11 May, 2017, 04:07 PM
Hola a todos.
Repasando el foro Extjs.foroactivo.com, del que soy miembro desde el principio, he descubierto el vuestro, y deseo apoyarlo también, pues a todos nos unen los mismos objetivos: desenmascarar a "la organización tras el nombre" que tanto daño está causando en familias e individuos por todo el mundo, y prevenir que los incautos nuevos caigan en su pozo nauseabundo. Y aprovecho para daros las gracias a todos por vuestros esfuerzos en común.
Redacté una presentación larga para Extjs.foroactivo.com, y me limito a copiar-pegarla. Espero que no os resulte demasiado pesada:
Mis padres fueron captados en su juventud, en un entorno rural, por unos precursores a principios de los años 60.
Con poca formación, conocimientos bíblicos ni capacidades para analizar en profundidad si lo que les contaban tenía alguna base, crédulamente aceptaron toda la predicación y se hicieron TJ, así como después muchos miembros de la familia de mi abuelo materno.
El resultado es que la inmensa mayoría de mi familia materna es TJ, y pueden ser ahora unos 100 miembros o más en total.
Cuando nací, hace 47 años y pico, mis padres ya eran Testigos bautizados, de hecho mi padre ya era anciano desde hacía varios años.
Mi infancia estuvo marcada por las rígidas doctrinas y disciplina de los TJ. No había posibilidad de tener amigos que no lo fueran. Había que salir a predicar todos los fines de semana. Recuerdo interminables tardes de predicación con mi padre, atisbando con gran frustración para ver algo de la película del 'sábado tarde' en los televisores de los amos de casa que abrían las puertas. El Armagedón era siempre inminente, recuerdo las constantes cábalas sobre cuánto faltaría, si llegaríamos a tal o cual fecha... Por ejemplo, tengo una imagen vívida de estar con mis padres un 31 de Diciembre de 1.974 o 1.975 en casa de un TJ, mirando el calendario con angustia.
Las reglas eran duras e inflexibles, acompañadas de grandes dosis de culpabilización por todo. Incluían castigos físicos, como tortas, tortazos, y hasta golpizas con cinturones de cuero.
Se me convenció desde muy pequeño de que había que alcanzar un nivel de "espiritualidad" a toda costa, sacrificando cualquier deseo o tendencia personal. Como resultado, he luchado desde que tengo uso de razón con sentimientos de inutilidad y de culpa que a menudo se hicieron insoportables.
A los 8 años me hicieron publicador no bautizado. A los 12 me bauticé ("-zaron", diría yo). De ahí en adelante continuó una carrera sin fin y sin aliento para dar más y más y más "a Jehová", y recibiendo a cambio meros golpecitos en la espalda por el último logro conseguido. Pero inmediatamente se ponía por delante otra meta más alta que conseguir, no había resquicio para el desaliento ni la extenuación.
Fui nombrado SM a los 26, estuve en la EEM, y finalmente anciano a los 33.
En calidad de anciano, tuve oportunidad de ver muchas actitudes, iniciativas y sentimientos muy humanos y poco caritativos.
Por poner un ejemplo, un compañero anciano solía decir al "pecador" en los comités judiciales que "tienes que agradecer a Jehová que no estamos en el antiguo Israel, porque de lo contrario no estaríamos hablando aquí tranquilamente, sino que YA HABRÍAS SIDO EJECUTADO/A A PEDRADAS".
La carrera seguía, y llegué a tener muchos "privilegios", como discursar en asambleas de circuito y regionales, llevar departamentos "importantes" en el Circuito, etc.
Fui expulsado hace menos de 3 años. No entraré en detalles, pero diré que pude constatar que todos somos seres humanos.
La vergüenza y la pena fueron muy difíciles de sobrellevar, ya que por fin, se demostraba lo que en mi fuero interno siempre sospeché: que "no soy digno de servir a Jehová, no merezco ni he merecido nunca ser siervo suyo" (ni que decir tiene que esos sentimientos ahora me parecen ridículos).
Con esta mentalidad afronté el comité judicial, en el que no puedo decir que me trataran mal; aunque a posteriori me di cuenta de que se entraron en detalles a mi juicio innecesarios.
