[neo]

por neo 9/2/2017, 3:33 pm

…CONTINUADO

Los contrastes sociales del pueblo donde creció mi madre SON muy marcados, la gente con más poder adquisitivo tenía la posibilidad de vivir en la zona céntrica del pueblo, esa franja de casas que rodean la pequeña plazuelita, porque en realidad es muy pequeña, la gente rica del pueblo resultaba ser el dueño del hotel el único frente a la plaza, por una calle lateral la casa del doctor, los dueños del cine, cine que cuando yo conocí ya no funcionaba por cierto, entre las casas más alejadas consistían en viviendas tradicionales hechas de adobe o piedra y con techos de teja por lo general.

Conforme se aleja uno de esa pequeña mancha semiurbana y da lugar a la parte rural del poblado va uno encontrando entre plantíos de naranja y pencas de plátano pequeños asentamientos especie de colonias que por lo regular las componen grupos familiares, algunas de esas casas eran hechas de piedra en el caso de aquellas que poseían algún terreno de cultivo o parcelas de árboles frutales, en el caso de la casa de mi abuela, era un especie de casona muy rustica de muros muy gruesos, esa adquisición entiendo fue obtenida de su ultimo matrimonio con quien tuvo sus 4 últimos hijos uno murió, mi mama es hija única de una anterior pareja de la abuela, nunca conoció a su padre, solo conserva una borrosa fotografía de él, podemos decir que esa casa, fruto de los tiempos de bonanza mientras estuvo casada con don Gil, pues tenían alguna cantidad de ganado quizá no mucho pero uno de mis tíos se encargaba del cuidado de las vacas, su cocina era una habitación que no contaba con drenaje ni mucho menos estufa de gas era una plancha de cemento con el espacio para colocar leña, por eso al recorrer esa carretera el olor de madera quemada era muy peculiar en el ambiente la mayoría de esas casas usaba leña o carbón para cocinar, en esas casas me llamaba la atención que las ventanas no tuvieran cristales si no que solo el hueco de la ventana fuese tapado por una especie de puerta completamente de madera, para un niño criado en la ciudad eso era casi inconcebible me sentía como en una prisión cuando cerraban las puertas y ventanas en la noche y la habitación donde dormíamos era una especie de galerón muy amplio donde todos los habitantes de la casa dormían, extraño si, vi que muchas casas ahí no daban espacio para la privacidad, las divisiones eran delimitadas por muebles, roperos en su mayoría, trato de recordar y otro factor de impacto para mí era el techo, un gran techo de palma, de verdad era toda una aventura ir en las vacaciones a esos lugares, muy cerca de ahí vivía una de mis tías, casada, testigos toda la familia, solo que su condición era u poco menos favorable, su casa era una construcción de tablas y techo de palma lo que te hace evocar una choza, hasta donde recuerdo esas casas no tenían baño algunas tenían letrina bastante rustica prácticamente hoyo en la tierra con un entablado de madera con un orificio en el piso y rodeado por carrizo y una cortina de tela, pero en el caso de la casa de la abuela no tenía ni siquiera eso, pero tenías todo el campo entre matas y árboles para cumplir con esa necesidad.

Este es más o menos el cuadro de lo que antecedió mi propia existencia, pero en medio de estas condiciones se desarrolló la vida de una familia que adopto las creencias como testigos de jehová, las limitaciones no solo eran económicas, sino culturales, nadie termino la escuela ninguno de los hijos de doña Carmen, el más chico de los hijos aprendió el oficio de mecánico trabajo en un taller desde muy chico y durante muchos años se dedicó a este trabajo trabajando para otros y con el tiempo monto su propio taller en la ciudad, en algunas temporadas de vacaciones llegue a trabajar con él, odie ese trabajo no me agradaba, andar sucio de grasa y oliendo a gasolina si aprendí algunas cosas pero no me veía dedicándome a eso prefería ir a la escuela, este tío fue mucho tiempo TJ pero por cuestiones de faldas lo expulsaron, pasaron muchos años y lo readmitieron nuevamente pero algo paso que volvió a salir, hablamos de un TJ menos que promedio, ni siquiera creo que haya estado convencido de la religión y la seguía más bien por tradición familiar y por el círculo social, su expectativa de vida mejoro al salir de aquel pueblo alejado y se libró de no ser un recolector de naranja cargando su cesto y una enorme escalera, a pesar de su analfabetismo podríamos decir que salió adelante lo mejor que pudo, el efecto de la religión en él no fue ni mayor ni menor, diría yo que fue asintomática, pero no fue así en todos los integrantes de la familia.


CONTINUA….