26 Jan, 2022, 12:24 AM
Actualmente soy PIMO y dentro de poco saldré de la secta. Contaré mi historia desde el inicio hasta ahora, perdón si se hace muy larga o aburrida, esto también lo uso como desahogo.
Pondré unas cuantas marcas de edad para que se pueda entender mejor.
[0 - 8 años]
Soy lo que se conoce como un “nacido en la verdad”. Nunca me convenció nada de lo que me decían desde niño, era muy curioso y nunca me conformé con las cosas relacionadas a la biblia o conocimiento en general que me enseñaban. Todo se resumía en que “Jehová todo” pero nunca lo cuestioné porque era tan solo un niño.
Por otro lado, desde que tuve televisión por cable pude acceder a toda clase de documentales, veía caricaturas (las permitidas, claro) como todo niño pequeño pero también me fascinaban los documentales que pasaban en Discovery Channel o Nat Geo. De ahí pude aprender mucho sobre historia y, sobre ciencia.
Ver esos documentales era estar expuesto si o si a Big Bang y evolución (entre otros), aunque me dejaban verlos siempre me recordaban que eso son solo patrañas puestas ahí por Satanás y que no debía prestarle atención a esas partes.
Yo en realidad si les prestaba atención, y no solo eso, lo comparaba con lo que me decían ellos.
[8 años]
Con la llegada del internet a mi vida todo dio un giro, tenía toda la información que yo quisiera a un solo clic, usé eso para investigar más acerca de las dudas que tenía sobre cualquier tema. Comparaba las cosas que leía en el sitio web de los TJ con las cosas que aprendía en internet. De esa forma empecé a romper mi teísmo y me volví agnóstico*. Todo a espaldas de mis padres por supuesto, sabía que eso que hacía estaba mal para ellos pero yo no conseguía ver lo “malo”.
Yo sabía que si les contaba mis dudas me regañarían y castigarían, quitándome el internet y tv. A mí me encantaba aprender cosas nuevas independientemente de si era un documental sobre los planetas, sobre Faraday y los campos magnéticos o sobre canguros, así que aprendí a esconder mis “investigaciones clandestinas” de ellos.
Estaba cómodo con esa “doble vida” pero ya tenía algo claro, existían explicaciones más allá de Dios. Realmente no cuestioné la organización, cuestioné la existencia de Dios mismo. Puede que suene raro por mi edad, pero realmente me parecían más creíbles las cosas respaldadas por la ciencia ya que de algún modo u otro se podían confirmar, mientras que las pruebas que daba la Biblia solo eran un “ten fe”.
[10 años]
Al crecer un poquito más mi papá empezó a presionarme para que fuera publicador (de forma discreta claro, porque la idea era hacer que yo sea quien exprese el deseo de serlo), pensé en contarle todo pero me detenía el miedo al castigo. Por presión seguí y me hice publicador a los 10.
[11 años]
Cosas pasaron y nos habíamos mudado, no teníamos internet temporalmente pero me empecé a dar cuenta que no quería este tipo de vida con los TJ, desde ese punto me consideraba ateo. ¿Entonces que seguía? Aún tenía miedo de decirles que simplemente no creía lo mismo que ellos, aunque supuestamente “era mi decisión” elegir en que creer. Creo que todos los que hayan sido TJ, sabrán que esa es la mentira más grande que ellos suelen contar, lo de que no obligan a nadie.
Con la mente más despierta me empecé a preguntar por qué sentía ese miedo o de dónde provenía. Fue cuando empecé a darme cuenta de que más allá de ser una religión del montón, de que el “Jehová no obliga a nadie” era una mentira. Ellos sí me obligaban a hacer cosas, me obligaban a ir al salón, a predicar, y me imponían todas sus demás creencias fanáticas, solo que yo no era capaz de entenderlo por ser un niño.
En este punto fue cuando comencé a investigar más de la organización en concreto y a darme cuenta de todas las cosas asquerosas que ocurren dentro. Tenía mi propia mala experiencia con las restricciones típicas (entretenimiento, cumples, navidad, fiestas culturales, homofobia, etc.) pero lo que encontré fue peor de lo que imaginé.