Aún así, afronté la disciplina como proveniente de Dios, y me humillé mucho, llorando sinceramente y rogando el perdón. Sé que estaba arrepentido en el momento del comité. Pero fui expulsado. En ese punto ni consideré el apelar, porque "si Jehová había decidido eso, ¿cómo voy a oponerme yo?".
Durante 1 año estuve asistiendo a las reuniones, viendo como "amigos" de toda la vida bajaban la mirada al verme, entrando durante el cántico y saliendo antes de que se acabe la reunión "para no hacer tropezar".
Y aquí fue donde se fue fraguando el cambio en mí.
No es que nunca me diera cuenta de nada ni me surgieran dudas, no. Haberlas las hubieron. Pero siempre eran aparcadas como que "Dios dirá", "Jehová proveerá", "pronto acabará todo y ya no importará"...
La diferencia ahora era que YO TENÍA TIEMPO PARA PENSAR POR MÍ MISMO.
Como ya nadie me dirigía la palabra; ni tampoco tenía ya que preparar discursos para cada reunión, ni para las asambleas, ni hacer visitas de pastoreo, ni ir a predicar, ni salir de viaje para discursar un fin de semana sí y otro también, ni ir a las reuniones de preasamblea, etc etc etc... AHORA, sin presiones ni influencias, la nueva tranquilidad nunca experimentada me permitió "masticar" lo que se contaba en las reuniones.
Me sorprendía oír expresiones totalmente despectivas sobre "la gente del mundo" y lo insensata, tonta, depravada, etc etc que era "esa gente". A menudo se alababa lo "inteligentes", "sabios", "superiores" que son los TJ FIELES. Lo "catastrófico", "absurdo", "irresponsable" que era pecar contra Jehová. Continuamente escuchaba "comentarios", y me daba cuenta que eran sólo lectura repetida, a veces palabra por palabra, de lo escrito, y ahora, me daba vergüenza ajena.
Muchas otras veces, leyendo la Biblia en preparación para las reuniones, me daba cuenta de relatos de matanzas, de contradicciones, de favoritismo, en los que apenas me había fijado antes. Leía las explicaciones en las Atalayas, y no eran nada convincentes. Muchas veces, la Sociedad escoje una palabra o una frase de un largo relato inverosímil, y aparca todo el resto del relato para justificar lo injustificable. ¡Y sólo ahora me daba cuenta!
Empezaba a pensar por mí mismo. Y la razón era que me habían sumergido en un sinvivir diario de cientos de actividades que me dejaban exhausto para pensar siquiera. Pero ahora, liberado "por la fuerza" de tales cargas, podía usar mi mente crítica.
Ante tales incongruencias fui empezando a perder las ganas de volver, aunque seguía asistiendo a las reuniones, pero cada vez se me hacía más insoportable el teatro que veía allí.
Empecé a indagar, especialmente en relatos como el del asesinato de los benjaminitas a la concubina del israelita, el relato de Sansón, las actividades del rey David con sus decenas de esposas, y qué decir de Salomón; de Adán y Eva, etc... y por primera vez empecé a percibir que la Biblia parecía ser un conjunto de mitología más que un libro de historia real y palabra por palabra cierta como me habían inducido a creer sin contrastar.
Descubrí el libro de Franz, Crisis de Conciencia, y conforme iba leyendo cada vez entendía más claramente el cuadro.
Leí Los tiempos de los gentiles reconsiderados, una verdadera joya de documentación sobre arqueología que desmonta pieza a pieza las falsedades sobre 1.914 que las publicaciones pintan de "año profético".
Descubrí las publicaciones antiguas de la Sociedad, la evolución y constantes cambios en doctrinas de todo tipo, que al fin y a la postre hasta han costado la vida a muchas personas. Por ejemplo, los cambiantes puntos de vista sobre los transplantes, o el arbitrario entendimiento sobre las transfusiones de sangre... (es muy llamativo que ni siquiera los judíos ultraortodoxos aplican la prohibición de la Ley Mosaica contra comer sangre, a las transfusiones; ¡ellos, que no pulsan los botones del ascensor en Sábado para no pecar!).
Me di cuenta de lo voluble de las enseñanzas, y la manipulación en la Traducción del Nuevo Mundo.
Entré en distintos foros, primero con mucho miedo a "los apóstatas", y me di cuenta de que mi caso podía contarse, con distintas circunstancias, por miles. Vi que los "apóstatas" son personas comunes y corrientes que por suerte han podido descubrir las manipulaciones y mentiras de esta religión.
