[Charles Fiasco Rusell]

Una característica de las sectas es el abuso que ejercen sobre sus miembros sobre todo para con los miembros de los niveles más bajos, en muchas ocasiones el adepto tolera el abuso porque no es plenamente consiente de cómo es tratado.

Así que considero que una de las peores características de la sociedad WT es tratar a sus miembros como simples herramientas publicitarias. El TJ es un comercial andante, no tiene más valor para la cúpula que un vendedor de cambaceo sin sueldo base, posiblemente consideran más valiosa la literatura que traen en sus portafolios que el testigo mismo.


Todo lo que le puede preocupar a los niveles más altos es inversamente proporcional a los resultados del ministerio. Aunque es cierto que cuando es muy notorio el estrago de un desastre natural, o ante la noticia de hermanos en prisión, la verdad es que raramente se interesan en las preocupaciones del miembro común, los de arriba piensan que solo deben intervenir en los casos más críticos y especiales, para los problemas del día a día tenemos a Jehová, es mejor molestarlo a él que a los jefes.

Desde el principio en que uno es captado en la secta, comienza el proceso para hacer de él una herramienta gratuita: si es captado de adulto el maestro que le conduce curso bíblico comenzará a motivarlo para que comparta lo que está aprendiendo con sus familiares o compañeros de trabajo, y para que solicite ser publicador no bautizado y de ahí al bautismo. En el caso de los que nacimos en una familia sectaria era común que acompañaramos a nuestros padres a la predicación, fuéramos presionados para dar una presentación, y que cuando fuéramos a clases cargaramos folletos o revistas en nuestra mochila para dárselas a nuestros maestros o compañeros de clase, resaltando experiencias de jóvenes que incluso conducían cursos bíblicos durante su hora del almuerzo en vez de jugar con los compañeritos como se esperaría de un niño común.

La creatividad testiguil no tiene límites, y creo yo que eso es lo peor del problema, porque se le dice sí a casi todo lo que el individuo tenga en mente para difundir el mensaje (excepto utilizar facebook o Youtube, no sea que pierdan la fe contestando a los comentarios de apóstatas). Así que he visto de todo en la viña del señor: publicadores que en su Mototaxi (que por cierto son ilegales) o taxi adaptan exhibir publicaciones watchtowerianas para despertar la curiosidad de los usuarios, doctores o dentistas que en la sala de espera de sus consultorios tienen revistas Atalaya y Despertad, hermanos que en sus puestos de periódico ofrecen gratis también la literatura testiguil... Y no hay nadie dentro de la organización que les diga: amigo, creo que ya haces suficiente, nunca escucharemos eso.

Incluso durante la pandemia, se motivó a los publicadores a molestar a sus contactos telefónicos entre quienes había familiares, amigos, clientes... Cómo olvidar cuando en facebook en una página de profesores una maestra de primaria exhibía un mensaje de WhatsApp enviado por la mamá de una de sus alumnas, con el típico mensaje de si le gustaría vivir en un paraíso, y esa ocasión recuerdo que sentí nostalgia, porque seguramente la autora del mensaje era una testigo sincera que sentía la necesidad y la responsabilidad de predicar, no se enteraría que en el mundo real sus convicciones eran motivo de burla.

Así que niños, jóvenes, padres, esposos, adultos mayores, un ejército de publicidad gratuita, que responde enseguida a las necesidades del esclavo fiel, cuando este dice "necesitamos apoyo en tal lugar, en tal zona, en tal día, o equis cantidad de dinero" estas pobres personas dan su tiempo y recursos, ¿Y qué obtienen a cambio? ¿Pueden con la misma confianza pedir de vuelta el favor? Por supuesto que no, en esos casos "pídale ayuda a Jehová en oración" ¡Es cierto! ¿Cómo no se me había ocurrido antes orar a Jehová?

Cómo documentó Raymond Franz sobre una adoración matutina, dónde el discursante dijo "no importa que cada año salen miles de personas de la organización, siempre entran otros miles que los reemplazan", para la WT solo le interesamos como mano de obra gratuita, pero eso se está acabando porque en los últimos años lo que está entrando apenas y sirve para reponer a lo que sale.

En el proceso de desprogramación, de salida y deconstrucción, no olvidemos que muchas personas luchan contra el sentimiento de haberse dado cuenta que fueron tratados como objetos, el abuso religioso estuvo presente y por eso a varios les cuesta reconstruir su vida.