Querida
Aimée
Una experiencia asombrosa.
Lo cierto es que, pienso que tu madre (al igual que mucha gente), seguramente durante años, prefirió callar y vivir engañándose a sí misma, a pesar que ya sabía que esas cosas no eran normales. (Algunos actúan así por miedo a perder amistades, familia, porque los niños son pequeños y se sienten protegidos, aunque sea mentira..., durmiendo su conciencia y negando cualquier cosa,
aún cuando son conscientes de todo.
Es por ello, que seguramente le haya costado (no creerte...), sino,
asimilar que lo que dormía en su interior, finalmente es cierto.
Su nueva actitud, tiene que ver con ese despertar, y como tiene que luchar con aquellos sentimientos antiguos, nuevamente reencontrados, tiene reveses de aceptación y negación. (Prueba de ello, es la carta de tu hermano... no hay madre que no sufra con esas declaraciones, aunque no hayan llevado acabo las acciones).
Por ello, te animo a que continúes, con cariño, porque seguro
no será la única sorpresa que te lleves. Los mayores han vivido cosas que ni siquiera imaginamos, ni ellos quieran recordar. Es por eso, que muchos mayores tienden a acabar viviendo a su aire, otros prefieren vivir engañados (porque creen que es tarde para vivir de otro modo), y otros, pasan de todo y todos.
Lo que es innegable, es que el cariño y la paciencia, son las mejores armas.
En tu caso..., calma..., todo llega, pero no te impacientes.
Te deseo lo mejor, que te valla muy bien y mucho ánimo!
Un abrazo, amiga!