Me había dado cuenta que ese miedo provenía de que yo era “consiente” de forma “inconsciente” (no encuentro como explicarlo) del maltrato emocional y psicológico al que estaría sometido en caso de que decidiera salir de la secta. Había visto su comportamiento y como hablaban a espaldas de otros hermanos solo por apoyar a su hijo que decidió no “seguir la verdad”. Yo mismo los escuché cuando, en una ocasión decían cosas como: “¿Que mi hijo me salga con esas cosas? -Refiriéndose a no bautizarse ni seguir en la secta- Yo no le patrocino sus pecados y vida en el mundo -Porque la hermana en cuestión le ayudó a pagar sus estudios de música y le dijo que ella lo seguía amando aunque él no hubiera decidido ser TJ-”. Un dicho muy usado por los TJ que conozco es uno que dice: “de la abundancia del corazón habla la boca”; pues creo que no me gusta mucho lo que tienen en el corazón entonces.
Yo estaba aterrado por lo que me podría pasar en este tiempo, ¿Mi educación? ¿Mi salud? ¿Me pondrían trabas para intentar amararme a ellos toda la vida? no fueron pocas las veces que justo los oí mencionar eso, incluso en la secta enseñan a los padres a odiar a sus hijos y a hacer “todo lo posible” por “regresarlos a la verdad”.
Decidí mantener esa doble vida hasta ser un poco mayor y tener algo más de posibilidades de escapar.
[12 años]
Aquí fue cuando, de nuevo y con la misma técnica pasivo-agresiva, mi padre empezó a acosarme para que me bautizara. Yo sabía todo lo que eso conllevaba y las implicaciones que tendrían a futuro, entonces me encontraba entre la espada y la pared. Tuve que ponerme a pensar que hacer de forma más puntual, les decía la verdad y aguantaba su maltrato o seguía mi teatro hasta tener una edad suficiente y algo de fuerza pero renunciando a tener contacto con ellos para siempre.
Al final decidí seguir el teatro, sabía que no sería capaz de soportar el abuso emocional y psicológico y que acabaría loco o algo peor. Por otro lado ya me había dado cuenta de su actitud fanática y que si ellos no dejaban de hablarme en el futuro, sería yo quien cortaría lazos con ellos. Ya me arrebataron mi niñez y adolescencia, no les daré más.
Me chocó bastante esa idea de no volver a hablarles pero seguí y me bauticé con 13 años. Para ese momento tenía listo mi “plan de acción/escape”
EL PLAN DE ESCAPE
La idea era la siguiente:
[15 años - presente]
Ya en la actualidad, hubo varios momentos en los que me pregunté si estaba haciendo lo correcto o si tal vez estaba juzgando el futuro a priori. O peor, si estaba siendo muy positivo y sus acciones resultan ser más radicales. Estuve muy fuera de mí durante meses.
Afortunadamente logré superar eso, aunque el panorama sigue siendo bastante desalentador. Me siento cómodo con lo que sé que va a pasar, mis padres son el tipo de “fanáticos” que me dejarían morir si creen que deben hacerlo.
Realmente creo que hice bien mi papel de “niño testi ideal” y no levanté sospechas. Porque claro, no solo es actuar y ya, hay que sobresalir en la congregación porque de eso depende el trato por parte mis padres, su amor es cien por ciento condicional.
El lunes que viene comienza el que será mi último año de escuela, si, en unos meses les contaré la verdad y saldré oficialmente de los TJ. Cuando lo haga atravesaré un periodo feo, de las acciones de mi familia dependerá mi trato con ellos en el futuro lejano.
Desde hace unas semanas encontré este foro y pensé que sería buena idea contar mi historia cuando todo haya pasado, pero hoy me decidí a hacerlo enseguida. Necesitaba desahogarme y realmente no tengo a nadie con quien hablar de esto, crecí aislado del trato con personas no-TJ.
También estoy consciente de que sería mejor esperar un poco, tal vez hasta que haya culminado una carrera y esté trabajando para irme, pero como dije antes, ya me arrebataron mi niñez y adolescencia, no pienso darles más. Así que esa es mi historia, intenté resumirla lo máximo posible y aun así se hizo larga y me tomó varias horas redactarla. Espero haberla escrito de forma que no los aburriera.
* No me consideraba agnóstico ya que no tenía la capacidad de entender esos conceptos en ese momento (tenía como 8 o 9 años), actualmente veo que encajaba como uno así que me nombré de esa forma.
Pondré unas cuantas marcas de edad para que se pueda entender mejor.
