[Suertudo]

Comparto la opinión de algunos compañeros foristas al analizando, dependiendo de la perspectiva. En la congregación que asisto la gran mayoría, un 80%, tiene pequeños negocios y otros prestan sus servicios sin ninguna garantía a afiliarse al seguro social, el otro 20% trabajamos en empresas y después de la pandemia se dujo a un margen del 5%. Fruto de ello, mucho tuvieron que emprender con pequeñas ventas y, como su circulo más cercano son la propia congregación, son los mismos los primeros en quienes ponen esperanza que adquieran sus servicios/productos para llegar al final del día con lo justo. También he tenido la otra cara de la moneda, donde la ayuda ética en un momento de crisis como la que estamos viviendo no comparte con las intenciones de algunos hermanos. Varias veces se han documentado casos que por hacer sus “negocios” han llegado a estafas, si sumamos que esta “prohibido llevar a un hermano ante un tribunal”, el resultado es simple: engaño tapiñado con actos de “fe y perdón”.
Personalmente no considero que ayudar a alguien que de verdad necesite, incluso sea dentro de la congregación, sea algo malo ni que se obligue a otro a comprar un producto y/o servicio.

Lo que realmente detesto es que se quiera aprovechar de la vulnerabilidad de estos, pero bueno, ya sabemos que existen 8 seres que reinan y engañan. Acciones “admisibles” para los más devotos, que realmente son los que más salen perdiendo.