16 Aug, 2020, 10:20 PM
"La vida, sin ser analizada, no vale la pena de ser vivida". Sócrates
El manejo del Karma es constantemente la función primaria del ritual en todas las religiones y en todos los sistemas de crecimiento interno. La función secundaria es alterar el estado de la conciencia de lo mundano a lo arcano, y de lo físico a lo sutil.
El Karma es el resultado de nuestras acciones pasadas, y no solo del pasado de nuestra vida, sino también de otras vidas. Es una Ley de enseñanza, no es ni premio ni castigo, es una señal de que algo no hemos aprendido.
En el momento en que comprendamos la causa de cada uno de los sucesos de nuestra vida, en ese momento tendremos la capacidad de transmutar(cambiar) nuestro karma y por consecuencia, cambiar nuestro destino.
Concepto de Karma: Es la ley del crecimiento psicoespiritual que involucra una reacción igual y en sentido contrario para cada acción. El Karma es un proceso que asegura la evolución de la conciencia. Todos nuestros actos tienen una consecuencia.
Gálatas, Cap. 6:7-9
Si no aprendemos a escuchar nuestro interior, y no actuamos acorde con nuestra esencia, estaremos dentro de una vida de sufrimiento y dolor, esto es señal de que no estamos cumpliendo nuestra misión. No hay mayor tristeza que no seguir la voz de nuestro corazón.
Por eso es mejor no malgastar nuestra energía juzgando y criticando a los demás y emplearla mejor en ordenar nuestra vida, superar nuestros defectos, acrecentar nuestras virtudes para continuar en nuestro proceso evolutivo ¡eso ya es suficiente trabajo!
Si consideramos que nuestra vida es un viaje, podríamos decir que el karma es la forma creativa de desarrollar este viaje. No es un destino ya que contamos con nuestro libre albedrío. El curso de la vida es un cambio constante que depende de nuestra actitud ante ella. El Karma es todo un proceso. Proceso: Secuencia de acciones
Al final podríamos concluir que el Karma es todo un proceso que nos garantiza un resultado ya sea positivo o negativo. Se deriva de la ley de acción y reacción, todo efecto tiene su causa
Mira el siguiente axioma hindu/budista:
Siembra un pensamiento, cosecha una acción; Siembra una acción, cosecha una reacción; Siembra una reacción, cosecha un hábito; Siembra un hábito, cosecha una característica; Siembra una característica, cosecha un destino.
Debemos tener en cuenta que nuestra vida actual es el resultado de una serie de acciones pasadas. Cosechamos tanto lo que hacemos, como lo que dejamos de hacer. Debemos fijarnos muy bien en que suelo sembramos o que oportunidad desperdiciados.
El Karma, como hemos dicho anteriormente, es aprendizaje. Cuando nos enfrentamos a situaciones vivenciales repetitivas, por ejemplo, amores que no se concretan, vivir en condición de escacéz, o que ningún negocio prospera, todo esto proviene de algo que no hemos aprendido aún. Si nos detenemos a analizar que es eso que no hemos aprendido, en ese momento podremos corregirlo y la situación Karmática dejará de presentarse.
Pero hay algo más... el campo de batalla... la vida misma. Todos estamos involucrados aquí, nos guste o no, tenemos una vida propia que debemos vivir, la vida, es el plano de nuestra existencia, por la cual cada uno debe vivir, luchar, defenderse, responsabilizarse y morir. La vida es un juego, un juego cósmico y las únicas opciones que tenemos es ser buenos o malos jugadores.
El Karma resulta entonces, una Ley del Universo, creada de la manera más sofisticada en donde eliminamos con esto al Dios que juzga y castiga, ya que con ello deducimos que Dios no esta sentado observando cada uno de nuestros pasos, pendiente de donde cometimos un error, existen Leyes que trabajan por si solas, dejándole a Dios tareas más importantes.
El Karma es una Ley perfecta creada por Dios, no hay fallas, al mismo tiempo que desliga a Dios de ser permanente observador del hombre, con esta Ley así como la tierra, al igual que el Universo giran por si solos, Dios no necesita espiarnos para ver que hacemos bien y que no, para castigarnos o premiarnos. Y en el caso del ser humano, lo responsabiliza totalmente de sus actos y nos enseña a usar nuestro libre albedrío, es decir, nosotros elegimos lo que queremos vivir. Tenemos mucho más control sobre nuestras vidas en términos de responsabilidad individual del que queremos reconocer.
Decía Gandhi:"¡Después de planear el Karma, Dios se podía haber retirado!".
Recordemos que el Karma es la cosecha de nuestra siembra y la semilla son las emociones. Dos personas pueden hacer exactamente lo mismo, y cada una tendrá un karma diferente, dependiendo de la emoción que hayan vivido al hacerlo.
La Ley del Karma puede ser incomprensible para nuestra mente lógica, es un gran misterio, nos es difícil comprender ciertas cosas, como los desastres naturales o los niños enfermos de cáncer ¿Esto también es cuestión de Karma? Si... también lo es.
¿Qué sientes cuando te enteras que un bebé a nacido con sida, o cuando un niño a muerto de cáncer? ¡Eso es lo que estos niños nos vienen a enseñar! La compasión.
Una vez más, el Karma es un ciclo de renovación, a veces nos toca aprender el dolor y la enfermedad, otras, la compasión. Todos tenemos un turno en este juego cósmico, durante varias edades en el tiempo, para asegurar que la sensibilidad y empatía emerjan en la raza humana.
Al dejar la crítica y las quejas empezamos a sentir una presión mental que hará que las soluciones empiecen a brotar. Al cultivar nuestros pensamientos tendremos como consecuencia acciones que nos den una mejor calidad de vida, la vida que tu deseas.