Me di cuenta de que es una pseudo-religión, que se ha lucrado desde el principio con la credulidad de sus adeptos, a los que domina y machaca en todos los aspectos de su vida. Que ha creado un imperio editorial riquísimo, en base a venderles a sus adeptos (=clientes) millones de publicaciones (hasta los niños tienen que tener "su Atalaya personal"); últimamente, cobran doble: los adeptos las pagan en el salón del reino, y cuando las dejan al público, vuelven a poner el dinero que éste entrega en las contribuciones.
También de que con el tiempo han creado un imperio todavía mayor de propiedad inmobiliaria: insuflan la necesidad de comprar un Salón del Reino en una congregación cualquiera; los miembros se privan de todo durante meses o años para comprar la propiedad; los miembros la construyen con sus medios y esfuerzos; la propiedad se inscribe a nombre de la Sociedad; ... Y, AÑOS DESPUÉS, CON CUALQUIER EXCUSA, LA PROPIEDAD ES VENDIDA Y LOS FONDOS VAN ¡A LA SOCIEDAD! Esto ocurre continuamente en TODO LUGAR DEL MUNDO. Hice cálculos y me llevé las manos a la cabeza, tanto más cuando yo mismo participé en varios "proyectos fantasma", en los que se piden fondos a los adeptos durante años, y al cabo de 8 o 10 años, ese proyecto que antes era tan importante, de repente se anula... ¿y el dinero? Pues eso...
También pude ver a un miembro del cuerpo gobernante declarando ante autoridades en Australia, para dar explicaciones sobre el número de abusos sexuales entre sus miembros, abusos que nunca son denunciados, política que ha propiciado de hecho la repetición de tales delitos en nuevas víctimas, por miles. Y me avergoncé de escuchar cómo un abogado "mundano" manejaba la Biblia mucho mejor que "el guardian de la fe", este Jeofrey Jackson del CG.
Me di cuenta de que, para protegerse a sí misma de que sus mentiras y negocios se descubran, marca a fuego en la mente de sus seguidores la idea del APÓSTATA PELIGROSÍSIMO, al que no hay ni que oír.
También percibí muchas de las herramientas de manipulación mental que usan, que los psicólogos especializados reconocen en todas las sectas destructivas (sí, es una secta; y sí, es destructiva).
Para el verano del año pasado, tenía meridianamente claro que nunca más volvería a dejarme engañar, y dejé de asistir a las reuniones.
Por cierto, la última asamblea de Distrito a la que fui casi me hace vomitar, por las extremadas declaraciones y soflamas en contra de "los inicuos" y "los mundanos". Estuve un rato y me tuve que marchar.
En la actualidad, intento aportar lo que he descubierto, en foros como este, en grupos de internet, y personalmente, para evitar que nadie más caiga en las redes de manipulación y extracción de la organización de la Watchtower.
Los que están dentro y están abducidos, lamentablemente tienen muy pocas posibilidades de salir. Aún así, merece la pena intentarlo, para que las personas sean verdaderamente libres. Y por lo menos, cada vez haya menos incautos que por ignorancia o desonocimiento sean captados por esta secta. Y por mi parte haré todo lo que pueda con ese objetivo.
A día de hoy, mi familia no me habla, y cuando intenté explicarles algunos detalles de lo que iba descubriendo, me tacharon inmediatamente de apóstata. Pero prefiero mil veces la VERDAD, que el chantaje de "vuelve a Jehová" si quieres que te hablemos...
Si tú eres TJ todavía, tienes oportunidad de juzgar por ti mismo. Infórmate, lee, no dejes que otros piensen por tí. Cuestiona razones, realidades, situaciones, y busca respuestas.
Personalmente, no creo ya en Dios. Es un mero invento de los humanos, para dominar y estrujar a otros seres humanos.
Pero respeto a quien siga creyendo en un Dios.
Lo que tengo clarísimo, es que detrás de la Watchtower no hay ningún ser superior. Si hay un "dios", ese es el dinero, no hay otro. Y mucho menos, cristianismo verdadero. A las pruebas me remito.
¡Mucha fuerza para quien quiera abrir los ojos! ¡Cualquier esfuerzo vale la pena!
