[forista513]

Ok
Hace rato andaba ocupada pero ya estoy aquí para dar mi opinión sobre la historia que he posteado  
Es cierto que ser mujer en la organización ya es difícil, mucho más ser soltera a los 30 , los hombres solteros prefieren mujeres más jóvenes,  eso quiere decir que nosotras quedamos en "desventaja", llegando a cierta edad es casi imposible casarse (obvio que eso es más frecuente dentro de la organización, porque en el mundo una mujer de 30 soltera, bonita, inteligente y sin hijos es una joya), la chica de la experiencia tuvo sentimientos qué estoy segura: la mayoría de las hermanas han experimentado, angustia, ansiedad, miedo a quedarse solas, depresión derivada del constante recordatorio de que si no tienes esposo no vales nada.
Mi mejor amiga TdJ hace unos días me confesó que durante años fue precursora, se dedicó de lleno a las actividades espirituales, oraba, rogaba, pedía un esposo, se portó bien, fue una buena hija y si bien me dijo que sus esfuerzos no sólo eran para casarse sino porque de verdad creía que Jehová le daría una recompensa por tan fiel servicio; llegó el momento en que tuvo que ser realista: jamás encontrará un hombre aquí. Ahora ella está entre decidir si permanecer adentro o decidir su vida y ser libre.
Mientras leía el relato casi me da una apoplejía   "cómo rayos te puedes sentir culpable de tener un hombre bueno, guapo, amoroso? cómo rayos crees que le tienes que dar explicaciones de tu vida sexual y sentimental a la gente que te rodea? por qué todos tienen que ser felices y tú no? grrr!"
Claro, la hermana está profundamente adoctrinada, no sabe que ésto es una secta, no entiende que jamás funcionará su matrimonio, se imaginan? la predicación, las reuniones, las asambleas, leer la Biblia, todo lo hará sola, pues su esposo no es creyente (al menos si creyera en Dios sería un poquito más sencillo) y ella acumulará más dolor al ver cómo la trata la congregación, porque aquí los TdJ no olvidamos, si cometiste un pecado hace 15 años alguien seguramente te lo recordará, aquí no existe el perdón genuino, siempre habrá una manchita en tu historial espiritual, ella siempre será la que cometió fornicación, la que se casó con un mundano aún si logra adoctrinar al marido quedará para la posteridad su pecado.
Soy honesta, no me agrada mucho la historia, pero yo misma puedo aprender lecciones de esa experiencia: la secta no vale mi felicidad, Dios no me está pidiendo que me quede sola ni que viva infeliz, puedo elegir.
Llegado el afortunado   seguro que no pondré excusas espirituales ni me sacrificaré por una secta, no daré explicaciones ni permitiré que se me juzgue, ellos no me mantienen, yo decido.
Suscribo cada palabra de Centroamericana
Ya que se larguen y vivan su amor!!!