[Charles Fiasco Rusell]

El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado.  Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas;  tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien.

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Recordemos que los "milagros" no eran por hacer magia, eran una manifestacion del poder, usado para convencer (medio de propaganda). la regla de todo APOSTOL ( Απόστολος, enviado) era "sanad a los enfermos, echad a los demonios... predicar la palabra". Primero la publicidad y luego, predicar...

a los ancianos del cuerpo gobernante solo se dedican a "predicar"... cuando han sanado a un enfermo? que muestras de que son "enviados" tienen?

Sin afán de defender al cuerpo gobernante puedo decirte que el texto en cuestión es parte de la llamada "conclusión larga" del evangelio de Marcos, la cual está en discusión por muchos expertos, la mayoría concluye que este pasaje fue interpolado con el paso de los siglos por lo abrupto que resultaba para muchos el verdadero final de este evangelio.

Además tomando en cuenta 1 Corintios 13:8 los testigos de Jehová son cesacionistas, así que ni los miembros del cuerpo gobernante se ven obligados a efectuar señales como la mayoría de los líderes carismáticos de iglesias pentecostales, ni sus feligreses sienten la necesidad de pedir dichas señales, (haciendo un paréntesis me da risa el llamado Apóstol de Jesucristo, Naason Joaquín García de la Iglesia la Luz del Mundo, sus feligreses dicen que como apóstol tiene todos los dones milagrosos, podría hablar en lenguas, curar enfermos y resucitar muertos... si quisiera, pero como no quiere por eso no lo demuestra)

Aunque el punto que expresas, me hace pensar en un tema que me gustaría describir posteriormente: la sucesión apostólica, ya que aunque los testigos de Jehová dicen que no hay sucesión apostólica, el hecho de que haya un cuerpo gobernante que nombra a sus sucesores, y que crean que ha sido así desde el siglo primero, y que estos deban tener la esperanza de ir al cielo para ser miembros es prácticamente: Sucesión apostólica.