Repasando el foro Extjs.foroactivo.com, del que soy miembro desde el principio, he descubierto el vuestro, y deseo apoyarlo también, pues a todos nos unen los mismos objetivos: desenmascarar a "la organización tras el nombre" que tanto daño está causando en familias e individuos por todo el mundo, y prevenir que los incautos nuevos caigan en su pozo nauseabundo. Y aprovecho para daros las gracias a todos por vuestros esfuerzos en común.
Redacté una presentación larga para Extjs.foroactivo.com, y me limito a copiar-pegarla. Espero que no os resulte demasiado pesada:
Mis padres fueron captados en su juventud, en un entorno rural, por unos precursores a principios de los años 60.
Con poca formación, conocimientos bíblicos ni capacidades para analizar en profundidad si lo que les contaban tenía alguna base, crédulamente aceptaron toda la predicación y se hicieron TJ, así como después muchos miembros de la familia de mi abuelo materno.
El resultado es que la inmensa mayoría de mi familia materna es TJ, y pueden ser ahora unos 100 miembros o más en total.
Cuando nací, hace 47 años y pico, mis padres ya eran Testigos bautizados, de hecho mi padre ya era anciano desde hacía varios años.
Mi infancia estuvo marcada por las rígidas doctrinas y disciplina de los TJ. No había posibilidad de tener amigos que no lo fueran. Había que salir a predicar todos los fines de semana. Recuerdo interminables tardes de predicación con mi padre, atisbando con gran frustración para ver algo de la película del 'sábado tarde' en los televisores de los amos de casa que abrían las puertas. El Armagedón era siempre inminente, recuerdo las constantes cábalas sobre cuánto faltaría, si llegaríamos a tal o cual fecha... Por ejemplo, tengo una imagen vívida de estar con mis padres un 31 de Diciembre de 1.974 o 1.975 en casa de un TJ, mirando el calendario con angustia.
Las reglas eran duras e inflexibles, acompañadas de grandes dosis de culpabilización por todo. Incluían castigos físicos, como tortas, tortazos, y hasta golpizas con cinturones de cuero.
Se me convenció desde muy pequeño de que había que alcanzar un nivel de "espiritualidad" a toda costa, sacrificando cualquier deseo o tendencia personal. Como resultado, he luchado desde que tengo uso de razón con sentimientos de inutilidad y de culpa que a menudo se hicieron insoportables.
A los 8 años me hicieron publicador no bautizado. A los 12 me bauticé ("-zaron", diría yo). De ahí en adelante continuó una carrera sin fin y sin aliento para dar más y más y más "a Jehová", y recibiendo a cambio meros golpecitos en la espalda por el último logro conseguido. Pero inmediatamente se ponía por delante otra meta más alta que conseguir, no había resquicio para el desaliento ni la extenuación.
Fui nombrado SM a los 26, estuve en la EEM, y finalmente anciano a los 33.
En calidad de anciano, tuve oportunidad de ver muchas actitudes, iniciativas y sentimientos muy humanos y poco caritativos.
Por poner un ejemplo, un compañero anciano solía decir al "pecador" en los comités judiciales que "tienes que agradecer a Jehová que no estamos en el antiguo Israel, porque de lo contrario no estaríamos hablando aquí tranquilamente, sino que YA HABRÍAS SIDO EJECUTADO/A A PEDRADAS".
La carrera seguía, y llegué a tener muchos "privilegios", como discursar en asambleas de circuito y regionales, llevar departamentos "importantes" en el Circuito, etc.
Fui expulsado hace menos de 3 años. No entraré en detalles, pero diré que pude constatar que todos somos seres humanos.
La vergüenza y la pena fueron muy difíciles de sobrellevar, ya que por fin, se demostraba lo que en mi fuero interno siempre sospeché: que "no soy digno de servir a Jehová, no merezco ni he merecido nunca ser siervo suyo" (ni que decir tiene que esos sentimientos ahora me parecen ridículos).
Con esta mentalidad afronté el comité judicial, en el que no puedo decir que me trataran mal; aunque a posteriori me di cuenta de que se entraron en detalles a mi juicio innecesarios.
Aún así, afronté la disciplina como proveniente de Dios, y me humillé mucho, llorando sinceramente y rogando el perdón. Sé que estaba arrepentido en el momento del comité. Pero fui expulsado. En ese punto ni consideré el apelar, porque "si Jehová había decidido eso, ¿cómo voy a oponerme yo?".
