07 May, 2024, 10:30 PM
En aquellas comunidades de México, alejadas del estrés que ocasiona el tránsito, en lo recóndito de la sierra ydonde nacen los ríos, el mensaje de los testigos de Jehová era abono fértil, año con año se hacían rutas y campañas para atender el interés de la gente en el mensaje del Reino. Donde la pobreza abunda, entre los campesinos, surge la oportunidad de atraer adeptos a la religión, no solo para los Testigos de Jehová sino para todas las denominaciones evangélicas que durante varias décadas vieron una mina de creyentes en esas comunidades casi ignoradas por la iglesia católica.
Fue tal vez en esas circunstancias que nació y creció Nazario Moreno, un niño que con el tiempo llegó a ser líder de dos de los grupos criminales más famosos y temidos de la región: de la Familia Michoacana, y tras su muerte y resurrección de Los Caballeros Templarios.
¿Un Narco relacionado con los testigos de Jehová? ¿Un Narco que murió y resucitó? ¿Es esto ficción verdad? Permitame continuar para explicarme.
Nazario Moreno fue un líder de Narcotráfico que tenía una característica inusual en el negocio: se consideraba profundamente espiritual y religioso, y lo que es peor es que se consideraba guía espiritual o pastor de su cártel.
El Periódico Chicago Tribune indica claramente que Nazario fue Testigo de Jehová en un momento de su vida, pero no he encontrado otras fuentes que respalden esa afirmación. De lo que he encontrado más sustento es que leyó publicaciones de los Testigos de Jehová, al igual que de algunos grupos evangélicos, que lo inspiraron a eregirse como guía religioso de su clan, combinado con la delincuencia.
A cada seguidor suyo le entregaba una biblia, y él mismo escribió sus pensamientos religiosos, “La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente. Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapa a tí”, dice uno de sus escritos, organizó "congregaciones" en Michoacán donde lo aclamaban como pastor. Nazario se ganaba el cariño y aprobación de los pueblos porque se ofrecía a ayudar a jóvenes adictos al alcohol y las drogas en sus "centros de rehabilitación" que incluían adoctrinamiento religioso, los jóvenes hacían labores sociales como barrer las calles y restaurar espacios públicos, pero esto solo era la conversión a la secta narco religiosa de la conocida como Familia Michoacana.
En "La biblia de la familia" Nazario, también conocido como El Chayo, plasmó su ideología, la mezcla de lo aprendido de las publicaciones de los testigos de Jehová, grupos evangélicos, hasta hizo suyas frases del Ché Guevara y del poeta Libanés Gibran Jalil. Se dice que de los Testigos de Jehová copió la idea de prohibir el consumo de alcohol y drogas entre sus adeptos.
Cuando había conflictos en su comunidad, se ostentaba como juez justo, escuchando a ambas partes involucradas, dictando sentencia, y leyendo algunos versículos de la biblia que consideraba adecuados para la situación.
En diciembre del 2010 el ejército Mexicano anunciaba el deceso del Chayo en un enfrentamiento del cual pese a que no se encontró el cuerpo, interceptaron audios de sus subalternos hablando de su fallecimiento en combate, lo cual fue suficiente para que el gobierno lo tachara de su lista de objetivos prioritarios. A la supuesta muerte del Chayo se le erigieron altares y se hicieron figuras religiosas de él que circularon por todo Michoacan. Con motivo de la confusión su organización delictiva se dividió en 2: La familia Michoacana dirigida por El Chango, y Los Caballeros Templarios dirigidos por La Tuta.
Unos meses después de su "fallecimiento", Nazario hizo aparición pública nuevamente en los pueblos de su natal Michoacan, evidentemente su deceso había sido una falsa noticia, pero él lo aprovechó para desaparecerse un rato, logrando dos objetivos: el primero quitarse encima la persecución del gobierno ahora que lo creían muerto, segundo reforzar la fidelidad de sus adeptos haciéndoles creer que resucitó de la muerte, ahora era venerado con más fe. Dado que la Familia Michoacana ya no le era leal, se acogió al grupo de los Caballeros Templarios, a quienes lideró hasta la muerte.
En marzo del 2014, casi 4 años después de su supuesta muerte, por casualidad el ejército en un recorrido de rutina lo encontró y lo dio de baja, El Chayo montaba una mula y fue abatido, esta vez su cuerpo sí fue resguardado y sometido a pruebas forenses para comprobar que se trataba de él y que efectivamente había muerto.
