Cita:Mi madre nos crió sola, así que nuestra situación económica siempre fue muy muy precaria, pero siempre nos inculcó "Jehová proveerá", y algunas veces llegaba la situación en que comíamos lo último que teníamos y había alguien de buen corazón que nos ayudaba con algo. Obvio, siempre se atribuía a que estábamos haciendo "la voluntad de Jehová", cuando la verdad es que la gente sencillamente se conmovía. Pero varias veces mi madre se quedó sin comer por alimentarnos a nosotros, sus hijos.
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Sirva esta historia de introducción a otra que tengo que contar muy pronto*, y también sirva de ejemplo de las penalidades que se viven cuando se siguen los consejos de un grupo de viejos que nunca han trabajado y lo tienen todo en su mansión de NY. Además, que sirva de ánimo a aquellos que pasan por momentos difíciles. La lección es: tu vida depende de ti y debes tomar las riendas de una vez por todas, da miedo, sí, pero la alternativa es perder el resto de lo que te queda de vida.
Hola Stargate
Gracias por contar tu experiencia. Cuando la leía, no pude evitar recordar la historia de La Vaca, del dr. Camilo Cruz. Creo que aplica muy bien a este hilo y es algo que todo TJ debería entender. Aquí va el resumen y la moraleja:
La Vaca
La historia comienza con el viaje de un maestro con su discípulo, el cual trataba de enseñarle los secretos para llevar una vida feliz y próspera. Para esto el maestro llevó a su discípulo para que conociera a la familia más pobre del poblado, dentro de la casa vivían ocho personas que se miraban tristes, en pobreza extrema, cabizbajas. A pesar de esto la familia tenía una vaca, su posesión más preciada y aunque el animal no era gran cosa, todo giraba en torno a ella. La vaca jugaba un papel importante dentro de la economía del hogar ya que por medio de su leche obtenían el poco alimento para sobrevivir.
El maestro preparó un plan de enseñanza para el discípulo el cual puso en marcha al amanecer, sacó una daga de su bolsa y de un tajo degolló a la vaca. Luego, sin sentirse culpable, se marchó junto al discípulo que preocupado se interrogaba sobre el futuro de aquella familia que carecía de su único medio de subsistencia.
Un año más tarde, el maestro llevó a su discípulo de regreso al mismo lugar, pero sobre aquella casucha se podía observar una casa grande y recién construida. El joven pensó que sus antiguos habitantes habían abandonado el lugar y que alguien más había comprado y construido una nueva casa. Al llegar a la casa se llevó la sorpresa que quienes lo recibieron eran las mismas personas que vivían allí hace un año atrás; habían cambiado y mejorado su situación económica a raíz de la muerte de la vaca.
El joven pregunto al padre las razones del cambio y éste le contó cómo hace un año perdieron por razones desconocidas a su único medio de subsistencia, que era la vaca. Tras pasar por un periodo de angustia y desesperación, se dieron cuenta que a menos que hicieran algo, no lograrían sobrevivir. Así que la familia comenzó a pensar qué podrían hacer para obtener los medios para sobrevivir y decidieron sembrar verduras en el patio trasero. Fue tanta su producción que alcanzaba para el consumo de la familia como para venderla a los vecinos y con la ganancia compraban más semillas y de repente tuvieron dinero para comprar vestimentas y arreglar la casa. El joven escuchaba el relato y por fin comprendía la lección que su maestro trataba de enseñarle. Si la esa familia todavía hubiera tenido la vaca no hubieran logrado todo lo que tenían, la vaca era una falsa seguridad que impedía que la familia buscara otros medios para sobrevivir, llevándolos así al conformarse con la vida que llevaban. Finalmente, el joven reflexionó sobre sus propias vacas que lo limitaban y decidió liberarse también y vivir una vida libre de ellas.
Las excusas se convierten en las vacas de las personas que son ideas erróneas que nos mantienen mal, pero no tanto como para que deseemos buscar algo para vivir mejor y el conformismo se convierte en una cadena que no permite que busquemos algo mejor, es una situación muy trágica. Si queremos triunfar en la vida tenemos que preguntarnos a nosotros mismos qué es lo que estamos evitando que hace que no lo logremos. Cada persona es responsable de lo bueno y lo malo que le sucede, debemos evaluar todos esos factores que no están dejando que seamos exitosos y dejar por un lado todas las excusas que nos formamos para hacer algo. En la vida nos encontramos con diferentes tipos de vacas que debemos evitar, algunas de ellas son: las que justifican la mediocridad, las que hacen que echemos la culpa a alguien más, las falsas creencias, las de la impotencia, las filosofales y la del autoengaño. Las vacas o limitaciones se pueden originar por diferentes razones como por ejemplo autocomplacerse, aunque los resultados sean dañinos, otras se originan por experiencias negativas. Debemos hacernos un diagnóstico a nosotros mismos para saber cuáles son las vacas que tenemos y cuál fue su origen, ya que algunas de estas vacas pueden ser heredadas, pueden ser productos de información que otras personas nos dieron o aconsejaron. Debemos matar todas esas vacas para poder avanzar ya que estas vacas o limitaciones sólo están en nuestra mente, pero no en la realidad.
Algunas de las cosas que podemos hacer para matar las vacas son:
- Identificar las vacas haciendo una lista
- Determinar el origen de cada vaca
- Hacer una lista de las cosas negativas que cada vaca trajo a nuestras vidas
- Hacer otra lista de las cosas positivas que vendrán a nuestras vidas si matamos a esas vacas
- Crear nuevos hábitos que reemplacen los anteriores
Debemos pasar a la acción, nada va a suceder si sólo nos quedamos planeando y deseando cambiar, debemos actuar y hacer que las cosas sucedan si queremos tener un estilo de vida diferente.