Durante 1 año estuve asistiendo a las reuniones, viendo como "amigos" de toda la vida bajaban la mirada al verme, entrando durante el cántico y saliendo antes de que se acabe la reunión "para no hacer tropezar".
Y aquí fue donde se fue fraguando el cambio en mí.
No es que nunca me diera cuenta de nada ni me surgieran dudas, no. Haberlas las hubieron. Pero siempre eran aparcadas como que "Dios dirá", "Jehová proveerá", "pronto acabará todo y ya no importará"...
La diferencia ahora era que YO TENÍA TIEMPO PARA PENSAR POR MÍ MISMO.
Como ya nadie me dirigía la palabra; ni tampoco tenía ya que preparar discursos para cada reunión, ni para las asambleas, ni hacer visitas de pastoreo, ni ir a predicar, ni salir de viaje para discursar un fin de semana sí y otro también, ni ir a las reuniones de preasamblea, etc etc etc... AHORA, sin presiones ni influencias, la nueva tranquilidad nunca experimentada me permitió "masticar" lo que se contaba en las reuniones.
Me sorprendía oír expresiones totalmente despectivas sobre "la gente del mundo" y lo insensata, tonta, depravada, etc etc que era "esa gente". A menudo se alababa lo "inteligentes", "sabios", "superiores" que son los TJ FIELES. Lo "catastrófico", "absurdo", "irresponsable" que era pecar contra Jehová. Continuamente escuchaba "comentarios", y me daba cuenta que eran sólo lectura repetida, a veces palabra por palabra, de lo escrito, y ahora, me daba vergüenza ajena.
Muchas otras veces, leyendo la Biblia en preparación para las reuniones, me daba cuenta de relatos de matanzas, de contradicciones, de favoritismo, en los que apenas me había fijado antes. Leía las explicaciones en las Atalayas, y no eran nada convincentes. Muchas veces, la Sociedad escoje una palabra o una frase de un largo relato inverosímil, y aparca todo el resto del relato para justificar lo injustificable. ¡Y sólo ahora me daba cuenta!
Empezaba a pensar por mí mismo. Y la razón era que me habían sumergido en un sinvivir diario de cientos de actividades que me dejaban exhausto para pensar siquiera. Pero ahora, liberado "por la fuerza" de tales cargas, podía usar mi mente crítica.
Ante tales incongruencias fui empezando a perder las ganas de volver, aunque seguía asistiendo a las reuniones, pero cada vez se me hacía más insoportable el teatro que veía allí.
Empecé a indagar, especialmente en relatos como el del asesinato de los benjaminitas a la concubina del israelita, el relato de Sansón, las actividades del rey David con sus decenas de esposas, y qué decir de Salomón; de Adán y Eva, etc... y por primera vez empecé a percibir que la Biblia parecía ser un conjunto de mitología más que un libro de historia real y palabra por palabra cierta como me habían inducido a creer sin contrastar.
Descubrí el libro de Franz, Crisis de Conciencia, y conforme iba leyendo cada vez entendía más claramente el cuadro.
Leí Los tiempos de los gentiles reconsiderados, una verdadera joya de documentación sobre arqueología que desmonta pieza a pieza las falsedades sobre 1.914 que las publicaciones pintan de "año profético".
Descubrí las publicaciones antiguas de la Sociedad, la evolución y constantes cambios en doctrinas de todo tipo, que al fin y a la postre hasta han costado la vida a muchas personas. Por ejemplo, los cambiantes puntos de vista sobre los transplantes, o el arbitrario entendimiento sobre las transfusiones de sangre... (es muy llamativo que ni siquiera los judíos ultraortodoxos aplican la prohibición de la Ley Mosaica contra comer sangre, a las transfusiones; ¡ellos, que no pulsan los botones del ascensor en Sábado para no pecar!).
Me di cuenta de lo voluble de las enseñanzas, y la manipulación en la Traducción del Nuevo Mundo.
Entré en distintos foros, primero con mucho miedo a "los apóstatas", y me di cuenta de que mi caso podía contarse, con distintas circunstancias, por miles. Vi que los "apóstatas" son personas comunes y corrientes que por suerte han podido descubrir las manipulaciones y mentiras de esta religión.
