(15 Nov, 2023, 08:36 AM)Pablo Lopez M escribió: Esto de la violencia domestica es de todos, sin distincion de raza o religion. Respecto al caso que mencionas, cualquier tipo de violencia de por si es condenable y debe ser atendidos por quienes correspondan, las autoridades legales y los especialistas en terapias de pareja. Sin embargo, puedo decir que siempre hay que ser bien pero bien analiticos en estos casos y casi siempre lo mejor es tratarlos con pinzas de cirujano con Parkinson. En mi ex congre conocimos un par de casos, uno donde el marido, un prominente TJ nombrado, era un experto golpeador, la esposa no decia nada hasta que la encontramos con severos golpes, con ello establecimos un comite judicial y el marido fue a la carcel y expulsado. Mucho tiempo despues, otra esposa acuso a su marido de golpeador, mostro evidencias fisicas, el marido dijo que la esposa era la golpeadora y la tildaba de una loca celosa, obviamente por consenso y sin averiguar mas, todos los ancianos le dieron la razon a la esposa y el marido fue expulsado. El caso fue llevado a los tribunales y en la audiencia ante el Juez este decide llamar a testificar a la hija de ambos, que tenia en ese entonces unos 18 años, y la esposa y su abogado se opusieron tenazmente, pero el juez igual pidio hablar a la chica, que era desasociada hacia tiempo. Ella dijo ante el juez que la causante de todo era la madre, que ella siempre buscaba cualquier pretexto para reprender al marido, gastaba mucho dinero en tonterias sin tenerlo (usaba las tarjetas), y cuando el padre le queria hacer entrar en razon ella lo golpeaba, incluso en una ocasion dijo que hasta lo ataco con un cuchillo y ahi le pidio a su padre mostrar la cicatriz que ese ataque le dejo. Cuento corto, aunque la violencia no se justifica, la culpable de todo siempre habia sido la esposa. Por el hecho de dejarnos llevar que la mujer siempre es la victima, nosotros juzgamos mal al tipo y le habiamos dado toda la razon a la esposa, expulsando al marido. El juez declaro al tipo solo como culpable de agresion pero no fue a la carcel y ademas pago un monto simbolico como daños, a la mujer, la condenaron a vivir muy alejada del marido y, aun siendo TJ porque la sucursal nos pidio no tomar accion judicial, la enviaron a un tratamiento psiquiatrico que nunca realizo. La hija luego dijo que opto por desasociarse porque la Wt nunca quiso escuchar su testimonio cuando la madre agredia al padre.
Por eso, siempre digo, esto de la agresion de parejas, hay que verlo desde todos los enfoques, no se trata de quien es el culpable o tiene la razon, se trata de ser los mas justos posibles en todo sentido.
Eso de la violencia doméstica siempre es dificil, y cuando sucede entre los TJ no es la excepción. Primero porque las publicaciones de la WT, tratan el tema como algo ajeno a su religión, su enfoque siempre va hacia el mundo y lo que escriben es desde esa perspectiva. Incluso en temas más "cristianos" como la separación o el divorcio su enfoque es errado, porque presuponen que el maltrato proviene siempre de un cónyuge no creyente, y aunque admiten la posibilidad de separarse o divorciarse, recomiendan aguantar lo más posible para amontonar brasas ardientes en la cabeza del agresor. Hasta el momento no he encontrado ni recuerdo (y que me corrijan si alguien tiene otros datos) alguna publicación donde explicitamente se admita que hay o ha habido casos de violencia doméstica en las congregaciones, eso es casi inexistente en su mundo mágico ideal del paraíso espiritual en el que viven. Para pronto, admitir que hay casos de violencia doméstica es para ellos tan difícil de admitir como los casos de abuso de menores que durante décadas barrieron debajo de la alfombra.
Entonces, como no existe ese reconocimiento ni cultura de prevención, los mismos ancianos no saben qué hacer ante tales situaciones, y el que las publicaciones constantemente hablen de la sumisión de la mujer y de no manchar el nombre de Jehová hace que sean renuentes a exponer su caso incluso ante los ancianos, mucho menos ante las autoridades.
Veamos lo que dice el libro Pastoreen, guía máxima del anciano en estos casos, capítulo 12 párrafo 36, sobre cuándo formar un comité judicial.
" Arrebatos de ira, violencia, violencia doméstica (Mal. 2:16; Gál. 5:20; Col. 3:19). Un cristiano que es incapaz de controlar su ira no sería visto como ejemplar en la congregación. Tras analizar la actitud y patrón de conducta de una persona que cede a arrebatos de ira incontrolada, así como la gravedad del daño ocasionado a otros, podría emprenderse acción judicial contra ella (g97 8/6 pág. 20). En caso de duda, consulten al Departamento de Servicio."
Ahí lo tenemos, un agresor con arrebatos de ira no es ejemplar, su castigo consistirá en no pasar los micrófonos en las reuniones ni leer los párrafos de La Talaya, ¡uy qué castigo señor! ni el infierno de Dante reflejaba castigos tan crueles para los penitentes. Luego, el cuerpo de ancianos sin preparación en leyes, en ciencias forenses ni psicología clínica tienen que valorar el patrón de conducta para posiblemente emprender un comité judicial, y por si están bien perdidos los brothers a cargo del caso, que consulten con el departamento de servicio.
El libro nunca indica a los ancianos denunciar al agresor con la policía, obviamente tampoco actuarían en calidad de testigos ante la autoridad competente en un caso así. Tampoco se les pide que animen a la víctima a denunciar, tampoco pueden sugerir la separación y el divorcio, ni se les indica que orienten a la víctima a buscar ayuda psicológica, vamos pues, en casos de violencia doméstica los ancianos están más perdidos que un niño mexicano en Japón.
Por cierto, hablando del tema. El terreno donde está construido el salón del reino donde acuden mis papás, fue donado hace décadas por una familia de precursores. Aunque la mayoría de la familia ya no vive ahí, recientemente una de las hijas regresó por sufrir de violencia doméstica, ella tiene unos 10 años de casada, desde que se casó se mudó a vivir con el esposo pero al principio acudían a esa congregación y al poco tiempo empezó a haber rumores del maltrato al que era sometida, pero los ancianetes no hicieron absolutamente nada, pues aunque la hermana admitía ante algunas hermanas de confianza la situación, no se atrevía a acusar directamente a su esposo con los ancianos (¿qué decía la real comisión australiana de involucrar a mujeres en los casos judiciales y qué contestó Jackson?) y estos incompetentes cuando hablaban con el poco hombre en cuestión obviamente no podían decirle directamente que sospechaban que había abuso en la relación, el marido evidentemente negaba problemas en el matrimonio y atribuía las lesiones de la esposa a accidentes. Después se fueron a vivir lejos, a otra ciudad pero recientemente que la hermana se separó y volvió a vivir en el salón del reino con la familia inmediata, y ahora los ancianos están preocupados que el marido vaya al salón en hora de reunión y haga un escándalo o una escenita, ahora sí están dando instrucciones precisas a los acomodadores de no dejar pasar al individuo y llamar a la policía si se acerca. Así es esta secta, les preocupa ahora más proteger el salón del reino y la reputación de Geová que a la hermana.