[Charles Fiasco Rusell]

Mi querido amigo... Me ha acompañado desde la adolescencia, llegó de pocos meses de nacido, no es de raza pero lo adoptamos, procuramos darle el mejor trato posible, creció sano, con buen espacio, no soy de los que guste tener todo el día amarrado a mi buen amigo de cuatro patas.


Actualmente tiene 15 años, y le detectamos hace un tiempo una bolita en el cuerpo, el resultado: un tumor cancerígeno, mi amigo tendrá que dormir, no quiero hacerlo pero por la edad es casi imposible que salga bien librado de esta, y cada día que pasa es para él difícil seguir con vida, dado que ya no escucha, tiene frío todo el día y duerme muchas horas, además de soportar el dolor del tumor, que de momento hemos aliviado con la medicina recetada por el veterinario.

Y así como a veces los ateos tienen sus momentos de crisis existencial y llegan a creer por momentos que tal vez hay allá afuera del universo un Dios que escuchando y viendo sus problemas posiblemente se digne a ayudarlos, los cristianos también pasamos por crisis que nos hacen dudar de qué tan bueno es ese Dios realmente porque ¿Qué hizo mi amigo para merecer esto? ¿Porqué tiene que morir si él no ha pecado?

Pero esto no se trata solo de mi amigo, en realidad uno de los argumentos más fundamentados contra la existencia de Dios (o al menos de un Dios que se interesa por su creación) es precisamente el sufrimiento animal, porque aún suponiendo que el hombre sea culpable de su propia imperfección y sufrimiento, los animales llevarían siglos y siglos sufriendo, siendo maltratados por la humanidad, siendo sometidos y muriendo en todas las formas posibles, ¿Hay alguna recompensa para ellos? ¿Promete el creador algo para ellos? La WT decía que la esperanza de vida eterna no es para los animales, hoy pensando por mi mismo lo único que tengo claro es que la biblia no trata este tema, pero sí en mis manos estuviera creo que los animales se merecen un planeta libre del hombre... Adiós querido amigo, te despediré con lágrimas en los ojos, y ojalá algún día nos volvamos a ver.