"Me dicen el Más Loco" es el título de su libro más famoso y que se puede descargar en internet. Nazario fue un narcotraficante y líder influenciado por diversas ideas religiosas, entre ellas las de los Testigos de Jehová. Como dicen los testigos de Jehová "nunca sabes dónde dará fruto tu semilla".
Fue tal vez en esas circunstancias que nació y creció Nazario Moreno, un niño que con el tiempo llegó a ser líder de dos de los grupos criminales más famosos y temidos de la región: de la Familia Michoacana, y tras su muerte y resurrección de Los Caballeros Templarios.
¿Un Narco relacionado con los testigos de Jehová? ¿Un Narco que murió y resucitó? ¿Es esto ficción verdad? Permitame continuar para explicarme.
Nazario Moreno fue un líder de Narcotráfico que tenía una característica inusual en el negocio: se consideraba profundamente espiritual y religioso, y lo que es peor es que se consideraba guía espiritual o pastor de su cártel.
El Periódico Chicago Tribune indica claramente que Nazario fue Testigo de Jehová en un momento de su vida, pero no he encontrado otras fuentes que respalden esa afirmación. De lo que he encontrado más sustento es que leyó publicaciones de los Testigos de Jehová, al igual que de algunos grupos evangélicos, que lo inspiraron a eregirse como guía religioso de su clan, combinado con la delincuencia.
A cada seguidor suyo le entregaba una biblia, y él mismo escribió sus pensamientos religiosos, “La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente. Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapa a tí”, dice uno de sus escritos, organizó "congregaciones" en Michoacán donde lo aclamaban como pastor. Nazario se ganaba el cariño y aprobación de los pueblos porque se ofrecía a ayudar a jóvenes adictos al alcohol y las drogas en sus "centros de rehabilitación" que incluían adoctrinamiento religioso, los jóvenes hacían labores sociales como barrer las calles y restaurar espacios públicos, pero esto solo era la conversión a la secta narco religiosa de la conocida como Familia Michoacana.
En "La biblia de la familia" Nazario, también conocido como El Chayo, plasmó su ideología, la mezcla de lo aprendido de las publicaciones de los testigos de Jehová, grupos evangélicos, hasta hizo suyas frases del Ché Guevara y del poeta Libanés Gibran Jalil. Se dice que de los Testigos de Jehová copió la idea de prohibir el consumo de alcohol y drogas entre sus adeptos.
Cuando había conflictos en su comunidad, se ostentaba como juez justo, escuchando a ambas partes involucradas, dictando sentencia, y leyendo algunos versículos de la biblia que consideraba adecuados para la situación.
En diciembre del 2010 el ejército Mexicano anunciaba el deceso del Chayo en un enfrentamiento del cual pese a que no se encontró el cuerpo, interceptaron audios de sus subalternos hablando de su fallecimiento en combate, lo cual fue suficiente para que el gobierno lo tachara de su lista de objetivos prioritarios. A la supuesta muerte del Chayo se le erigieron altares y se hicieron figuras religiosas de él que circularon por todo Michoacan. Con motivo de la confusión su organización delictiva se dividió en 2: La familia Michoacana dirigida por El Chango, y Los Caballeros Templarios dirigidos por La Tuta.
Unos meses después de su "fallecimiento", Nazario hizo aparición pública nuevamente en los pueblos de su natal Michoacan, evidentemente su deceso había sido una falsa noticia, pero él lo aprovechó para desaparecerse un rato, logrando dos objetivos: el primero quitarse encima la persecución del gobierno ahora que lo creían muerto, segundo reforzar la fidelidad de sus adeptos haciéndoles creer que resucitó de la muerte, ahora era venerado con más fe. Dado que la Familia Michoacana ya no le era leal, se acogió al grupo de los Caballeros Templarios, a quienes lideró hasta la muerte.
En marzo del 2014, casi 4 años después de su supuesta muerte, por casualidad el ejército en un recorrido de rutina lo encontró y lo dio de baja, El Chayo montaba una mula y fue abatido, esta vez su cuerpo sí fue resguardado y sometido a pruebas forenses para comprobar que se trataba de él y que efectivamente había muerto.
"Me dicen el Más Loco" es el título de su libro más famoso y que se puede descargar en internet. Nazario fue un narcotraficante y líder influenciado por diversas ideas religiosas, entre ellas las de los Testigos de Jehová. Como dicen los testigos de Jehová "nunca sabes dónde dará fruto tu semilla".
charlesfiascorussell@gmail.com