18 Apr, 2020, 02:28 PM
Es casi un hecho que todos los que andamos en este foro hemos despertado en muchos aspectos, a unos nos tomó más tiempo que a otros pero poco a poco se logró.
Para algunos, el despertar surgió cuando se dieron cuenta de que el amor del que tanto se habla es algo que se da solo de dientes para afuera, no digo que no haya quien muestre amor sincero porque si hay personas sinceras, pero son muy pocas. Cuando de verdad necesitas de alguien, no está, no te apoyan, no te consuelan y por el contrario si te ausentas te juzgan y piensan lo peor de ti, terminas hundido en lo más profundo de la decepción y tristeza.
Otros despertamos tras darnos cuenta que para esta organización no eres más que números y privilegios, si no das números y ya no tienes privilegios, no eres nada. Y si los tienes y te esfuerzas, buscarán la manera de hacerte caer para tener ellos lo que tú tenías.
Algunos más despertaron cuando investigaron enseñanzas y vieron que algunas cosas no concordaron. Estaban siendo engañados, perdieron valioso tiempo compartiendo algo falso.
No hay amor, no hay verdad.
Y aquí es donde entra el título de mi hilo ¿Y AHORA QUÉ?
He abierto los ojos, ya no me engañan más. Pero, no es fácil. No es fácil dejar atrás esto a lo que has dedicado casi toda tu vida, no es fácil abandonar esto que es casi como un club social donde has forjado algunas amistades fuertes y sinceras.
Yo en lo personal guardo todo esto para mi (abrir lo ojos, descubrir la verdad, el detrás de) ¿por qué? Soy de la idea (idea propia que no trato de infundir a nadie más) de que cada quien vive su fé a su manera y a su modo, si los demás son felices viviendo bajo el engaño de la watch, está bien. Tal vez en su momento abran los ojos, tal vez vivan siempre engañados, solo el tiempo y ellos mismos lo decidirán.
Yo, tal vez llegue a viejo, tal vez no. Pero seguiré ahí, ahora con los ojos abiertos. ¿Guardar odio y rencor a quienes me dañaron? Tal vez lo pensé, pensé en vengarme, quería justicia, pero aprendí que la justicia llega sin que la llames.
Me prometí a mi mismo no dirigir cursos ni poner empeño en ayudar a nadie, ya no. No hablaré de lo que sé, pero tampoco difundiré más mentiras. Seguiré ahí, con la careta bien puesta, así como ellos me enseñaron.
Para algunos, el despertar surgió cuando se dieron cuenta de que el amor del que tanto se habla es algo que se da solo de dientes para afuera, no digo que no haya quien muestre amor sincero porque si hay personas sinceras, pero son muy pocas. Cuando de verdad necesitas de alguien, no está, no te apoyan, no te consuelan y por el contrario si te ausentas te juzgan y piensan lo peor de ti, terminas hundido en lo más profundo de la decepción y tristeza.
Otros despertamos tras darnos cuenta que para esta organización no eres más que números y privilegios, si no das números y ya no tienes privilegios, no eres nada. Y si los tienes y te esfuerzas, buscarán la manera de hacerte caer para tener ellos lo que tú tenías.
Algunos más despertaron cuando investigaron enseñanzas y vieron que algunas cosas no concordaron. Estaban siendo engañados, perdieron valioso tiempo compartiendo algo falso.
No hay amor, no hay verdad.
Y aquí es donde entra el título de mi hilo ¿Y AHORA QUÉ?
He abierto los ojos, ya no me engañan más. Pero, no es fácil. No es fácil dejar atrás esto a lo que has dedicado casi toda tu vida, no es fácil abandonar esto que es casi como un club social donde has forjado algunas amistades fuertes y sinceras.
Yo en lo personal guardo todo esto para mi (abrir lo ojos, descubrir la verdad, el detrás de) ¿por qué? Soy de la idea (idea propia que no trato de infundir a nadie más) de que cada quien vive su fé a su manera y a su modo, si los demás son felices viviendo bajo el engaño de la watch, está bien. Tal vez en su momento abran los ojos, tal vez vivan siempre engañados, solo el tiempo y ellos mismos lo decidirán.
Yo, tal vez llegue a viejo, tal vez no. Pero seguiré ahí, ahora con los ojos abiertos. ¿Guardar odio y rencor a quienes me dañaron? Tal vez lo pensé, pensé en vengarme, quería justicia, pero aprendí que la justicia llega sin que la llames.
Me prometí a mi mismo no dirigir cursos ni poner empeño en ayudar a nadie, ya no. No hablaré de lo que sé, pero tampoco difundiré más mentiras. Seguiré ahí, con la careta bien puesta, así como ellos me enseñaron.