[Memphis]

Hola! Espero que se encuentren bien. Me da gusto regresar por acá de vez en cuando. Les cuento. Desde a mediados de enero, me estuve esforzando mucho por fortalecer mi amistad con Jehová y ser un mejor testigo. Incluso intenté dejar algunas cosas que hago que "no están bien". Las cosas fueron bien por así decirlo. Pero, llegó el momento en el que "esos" sentimientos regresaron. Volvía a cuestionar mi vida, lo que estoy haciendo con ella. Y sumando los conflictos familiares que han surgido hicieron que pensara en qué es lo que realmente estoy haciendo, qué es lo que quiero hacer y quién quiero ser. Recientemente estoy volviendo a pensar en dejar la religión. Pero no quiero que me vuelva a pasar lo que sucedió hace 2 años, en donde entré en un colapso en el que me urgía escapar de la religión, sin pensar en todo lo que conlleva tomar esa decisión y en mis verdaderas y malas intenciones. Ahora lo estoy pensando más a profundidad, meditar en mi decisión, en qué quiero hacer de mi vida. Por ahora, estoy meditando en lo que de verdad quiero hacer. Pero todo apunta a que quiero vivir lejos de la religión. Un profesor de cuando iba a la secundaria me dijo que el no sería una buena persona religiosa porque no estaría dispuesto a hacer cambios o cosas que le pidan allí. Y yo estoy igual. Honestamente, no quiero ni estoy dispuesto a hacer los cambios necesarios para mejorar. No quiero hacer esto por compromiso, solo para que mis padres, los hermanos o Jehová se sientan orgullosos de mí. Quisiera que fuera porque de verdad me nazca pero... no es así. Y aquí es donde me desvió un poco del tema. Observo cómo funcionan algunas familias, religiones, organizaciones, etc. Esperan que cierta persona sea la mejor de todas. Pero... ¿y si no quiere? ¿Si es que en realidad no quiere ser el mejor o tiene otros planes? Me doy cuenta del peso que cae en esa persona. En que, aunque algunos no lo digan, por lo menos sí piensen algo como "Esperaba más de esa persona" o "Nos dejó una gran decepción". Y ese es, creo yo, uno de los problemas principales a los que le he estado dando vueltas: El que muchos de los que me conocen se decepcionen profundamente de mí. Incluidos mis padres. A decir verdad, no me quitaría el sueño que los hermanos se decepcionen de mí. Pero si me llegan a mencionar lo tristes y decepcionados que están mis padres de mí... quizá si me llegue un poco. En esto es en lo que considero que tengo que trabajar. En que, sí, los quiero mucho, pero también debo tomar mi propio camino. Solo estoy dejando la religión, no estoy abandonando mis principios.

Ahora bien. Antes de terminar este ya de por sí largo hilo, tengo una pregunta que, por obvias razones no podría hacérsela a un anciano o a mi papá. Y esta es: Si un hijo decide renunciar a seguir siendo testigo de Jehová, ¿El padre puede llegar a perder su nombramiento de anciano? Básicamente, ¿el padre puede llegar a ser reevaluado por el cuerpo de ancianos para determinar si este puede seguir ejerciendo como anciano? Porque su hijo renuncio. No fue por un pecado.

Me disculpo por escribir tanto. De verdad no me imaginaba que terminara siendo mucho lo que mencioné. Agradezco mucho sus comentarios. Y, en caso de que alguien este pasando por alguna situación similar, ánimo. Estamos juntos en este paso tan fuerte. Saludos