23 Jul, 2024, 05:18 PM
Un saludo compañeros de foro.
En hilos anteriores platique de como soy PIMO desde hace un par de años y continuaba aun siendo Siervo Ministerial. Pues ahora quiero compartirles mi felicidad de por fin dejar de serlo.
Todo comenzó porque en la congregación se empezó a organizar grupos para salir a predicar por las tardes, en el grupo de Whatsapp de los ancianos y ministeriales el superintendente de servicio pidió que todos los nombrados tomaramos al menos un día para apoyar la predicación por la tarde; soprendentemente todos comenzaron a decir que días apoyarían, todos excepto yo. Mi idea era pasar desapercibido y dar largas para evitar tener que salir un día mas en la semana, pero mi ausencia se notó. En la siguiente reunión el de servicio me abordó y me pregunto si ya tenía en mente el dia que apoyaría los arreglos, le dije que no. El me preguntó que porque, a lo cual yo respondí que era debido a que me costaría trabajo llegar de mi empleo y alcanzar a llegar a la consideración. El comenzó a pedirme detalles de a que hora salía de trabajar, cuanto tiempo hacía hasta mi casa y me dijo que tratara de pedir permiso para al menos un día salir mas temprano o llevarme mi ropa de predicación al trabajo e irme directo al grupo. Le dije que lo meditaría.
Un par de reuniones después cuando los arreglos ya habían comenzado me volvio a abordar el mismo anciano para preguntarme que como iba con mis arreglos, yo le comenté que aun me era dificil y dudaba de poder comprometerme a un día. El comenzó a darme el típico sermon de que debía poner en primer lugar el reino y que como siervo nombrado debía llevar la delantera en la predicación y blah, blah, blah. Le dije directamente que yo ya tenía un día de predicación y que de momento no me era posible tomar un día mas, el me dijo que la congregación me observaba y se darían cuenta de que yo era el único de los nombrados que no estaba apoyando el arreglo. Al escuchar eso me hirvió la sangre, estaba harto de tener que "poner el ejemplo", así que directamente le dije que si ese era el caso quizás ya no estaba calificando para ser siervo ministerial. El anciano inmediatamente se sorpendió y me dijo que eso era algo muy serio y me pregunto si era algo que ya había pensado antes, le dije que en base a lo que estaba diciendo pareciera que no era suficiente con lo que hacía. Me volvió a decir que lo pensara bien.
Esa semana recibí un mensaje por Whatsapp de ese anciano, me dijo que le había preocupado, lo que le había dicho en la ultima conversación y deseaba platicar conmigo y otro anciano. Le dije que estaba bien. En la siguiente reunión me abordaron y me empezaron a preguntar que como estaba y si me podían ayudar en algo, les dije que no, que simplemente me había estado costando dar mas por la organización. El anciano superintendente de servicio me preguntó si realmente había considerado dejar de ser siervo ministerial, a lo cual le dije que sí, ya que últimamente debido a mis ocupaciones me estaba costando mucho atender mis asignaciones y departamentos. Fue una larga plática donde me preguntaron a que dedicaba mi tiempo libre, si tenía mi estudio personal y cada cuanto oraba y leía la biblia, yo simplemente respondía que había descuidado todo eso. Me leyeron varios textos biblicos y me dijeron que me darían un par de semanas para volver a platicar a ver si mejoraba mi "amistad con Jehová".
Pasaron las dos semanas y me volvieron a abordar, esta vez el superintendente de servicio y el coordinador. Me preguntaron como me había sentido y si ya me sentía mejor con respecto a mi privilegio. Les comente que no, que ya había meditado bien las cosas y ahora estaba seguro que deseaba dejar de ser ministerial. Ellos me preguntaron que por que, que si quizás tenia un pecado oculto que me remordiera la consciencia, les dije que no, que simplemente por el momento estaba bastante agobiado y necesitaba aligerar mis cargas. Ellos me dijeron que no hay nada mejor que servir a Jiová, etc, etc. Les dije que ya sabía eso, pero que aun así deseaba renunciar. El coordinador me dijo: "Tienes muy buenas cualidades y nos has ayudado mucho, pero ahora mas que nunca la organización necesita de jóvenes como tu para trabajar, por favor ayúdanos". Yo pensé: "¿y quien me ayuda a mi?". El coordinador me dijo que para ayudarme me podrían dar un par de meses sin asignaciones y que se encargarían de darme mas apoyo en mis departamentos, etc, en lo que me recuperaba. Pero por primera vez en mi vida testiguil fui firme y le dije: "No, agradezco su comprension, pero mi decision final es dejar de ser ministerial". Ambos aceptaron y me dijeron que en breve me abordarían para que entregara lo relacionado a mis departamentos.