El manejo del Karma es constantemente la función primaria del ritual en todas las religiones y en todos los sistemas de crecimiento interno. La función secundaria es alterar el estado de la conciencia de lo mundano a lo arcano, y de lo físico a lo sutil.
El Karma es el resultado de nuestras acciones pasadas, y no solo del pasado de nuestra vida, sino también de otras vidas. Es una Ley de enseñanza, no es ni premio ni castigo, es una señal de que algo no hemos aprendido.
En el momento en que comprendamos la causa de cada uno de los sucesos de nuestra vida, en ese momento tendremos la capacidad de transmutar(cambiar) nuestro karma y por consecuencia, cambiar nuestro destino.
Concepto de Karma: Es la ley del crecimiento psicoespiritual que involucra una reacción igual y en sentido contrario para cada acción. El Karma es un proceso que asegura la evolución de la conciencia. Todos nuestros actos tienen una consecuencia.
Gálatas, Cap. 6:7-9
Si no aprendemos a escuchar nuestro interior, y no actuamos acorde con nuestra esencia, estaremos dentro de una vida de sufrimiento y dolor, esto es señal de que no estamos cumpliendo nuestra misión. No hay mayor tristeza que no seguir la voz de nuestro corazón.
Por eso es mejor no malgastar nuestra energía juzgando y criticando a los demás y emplearla mejor en ordenar nuestra vida, superar nuestros defectos, acrecentar nuestras virtudes para continuar en nuestro proceso evolutivo ¡eso ya es suficiente trabajo!
Si consideramos que nuestra vida es un viaje, podríamos decir que el karma es la forma creativa de desarrollar este viaje. No es un destino ya que contamos con nuestro libre albedrío. El curso de la vida es un cambio constante que depende de nuestra actitud ante ella. El Karma es todo un proceso. Proceso: Secuencia de acciones
Al final podríamos concluir que el Karma es todo un proceso que nos garantiza un resultado ya sea positivo o negativo. Se deriva de la ley de acción y reacción, todo efecto tiene su causa
Mira el siguiente axioma hindu/budista:
Siembra un pensamiento, cosecha una acción; Siembra una acción, cosecha una reacción; Siembra una reacción, cosecha un hábito; Siembra un hábito, cosecha una característica; Siembra una característica, cosecha un destino.
Debemos tener en cuenta que nuestra vida actual es el resultado de una serie de acciones pasadas. Cosechamos tanto lo que hacemos, como lo que dejamos de hacer. Debemos fijarnos muy bien en que suelo sembramos o que oportunidad desperdiciados.
El Karma, como hemos dicho anteriormente, es aprendizaje. Cuando nos enfrentamos a situaciones vivenciales repetitivas, por ejemplo, amores que no se concretan, vivir en condición de escacéz, o que ningún negocio prospera, todo esto proviene de algo que no hemos aprendido aún. Si nos detenemos a analizar que es eso que no hemos aprendido, en ese momento podremos corregirlo y la situación Karmática dejará de presentarse.
Pero hay algo más... el campo de batalla... la vida misma. Todos estamos involucrados aquí, nos guste o no, tenemos una vida propia que debemos vivir, la vida, es el plano de nuestra existencia, por la cual cada uno debe vivir, luchar, defenderse, responsabilizarse y morir. La vida es un juego, un juego cósmico y las únicas opciones que tenemos es ser buenos o malos jugadores.
El Karma resulta entonces, una Ley del Universo, creada de la manera más sofisticada en donde eliminamos con esto al Dios que juzga y castiga, ya que con ello deducimos que Dios no esta sentado observando cada uno de nuestros pasos, pendiente de donde cometimos un error, existen Leyes que trabajan por si solas, dejándole a Dios tareas más importantes.
El Karma es una Ley perfecta creada por Dios, no hay fallas, al mismo tiempo que desliga a Dios de ser permanente observador del hombre, con esta Ley así como la tierra, al igual que el Universo giran por si solos, Dios no necesita espiarnos para ver que hacemos bien y que no, para castigarnos o premiarnos. Y en el caso del ser humano, lo responsabiliza totalmente de sus actos y nos enseña a usar nuestro libre albedrío, es decir, nosotros elegimos lo que queremos vivir. Tenemos mucho más control sobre nuestras vidas en términos de responsabilidad individual del que queremos reconocer.
Decía Gandhi:"¡Después de planear el Karma, Dios se podía haber retirado!".
Recordemos que el Karma es la cosecha de nuestra siembra y la semilla son las emociones. Dos personas pueden hacer exactamente lo mismo, y cada una tendrá un karma diferente, dependiendo de la emoción que hayan vivido al hacerlo.
La Ley del Karma puede ser incomprensible para nuestra mente lógica, es un gran misterio, nos es difícil comprender ciertas cosas, como los desastres naturales o los niños enfermos de cáncer ¿Esto también es cuestión de Karma? Si... también lo es.
¿Qué sientes cuando te enteras que un bebé a nacido con sida, o cuando un niño a muerto de cáncer? ¡Eso es lo que estos niños nos vienen a enseñar! La compasión.
Una vez más, el Karma es un ciclo de renovación, a veces nos toca aprender el dolor y la enfermedad, otras, la compasión. Todos tenemos un turno en este juego cósmico, durante varias edades en el tiempo, para asegurar que la sensibilidad y empatía emerjan en la raza humana.
Al dejar la crítica y las quejas empezamos a sentir una presión mental que hará que las soluciones empiecen a brotar. Al cultivar nuestros pensamientos tendremos como consecuencia acciones que nos den una mejor calidad de vida, la vida que tu deseas.
"Quien no tenga la valentía para pensar, hablar y actuar independientemente de su maestro, jamás tendrá la posibilidad de comprender la verdad por si mismo"
"Ensayos sobre la Búsqueda"