23 Apr, 2018, 10:22 PM
Ahora que los leo y lo recuerdo, cuando yo fui me paso todo lo contrario a nivel personal; pensandolo bien creo que fue ahí cuando empecé a pensar por mi mismo.
En efecto, todo lo que comentan es lo mismo que me tocó ver en cuanto a la actitud de mis compañeros y compañeras de clase (a mi me tocó el primer año en el que se utilizó el libro actual, que por cierto, tenía un error); el caso es que fueron esas actitudes las que me hicieron pensar que algo no andaba bien aunque aún pensaba que eso era "la verdad", así que decidí para mi mismo no hacer lo que los demás hacían en el sentido de tomar actitudes soberbias, prepotentes y presuntuosas creyendo que por asistir "la escuela" estaban tocados por Dios.
En mi caso pensé a mis adentros qué es lo que haría Jesús en mi lugar y entonces llegué a la conclusión de que no podía mostrar ese mismo comportamiento arrogante; traté de ser lo más humildemente posible en el trato con los demás, en mi comportamiento y en mi forma de pensar y ver las cosas.
Me dije a mi mismo que el propósito era el estar más capacitado para la evangelización y no el que mi objetivo fuese que los demás me vieran o sentirme superior a ellos. Creo que cumplí con el objetivo que me plantee, pero bueno, después fui abriendo más los ojos y por eso estoy aquí.
Y repito, es cierto lo que han comentado, la gran mayoría de los que asisten, salen con el ego a todo lo que da y se creen superiores a los demás miembros de la congregación a su regreso, algunos de los cuales hasta los llegan a endiosar. Piensan que son miembros de una élite dentro de la congregación; se supone que el objetivo es que tengan la misma actitud mental de Cristo, quien fue humilde, pero pasa todo lo contrario.
En efecto, todo lo que comentan es lo mismo que me tocó ver en cuanto a la actitud de mis compañeros y compañeras de clase (a mi me tocó el primer año en el que se utilizó el libro actual, que por cierto, tenía un error); el caso es que fueron esas actitudes las que me hicieron pensar que algo no andaba bien aunque aún pensaba que eso era "la verdad", así que decidí para mi mismo no hacer lo que los demás hacían en el sentido de tomar actitudes soberbias, prepotentes y presuntuosas creyendo que por asistir "la escuela" estaban tocados por Dios.
En mi caso pensé a mis adentros qué es lo que haría Jesús en mi lugar y entonces llegué a la conclusión de que no podía mostrar ese mismo comportamiento arrogante; traté de ser lo más humildemente posible en el trato con los demás, en mi comportamiento y en mi forma de pensar y ver las cosas.
Me dije a mi mismo que el propósito era el estar más capacitado para la evangelización y no el que mi objetivo fuese que los demás me vieran o sentirme superior a ellos. Creo que cumplí con el objetivo que me plantee, pero bueno, después fui abriendo más los ojos y por eso estoy aquí.
Y repito, es cierto lo que han comentado, la gran mayoría de los que asisten, salen con el ego a todo lo que da y se creen superiores a los demás miembros de la congregación a su regreso, algunos de los cuales hasta los llegan a endiosar. Piensan que son miembros de una élite dentro de la congregación; se supone que el objetivo es que tengan la misma actitud mental de Cristo, quien fue humilde, pero pasa todo lo contrario.