Dos semanas despues, en la reunion de entre semana, el anciano de servicio me mando un mensaje a media reunion, me dijo que si podía ir a la sala auxiliar. Allí se encotraba el coordinador y el otro anciano que había hablado conmigo la primera vez que les dije que quería renunciar, el coordinador me dijo que solo me hablaban para informarme que esa noche se anunciaría mi baja y que si tenía algun problema con ello. Les dije que no, que adelante. Es la primera reunion que disfruto tanto en mucho tiempo. Al finalizar se dieron un par de anuncios, incuido el de una nueva precursora, a lo cual todos aplaudieron. Pero yo aplaudí en mi corazón cuando el anuncio final fue: "Bibliotecario ha dejado de ser siervo ministerial". Tanto estrés por preparar asignaciones en las cuales no creo, tanta presión por ser ejemplo y dar mas de mi en el servicio, al fin terminado.
Y es así como doy un paso mas en mi salida de esta m4ald1ta secta. Se que aun no estoy libre por completo, pero es un grandisimo paso, me tarde mucho pero al final lo logré. Honestamente he sentido un poco de nostalgia porque algo que si disfrutaba mucho era salir a discursar a otras congregaciones, pero obviamente no vale la pena desgastar mi vida solo por tener 30 minutos de prominencia cada 2 o 3 meses. Así que, nada de arrepentimientos. Seguimos en la lucha y no nos rendimos.
Gracias por leer.
En hilos anteriores platique de como soy PIMO desde hace un par de años y continuaba aun siendo Siervo Ministerial. Pues ahora quiero compartirles mi felicidad de por fin dejar de serlo.
Todo comenzó porque en la congregación se empezó a organizar grupos para salir a predicar por las tardes, en el grupo de Whatsapp de los ancianos y ministeriales el superintendente de servicio pidió que todos los nombrados tomaramos al menos un día para apoyar la predicación por la tarde; soprendentemente todos comenzaron a decir que días apoyarían, todos excepto yo. Mi idea era pasar desapercibido y dar largas para evitar tener que salir un día mas en la semana, pero mi ausencia se notó. En la siguiente reunión el de servicio me abordó y me pregunto si ya tenía en mente el dia que apoyaría los arreglos, le dije que no. El me preguntó que porque, a lo cual yo respondí que era debido a que me costaría trabajo llegar de mi empleo y alcanzar a llegar a la consideración. El comenzó a pedirme detalles de a que hora salía de trabajar, cuanto tiempo hacía hasta mi casa y me dijo que tratara de pedir permiso para al menos un día salir mas temprano o llevarme mi ropa de predicación al trabajo e irme directo al grupo. Le dije que lo meditaría.
Un par de reuniones después cuando los arreglos ya habían comenzado me volvio a abordar el mismo anciano para preguntarme que como iba con mis arreglos, yo le comenté que aun me era dificil y dudaba de poder comprometerme a un día. El comenzó a darme el típico sermon de que debía poner en primer lugar el reino y que como siervo nombrado debía llevar la delantera en la predicación y blah, blah, blah. Le dije directamente que yo ya tenía un día de predicación y que de momento no me era posible tomar un día mas, el me dijo que la congregación me observaba y se darían cuenta de que yo era el único de los nombrados que no estaba apoyando el arreglo. Al escuchar eso me hirvió la sangre, estaba harto de tener que "poner el ejemplo", así que directamente le dije que si ese era el caso quizás ya no estaba calificando para ser siervo ministerial. El anciano inmediatamente se sorpendió y me dijo que eso era algo muy serio y me pregunto si era algo que ya había pensado antes, le dije que en base a lo que estaba diciendo pareciera que no era suficiente con lo que hacía. Me volvió a decir que lo pensara bien.
