[Charles Fiasco Rusell]

El mensaje de hoy me parece bien intencionado y lo agradezco sinceramente. Al contrario del mensaje que dio inicio a este hilo, este no está motivado por el odio. Sin embargo, en apenas unas líneas recurre, no a la razón, sino al miedo al castigo y al deseo de recompensas.

Miedo: "El fin está cerca / no habrá vuelta atrás".
Recompensa: "¿Quieres vivir en el Paraíso? "

Desde el punto de vista de un TJ es difícil entender que alguien no tenga el sentido de urgencia que ellos tienen, puesto que "el fin es inminente". Para que logren entender por qué no tengo miedo normalmente les pregunto: ¿Y tú no tienes miedo de ir al infierno? Obviamente no, ellos saben que es una mentira... ¡pues eso mismo!

¿Y el Paraíso? Más o menos lo mismo... ¿Es que no ansías tener a setenta y dos huríes siempre vírgenes? "Es que eso es un cuento de los musulmanes"... ¡pues lo mismo!

Y de hablar con los ancianos... hablaré con Charles Fiasco Rusell a ver qué me dice...

Igual que tú, amigo, aprecio la sinceridad del autor... Tal vez eso es lo que más me molesta de esta secta, si los miembros comunes de a pie fueran estafadores conscientes de lo que hacen, lo soportaría, pero me duele ver qué realmente se creen lo que dicen, la comparación del infierno nunca la había pensado y me agrada, gracias por compartirla.

Y sobre hablar con los ancianos... Llegó el momento en que me di cuenta que trataba de ser el anciano perfecto y que por más que me esforzaba seguía sintiendo que no estaba a la altura de lo que se esperaba de mi "privilegio", y veía a los demás colegas que hacían lo mínimo pero se sentían una eminencia y Su Santidad, alguna vez lo externé a alguien de confianza, pese a estar adoctrinado todavía le confesé "me molesta que mi voto y mi palabra valga lo mismo que la de los demás".

No me sentía capacitado de dar un consejo a alguien más, aunque acudiera a mí, y yo creía que se debía a que era recién nombrado o me faltaba experiencia, mientras tanto observaba cómo los demás ancianos se sentían facultados a aconsejar al rebaño por cualquier tontería insignificante.

Así que, eso de "acudir con los ancianos" me repugna, de que intenten venderte que la salvación depende que te te confieses y hagas lo que te dicen un grupo de hombres que a veces ni siquiera pueden deletrear la palabra Murciélago.