[Aimée]

Ahorita que veo este hilo, recordé lo que me ha hecho sentir mal en éstos últimos días.

En la congre a la que acabo de llegar, no existía el 'arreglo' de la PP y con la llegada de más personas se estableció un programa de toda la semana para que los hermanos se pusieran en los dichosos carritos.

Hasta hicieron 2 reuniones con ellos para leerles las instrucciones que debían acatar (quiero suponer que les leyeron la carta que aquí se compartió sobre tener aspecto profesional, como tratar a los alborotadores, etc). El anciano mencionó que les iban a dar orientación... Y hasta pensé: ¿Qué de complejo puede tener pararse en un carrito sin hacer nada? ¿Porqué ocupan 2 tardes para darles esa capacitación? Pero no he querido preguntar de qué trataron esas reuniones, para mí todo esto es súper chocante.

Todos los días de regreso a casa, veo a las diversas hermanas en el carrito que pusieron a unos pasos de ¡Una cantina!

La cantina está en la esquina y 'para que no se vea mal' ellas están colocadas a 2 negocios de la cantina... El lugar está horrible, huele inmundo y da muy mal aspecto. También hay un parabus cerca de todo ese sitio, pero la gente se para a esperar su transporte y jamás voltea a ver a las hermanas.

Las hermanas se ven tristes y a veces están recargadas en la pared. Imagínense la combinación: cantina cerca, unas damas recargadas en la pared...
Otras veces llevan una cubeta y quiero suponer se sientan por turnos sobre la cubeta cuando se cansan.

Tampoco les he querido preguntar cómo les ha ido en esa faceta del servicio, porque lo más probable es que me digan que les ha ido muy bien gracias a la bendición de Jehová. Me va a caer super mal que me cuenten historias inverosímiles.