Esa semana recibí un mensaje por Whatsapp de ese anciano, me dijo que le había preocupado, lo que le había dicho en la ultima conversación y deseaba platicar conmigo y otro anciano. Le dije que estaba bien. En la siguiente reunión me abordaron y me empezaron a preguntar que como estaba y si me podían ayudar en algo, les dije que no, que simplemente me había estado costando dar mas por la organización. El anciano superintendente de servicio me preguntó si realmente había considerado dejar de ser siervo ministerial, a lo cual le dije que sí, ya que últimamente debido a mis ocupaciones me estaba costando mucho atender mis asignaciones y departamentos. Fue una larga plática donde me preguntaron a que dedicaba mi tiempo libre, si tenía mi estudio personal y cada cuanto oraba y leía la biblia, yo simplemente respondía que había descuidado todo eso. Me leyeron varios textos biblicos y me dijeron que me darían un par de semanas para volver a platicar a ver si mejoraba mi "amistad con Jehová".
Pasaron las dos semanas y me volvieron a abordar, esta vez el superintendente de servicio y el coordinador. Me preguntaron como me había sentido y si ya me sentía mejor con respecto a mi privilegio. Les comente que no, que ya había meditado bien las cosas y ahora estaba seguro que deseaba dejar de ser ministerial. Ellos me preguntaron que por que, que si quizás tenia un pecado oculto que me remordiera la consciencia, les dije que no, que simplemente por el momento estaba bastante agobiado y necesitaba aligerar mis cargas. Ellos me dijeron que no hay nada mejor que servir a Jiová, etc, etc. Les dije que ya sabía eso, pero que aun así deseaba renunciar. El coordinador me dijo: "Tienes muy buenas cualidades y nos has ayudado mucho, pero ahora mas que nunca la organización necesita de jóvenes como tu para trabajar, por favor ayúdanos". Yo pensé: "¿y quien me ayuda a mi?". El coordinador me dijo que para ayudarme me podrían dar un par de meses sin asignaciones y que se encargarían de darme mas apoyo en mis departamentos, etc, en lo que me recuperaba. Pero por primera vez en mi vida testiguil fui firme y le dije: "No, agradezco su comprension, pero mi decision final es dejar de ser ministerial". Ambos aceptaron y me dijeron que en breve me abordarían para que entregara lo relacionado a mis departamentos.
Dos semanas despues, en la reunion de entre semana, el anciano de servicio me mando un mensaje a media reunion, me dijo que si podía ir a la sala auxiliar. Allí se encotraba el coordinador y el otro anciano que había hablado conmigo la primera vez que les dije que quería renunciar, el coordinador me dijo que solo me hablaban para informarme que esa noche se anunciaría mi baja y que si tenía algun problema con ello. Les dije que no, que adelante. Es la primera reunion que disfruto tanto en mucho tiempo. Al finalizar se dieron un par de anuncios, incuido el de una nueva precursora, a lo cual todos aplaudieron. Pero yo aplaudí en mi corazón cuando el anuncio final fue: "Bibliotecario ha dejado de ser siervo ministerial". Tanto estrés por preparar asignaciones en las cuales no creo, tanta presión por ser ejemplo y dar mas de mi en el servicio, al fin terminado.
Y es así como doy un paso mas en mi salida de esta m4ald1ta secta. Se que aun no estoy libre por completo, pero es un grandisimo paso, me tarde mucho pero al final lo logré. Honestamente he sentido un poco de nostalgia porque algo que si disfrutaba mucho era salir a discursar a otras congregaciones, pero obviamente no vale la pena desgastar mi vida solo por tener 30 minutos de prominencia cada 2 o 3 meses. Así que, nada de arrepentimientos. Seguimos en la lucha y no nos rendimos.
Gracias por leer.