacer sus propios planes y no estar a disposición de los demás todo el tiempo, le dije que tenía muy bellas cualidades pero no era justo que dejara que la explotaran, porque ella no es ni la empleada, ni la cocinera de la congregación. Ella intentó ser más firme, pero de vez en cuando, cuando hablamos, me cuenta que la siguen presionando y que ya se siente cansada; por cierto, frecuentemente le digo: "Ven a comer a la casa y dile a los gorrones que ya tienes compromiso", y muchas veces sí lo ha hecho, los "amorosos hermanos" se han enterado de eso y le han dicho que yo "no soy buena compañía porque estoy inactiva y puedo perjudicar su espiritualidad". ¡Ahora resulta que están muy preocupados por ella! En realidad deberían preocuparse por ellos y su necesidad de ser abusivos con una buena persona.

Saludos, estimado colega, Mr.