[elmasraro]

Comparto el hecho de que hay que ayudar a los necesitados, pero también hay que tener cuidado.
Recuerdo una hermana que llegó a nuestra congregación diciendo que estaba huyendo de su marido porque la maltrataba.
Tenía dos niños pequeños y no paraba de decir que no tenía para darles de comer porque no tenia trabajo y que tenía que darles de comer una o dos veces por semana como mucho.
Obviamente esto nos tocó a todos el corazón y los hermanos de la congregación nos volcamos con esta hermana.
Los ancianos hicieron un arreglo para darle un dinero a la hermana para que comprase comida y pudieran pagar el alquiler de la habitación donde vivían.
Al cabo de los meses nos enteramos que esta "hermana" ya venía de otras congregaciones donde hacía lo mismo.
De manera que estaba sacando el dinero a los hermanos con el cuento de que lo necesitaba.
Al final por lo visto esta hermana hasta tenía su propia empresa y lo que hacía es que usaba el dinero de los hermanos para gastarlo en el vicio del juego.
Desgraciadamente hay muchos justos que pagan por unos pocos pecadores.
Pero hay que ser precavidos.
Yo desde aquel entonces no me fio mucho de los que dicen estar pasándolo mal económicamente.
Si puedo ayudar, intento hacerlo con comida, pero nunca dando dinero.
En fin, es mi experiencia y mi opinión al respecto y creo que en algunas congregaciones esto ha llevado a que se priven de hacer donaciones a favor de los "necesitados".

[Moebius]

Una cosa es ser buena persona y otra ser una persona...tonta.
Las dos actitudes en una misma persona es caldo abonado para el engaño.
Que la bondad y la ignorancia no son buenas compañeras.
Si quieres hacer el bien, mira antes a quien se lo haces, porque si no, podemos llegar a ser injustos con los que sí se merecen esa ayuda.