13 May, 2022, 12:01 PM
(13 May, 2022, 09:33 AM)Miguelito1980 escribió: ¿Cuáles son las armas prohibidas? ¿O lo que está prohibido es el concepto de defenderse? Porque si es así es una demencia que va en contra de los instintos más primitivos del hombre. ¿Alguien viene a atacarme con un cuchillo y yo no puedo defenderme porque soy tj? ¿O puedo defenderme pero sin usar más armas que mis manos? ¿No puedo agarrar el palo de escoba y sacudir al atacante? ¿Y si el palo está partido y termina en una punta filosa? ¿A qué llaman armas?
*** g 9/10 pág. 11 ¿Qué significa poner la otra mejilla? ***
Que el cristiano ponga la otra mejilla no significa que no se defienda de agresores violentos. Jesús no dijo que nunca debemos defendernos, sino más bien, que nunca debemos atacar ni sucumbir al deseo de venganza. Aunque es sensato retirarse siempre que sea posible para evitar una pelea, en caso de que uno fuera amenazado por un agresor sería adecuado que diera pasos para protegerse y que pidiera ayuda a la policía.
[...] Por otra parte, en lo relacionado con el delito y la seguridad personal, no debe esperarse que los testigos de Jehová pongan la otra mejilla, es decir, que acepten pasivamente los abusos. Más bien, dan los pasos legales necesarios para defenderse.
*** g 6/08 pág. 11 ¿Cuándo está justificado actuar en defensa propia? ***
Cuando se nos amenaza
El que busquemos la paz no es garantía de que nunca vayamos a sufrir agresiones violentas. De hecho, siervos fieles de Dios fueron víctimas de la violencia en la antigüedad (Génesis 4:8; Job 1:14, 15, 17). Pero ¿cómo actuar ante un delincuente armado? Jesús mandó: “No resistan al que es inicuo” (Mateo 5:39). Y también dijo: “Al que te quite tu prenda de vestir exterior, no le retengas siquiera la prenda de vestir interior” (Lucas 6:29). Jesús no aprobó el uso de las armas para defender los bienes materiales. Ante la amenaza de un delincuente armado, la persona prudente le entregará sus objetos de valor sin oponer resistencia. ¡La vida tiene mucho más valor que los bienes materiales!
Ahora bien, ¿y si es la vida lo que corre peligro? Una ley dada por Dios al antiguo Israel aclara este asunto. Si alguien sorprendía a un ladrón a la luz del día y lo mataba, era acusado de asesinato. Esto era así porque el robo no se castigaba con la pena de muerte y, además, era posible identificar al ladrón y entregarlo a los jueces. No obstante, si el hecho ocurría de noche, la persona podía salir libre de cargos. En la oscuridad, le sería difícil saber qué hacía el ladrón y cuáles eran sus intenciones y, por tanto, podía llegar a la conclusión de que debía actuar para defender a su familia del peligro (Éxodo 22:2, 3).
La Biblia, por lo tanto, indica que una persona puede actuar en defensa propia o de su familia al verse atacada, tal vez desviando los golpes, inmovilizando al delincuente o incluso dándole un golpe que lo deje aturdido o que lo incapacite para seguir peleando. La idea sería neutralizar o detener la agresión. En ese caso, si el delincuente resultara gravemente herido o muerto, su muerte se consideraría accidental y no deliberada.
La mejor protección
Queda claro, pues, que en determinadas situaciones se justifica una defensa propia moderada. Todos tenemos derecho a protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos de agresiones o peligros mortales. Cuando no hay escapatoria, uno puede defenderse de forma moderada, pues no existe ningún mandato bíblico que lo prohíba. Aun así, lo mejor es hacer todo lo posible por eludir situaciones que pudieran generar violencia (Proverbios 16:32).
*** g91 8/7 págs. 12-13 La defensa personal. ¿Hasta dónde puede llegar un cristiano? ***
¿Hay que combatir la violencia con violencia?
“Si llevo una pistola estaré seguro —piensan algunos—. Le mataré a él antes de que me mate a mí, o por lo menos lo ahuyentaré.” Pero no es así de sencillo.
El jefe del departamento de seguridad ciudadana George Napper, de Atlanta (Georgia, E.U.A.), advierte: “Poseer una pistola significa estar preparado para vivir con las consecuencias de matar a otro ser humano”. ¿Está un cristiano preparado para vivir con tales consecuencias, que fácilmente podrían incluir culpabilidad por derramamiento de sangre? (Compárese con Números 35:11, 12.)
Además, la Palabra de Dios manda ‘batir las espadas en rejas de arado’ y ‘buscar la paz y seguir tras ella’. (Miqueas 4:3; 1 Pedro 3:11.) ¿Cómo pueden los cristianos buscar protección en las armas de fuego y al mismo tiempo vivir en armonía con los requisitos bíblicos? Además, es muy probable que el atacante sea más rápido en sacar el arma que la víctima.
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¿Se puede luchar en alguna ocasión?
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Cuando a una persona tan solo se le acercan en actitud agresiva o le exigen que entregue su dinero, un principio sensato que debe tenerse en cuenta es: “El esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear”. (2 Timoteo 2:24.)
No se trata de pacifismo, la política de no oponer resistencia bajo ninguna circunstancia. En Éxodo 22:2, 3 se explica una situación en la que un ladrón es herido de muerte en el momento de entrar en una casa ajena a pleno día. Tal medida defensiva se consideraba equivalente a asesinato, ya que el ladrón podía haber sido identificado y puesto en manos de la justicia. Pero si el ladrón entraba en la casa durante la noche, al amo de casa le costaría ver al intruso y asegurarse de sus intenciones. Por lo tanto, a la persona que matase a un intruso en la oscuridad se la consideraba inocente.
Por consiguiente, la Biblia no apoya los ataques impetuosos en un acto de defensa personal ni tampoco defiende el pacifismo, sino que da a entender que en algunas ocasiones uno debe defenderse. Los cristianos pueden rechazar agresiones físicas contra sí mismos, sus familiares u otros en legítima defensa. Pero no iniciarían ni repelerían con violencia un ataque para salvar sus posesiones. Tampoco llevarían armas por si los atacan, pues procuran ‘vivir pacíficamente’. (2 Corintios 13:11.)
Ubi dubium ibi libertas (Donde hay dudas hay libertad)
"La verdad nunca teme ser examinada, la mentira sí."