[0 - 8 años]
Soy lo que se conoce como un “nacido en la verdad”. Nunca me convenció nada de lo que me decían desde niño, era muy curioso y nunca me conformé con las cosas relacionadas a la biblia o conocimiento en general que me enseñaban. Todo se resumía en que “Jehová todo” pero nunca lo cuestioné porque era tan solo un niño.
Por otro lado, desde que tuve televisión por cable pude acceder a toda clase de documentales, veía caricaturas (las permitidas, claro) como todo niño pequeño pero también me fascinaban los documentales que pasaban en Discovery Channel o Nat Geo. De ahí pude aprender mucho sobre historia y, sobre ciencia.
Ver esos documentales era estar expuesto si o si a Big Bang y evolución (entre otros), aunque me dejaban verlos siempre me recordaban que eso son solo patrañas puestas ahí por Satanás y que no debía prestarle atención a esas partes.
Yo en realidad si les prestaba atención, y no solo eso, lo comparaba con lo que me decían ellos.
[8 años]
Con la llegada del internet a mi vida todo dio un giro, tenía toda la información que yo quisiera a un solo clic, usé eso para investigar más acerca de las dudas que tenía sobre cualquier tema. Comparaba las cosas que leía en el sitio web de los TJ con las cosas que aprendía en internet. De esa forma empecé a romper mi teísmo y me volví agnóstico*. Todo a espaldas de mis padres por supuesto, sabía que eso que hacía estaba mal para ellos pero yo no conseguía ver lo “malo”.
Yo sabía que si les contaba mis dudas me regañarían y castigarían, quitándome el internet y tv. A mí me encantaba aprender cosas nuevas independientemente de si era un documental sobre los planetas, sobre Faraday y los campos magnéticos o sobre canguros, así que aprendí a esconder mis “investigaciones clandestinas” de ellos.
Estaba cómodo con esa “doble vida” pero ya tenía algo claro, existían explicaciones más allá de Dios. Realmente no cuestioné la organización, cuestioné la existencia de Dios mismo. Puede que suene raro por mi edad, pero realmente me parecían más creíbles las cosas respaldadas por la ciencia ya que de algún modo u otro se podían confirmar, mientras que las pruebas que daba la Biblia solo eran un “ten fe”.
[10 años]
Al crecer un poquito más mi papá empezó a presionarme para que fuera publicador (de forma discreta claro, porque la idea era hacer que yo sea quien exprese el deseo de serlo), pensé en contarle todo pero me detenía el miedo al castigo. Por presión seguí y me hice publicador a los 10.
[11 años]
Cosas pasaron y nos habíamos mudado, no teníamos internet temporalmente pero me empecé a dar cuenta que no quería este tipo de vida con los TJ, desde ese punto me consideraba ateo. ¿Entonces que seguía? Aún tenía miedo de decirles que simplemente no creía lo mismo que ellos, aunque supuestamente “era mi decisión” elegir en que creer. Creo que todos los que hayan sido TJ, sabrán que esa es la mentira más grande que ellos suelen contar, lo de que no obligan a nadie.
Con la mente más despierta me empecé a preguntar por qué sentía ese miedo o de dónde provenía. Fue cuando empecé a darme cuenta de que más allá de ser una religión del montón, de que el “Jehová no obliga a nadie” era una mentira. Ellos sí me obligaban a hacer cosas, me obligaban a ir al salón, a predicar, y me imponían todas sus demás creencias fanáticas, solo que yo no era capaz de entenderlo por ser un niño.
En este punto fue cuando comencé a investigar más de la organización en concreto y a darme cuenta de todas las cosas asquerosas que ocurren dentro. Tenía mi propia mala experiencia con las restricciones típicas (entretenimiento, cumples, navidad, fiestas culturales, homofobia, etc.) pero lo que encontré fue peor de lo que imaginé.
Me había dado cuenta que ese miedo provenía de que yo era “consiente” de forma “inconsciente” (no encuentro como explicarlo) del maltrato emocional y psicológico al que estaría sometido en caso de que decidiera salir de la secta. Había visto su comportamiento y como hablaban a espaldas de otros hermanos solo por apoyar a su hijo que decidió no “seguir la verdad”. Yo mismo los escuché cuando, en una ocasión decían cosas como: “¿Que mi hijo me salga con esas cosas? -Refiriéndose a no bautizarse ni seguir en la secta- Yo no le patrocino sus pecados y vida en el mundo -Porque la hermana en cuestión le ayudó a pagar sus estudios de música y le dijo que ella lo seguía amando aunque él no hubiera decidido ser TJ-”. Un dicho muy usado por los TJ que conozco es uno que dice: “de la abundancia del corazón habla la boca”; pues creo que no me gusta mucho lo que tienen en el corazón entonces.