Me di cuenta de que es una pseudo-religión, que se ha lucrado desde el principio con la credulidad de sus adeptos, a los que domina y machaca en todos los aspectos de su vida. Que ha creado un imperio editorial riquísimo, en base a venderles a sus adeptos (=clientes) millones de publicaciones (hasta los niños tienen que tener "su Atalaya personal"); últimamente, cobran doble: los adeptos las pagan en el salón del reino, y cuando las dejan al público, vuelven a poner el dinero que éste entrega en las contribuciones.
También de que con el tiempo han creado un imperio todavía mayor de propiedad inmobiliaria: insuflan la necesidad de comprar un Salón del Reino en una congregación cualquiera; los miembros se privan de todo durante meses o años para comprar la propiedad; los miembros la construyen con sus medios y esfuerzos; la propiedad se inscribe a nombre de la Sociedad; ... Y, AÑOS DESPUÉS, CON CUALQUIER EXCUSA, LA PROPIEDAD ES VENDIDA Y LOS FONDOS VAN ¡A LA SOCIEDAD! Esto ocurre continuamente en TODO LUGAR DEL MUNDO. Hice cálculos y me llevé las manos a la cabeza, tanto más cuando yo mismo participé en varios "proyectos fantasma", en los que se piden fondos a los adeptos durante años, y al cabo de 8 o 10 años, ese proyecto que antes era tan importante, de repente se anula... ¿y el dinero? Pues eso...
También pude ver a un miembro del cuerpo gobernante declarando ante autoridades en Australia, para dar explicaciones sobre el número de abusos sexuales entre sus miembros, abusos que nunca son denunciados, política que ha propiciado de hecho la repetición de tales delitos en nuevas víctimas, por miles. Y me avergoncé de escuchar cómo un abogado "mundano" manejaba la Biblia mucho mejor que "el guardian de la fe", este Jeofrey Jackson del CG.
Me di cuenta de que, para protegerse a sí misma de que sus mentiras y negocios se descubran, marca a fuego en la mente de sus seguidores la idea del APÓSTATA PELIGROSÍSIMO, al que no hay ni que oír.
También percibí muchas de las herramientas de manipulación mental que usan, que los psicólogos especializados reconocen en todas las sectas destructivas (sí, es una secta; y sí, es destructiva).
Para el verano del año pasado, tenía meridianamente claro que nunca más volvería a dejarme engañar, y dejé de asistir a las reuniones.
Por cierto, la última asamblea de Distrito a la que fui casi me hace vomitar, por las extremadas declaraciones y soflamas en contra de "los inicuos" y "los mundanos". Estuve un rato y me tuve que marchar.
En la actualidad, intento aportar lo que he descubierto, en foros como este, en grupos de internet, y personalmente, para evitar que nadie más caiga en las redes de manipulación y extracción de la organización de la Watchtower.
Los que están dentro y están abducidos, lamentablemente tienen muy pocas posibilidades de salir. Aún así, merece la pena intentarlo, para que las personas sean verdaderamente libres. Y por lo menos, cada vez haya menos incautos que por ignorancia o desonocimiento sean captados por esta secta. Y por mi parte haré todo lo que pueda con ese objetivo.
A día de hoy, mi familia no me habla, y cuando intenté explicarles algunos detalles de lo que iba descubriendo, me tacharon inmediatamente de apóstata. Pero prefiero mil veces la VERDAD, que el chantaje de "vuelve a Jehová" si quieres que te hablemos...
Si tú eres TJ todavía, tienes oportunidad de juzgar por ti mismo. Infórmate, lee, no dejes que otros piensen por tí. Cuestiona razones, realidades, situaciones, y busca respuestas.
Personalmente, no creo ya en Dios. Es un mero invento de los humanos, para dominar y estrujar a otros seres humanos.
Pero respeto a quien siga creyendo en un Dios.
Lo que tengo clarísimo, es que detrás de la Watchtower no hay ningún ser superior. Si hay un "dios", ese es el dinero, no hay otro. Y mucho menos, cristianismo verdadero. A las pruebas me remito.
¡Mucha fuerza para quien quiera abrir los ojos! ¡Cualquier esfuerzo vale la pena!
"La VERDAD se descubre; la MENTIRA se construye"