Yo estaba aterrado por lo que me podría pasar en este tiempo, ¿Mi educación? ¿Mi salud? ¿Me pondrían trabas para intentar amararme a ellos toda la vida? no fueron pocas las veces que justo los oí mencionar eso, incluso en la secta enseñan a los padres a odiar a sus hijos y a hacer “todo lo posible” por “regresarlos a la verdad”.
Decidí mantener esa doble vida hasta ser un poco mayor y tener algo más de posibilidades de escapar.
[12 años]
Aquí fue cuando, de nuevo y con la misma técnica pasivo-agresiva, mi padre empezó a acosarme para que me bautizara. Yo sabía todo lo que eso conllevaba y las implicaciones que tendrían a futuro, entonces me encontraba entre la espada y la pared. Tuve que ponerme a pensar que hacer de forma más puntual, les decía la verdad y aguantaba su maltrato o seguía mi teatro hasta tener una edad suficiente y algo de fuerza pero renunciando a tener contacto con ellos para siempre.
Al final decidí seguir el teatro, sabía que no sería capaz de soportar el abuso emocional y psicológico y que acabaría loco o algo peor. Por otro lado ya me había dado cuenta de su actitud fanática y que si ellos no dejaban de hablarme en el futuro, sería yo quien cortaría lazos con ellos. Ya me arrebataron mi niñez y adolescencia, no les daré más.
Me chocó bastante esa idea de no volver a hablarles pero seguí y me bauticé con 13 años. Para ese momento tenía listo mi “plan de acción/escape”
EL PLAN DE ESCAPE
La idea era la siguiente:
- Mantener el teatro por esos años hasta graduarme de la escuela, mientras tanto desarrollaría más mis conocimientos, pensamientos, personalidad y creencias para poder mantenerme firme ante lo que pudiera pasar después de eso.
- Luego contarles todo y salirme de esa secta para siempre.
- Finalmente trabajar un tiempo e ir ahorrando para irme lo más rápido y lejos posible.
[15 años - presente]
Ya en la actualidad, hubo varios momentos en los que me pregunté si estaba haciendo lo correcto o si tal vez estaba juzgando el futuro a priori. O peor, si estaba siendo muy positivo y sus acciones resultan ser más radicales. Estuve muy fuera de mí durante meses.
Afortunadamente logré superar eso, aunque el panorama sigue siendo bastante desalentador. Me siento cómodo con lo que sé que va a pasar, mis padres son el tipo de “fanáticos” que me dejarían morir si creen que deben hacerlo.
Realmente creo que hice bien mi papel de “niño testi ideal” y no levanté sospechas. Porque claro, no solo es actuar y ya, hay que sobresalir en la congregación porque de eso depende el trato por parte mis padres, su amor es cien por ciento condicional.
El lunes que viene comienza el que será mi último año de escuela, si, en unos meses les contaré la verdad y saldré oficialmente de los TJ. Cuando lo haga atravesaré un periodo feo, de las acciones de mi familia dependerá mi trato con ellos en el futuro lejano.
Desde hace unas semanas encontré este foro y pensé que sería buena idea contar mi historia cuando todo haya pasado, pero hoy me decidí a hacerlo enseguida. Necesitaba desahogarme y realmente no tengo a nadie con quien hablar de esto, crecí aislado del trato con personas no-TJ.
También estoy consciente de que sería mejor esperar un poco, tal vez hasta que haya culminado una carrera y esté trabajando para irme, pero como dije antes, ya me arrebataron mi niñez y adolescencia, no pienso darles más. Así que esa es mi historia, intenté resumirla lo máximo posible y aun así se hizo larga y me tomó varias horas redactarla. Espero haberla escrito de forma que no los aburriera.
* No me consideraba agnóstico ya que no tenía la capacidad de entender esos conceptos en ese momento (tenía como 8 o 9 años), actualmente veo que encajaba como uno así que me nombré de esa forma.