08 Jun, 2018, 12:35 AM
[b]El segundo cisma: los Estudiantes Nacionales de la Biblia[/b]
En la década de 1920, un publicador de apellido Carreón, que fue uno de los primeros testigos que predicaron su mensaje en el estado de Chiapas, recorría la costa del Soconusco entre Arriaga y Tapachula, distribuyendo las publicaciones de la WTBTS y dictando conferencias públicas por las noches, actividades que combinaba con el comercio. En 1931 se realizó una asamblea en la ciudad de México, a la que asistió Carreón. Allí se recomendó a los publicadores que se concentrasen en la distribución de la literatura y abandonaran la venta de otros productos. Unos acataron la instrucción, pero el señor Carreón "se sintió ofendido y abandonó la organización". Posteriormente, se unió a un hombre llamado Isaac Pérez, en el estado de Veracruz, y, hacia 1933, formaron un grupo denominado Estudiantes Nacionales de la Biblia.84 De esa manera, Carreón y Pérez se convirtieron en dos de las cabezas visibles del segundo cisma en la historia de los testigos de Jehová mexicanos.
Fue en diciembre de ese año que Isaac Pérez solicitó el registro legal de su agrupación. Según él, las congregaciones de las ciudades de México y Veracruz, que otrora formaron parte de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, se habían desligado por completo de la misma, para formar una sociedad con matriz en la ciudad de México, "netamente nacional" y "con elementos mexicanos".
La nueva asociación se denominaba Asociación Nacional de Estudiantes de la Biblia (ANEB). Pérez resumió sus creencias diciendo que creían en Jehová, el creador, y también en Cristo, y que acepaban la Biblia como palabra de Dios. También aseguró que ofrecían estudios bíblicos, culturales y científicos; que no tenían clero ni reconocían jerarquías eclesiásticas; que no usaban vestidos talares, ni recogían colectas, ni cobraban un solo centavo por enseñar sus doctrinas. También se declararon "enemigos del fanatismo". A decir de su vocero, habían organizado grupos en todo el país con el nombre de compañías, los cuales cantaban himnos y oraban al "Gran Jehová". Pero esos cantos y rezos no eran actos de culto, explicaban, pues sólo servían "para principiar reverentes y reconcentrarnos mejor en los estudios o conferencias que verificamos ".85 Al parecer, la ANEB profesaba prácticamente el mismo credo que los testigos de Jehová, y usaba los mismos métodos, con la diferencia fundamental de que sus máximos dirigentes eran mexicanos.
La Secretaría de Gobernación simplemente acusó recibo y respondió que no llevaba registro de asociaciones de carácter religioso.86 Posteriormente notó un detalle sospechoso: Pérez declaró en sus misivas que su domicilio estaba en el número 28 de la calle de Constitución, en Azcapotzalco. Ésa era la dirección de una de las sedes de La Torre del Vigía.
Unos meses después, en agosto de 1934, Gobernación le notificó a Pérez que, para autorizar el funcionamiento de la ANEB y sus "prácticas religiosas", era necesario que el local empleado para "los actos del culto público" fuese cedido a la nación. La secretaría también pidió al Departamento del Distrito Federal que vigilase que no se violaran las leyes en materia de culto mientras se concedía la autorización correspondiente.87
Un agente de la Oficina de Investigación y Seguridad Pública del Distrito Federal, de nombre José Pulido Valencia, fue comisionado para vigilar la casa número 28 de la calle de Constitución y al señor Isaac Pérez. Pulido averiguó que don Isaac no ocupaba dicho domicilio, a pesar de que lo había señalado como el suyo; más bien podía ser localizado en la 5a. calle de Flor de Mayo, esquina con Revillagigedo, en el puerto de Veracruz, donde atendía los asuntos de la ANEB. El local de Constitución 28 era ocupado en realidad por David Osorio Morales, quien además asistía a las reuniones de La Torre del Vigía en el local de Melchor Ocampo 71. El agente Pulido fue recibido por Morales haciéndose pasar por un simpatizante de los testigos; logró averiguar que esa casa estaba a nombre del colombiano Roberto Montero, quien, según le dijeron, tenía la licencia requerida,88 otorgada por Gobernación. Montero era además el responsable de la citada sociedad.89
Curiosamente, en Gobernación ignoraban que a Montero se le hubiera otorgado esa licencia,90 así como el número y la fecha de dicho documento, y el nombre del funcionario que la había firmado. El aludido no pudo aclarar el asunto porque en ese entonces estaba realizando un viaje de propaganda fuera de la capital. Pulido, por último, adjuntó a su informe un ejemplar de la revista La Torre del Vigía, una tarjeta con las fechas y los programas de las conferencias que se ofrecían, y un boleto donde constaban las horas en que diariamente se hacía propaganda por medio de la estación de radio xecw, que transmitía en los 1310 kilociclos. El agente concluyó que, dada la forma como se hacía propaganda, La Torre del Vigía giraba legalmente. 91
Luego de que las autoridades comprobaran que Isaac Pérez había declarado un domicilio falso para su asociación, se pierde la pista tanto de él como de su organización. En el Archivo General de la Nación de México no hemos hallado más información sobre ambos; al parecer, la Asociación Nacional de Estudiantes de la Biblia ya no existe en la actualidad. 92 La organización que surgió del segundo cisma en la historia de los testigos de Jehová mexicanos no tuvo una vida muy larga.
NOTA de JoseFidencioR: XECW radio aun opera, en Los Mochis Sinaloa y es de cobertura Nacional.
https://es.streema.com/radios/Radio_Variedades_XECW una filial de XEW, y que a su vez, enlaza a los programas que una vez llego a transmitir por la actual TeleViSA la Sociedad WatchTower.
En la década de 1920, un publicador de apellido Carreón, que fue uno de los primeros testigos que predicaron su mensaje en el estado de Chiapas, recorría la costa del Soconusco entre Arriaga y Tapachula, distribuyendo las publicaciones de la WTBTS y dictando conferencias públicas por las noches, actividades que combinaba con el comercio. En 1931 se realizó una asamblea en la ciudad de México, a la que asistió Carreón. Allí se recomendó a los publicadores que se concentrasen en la distribución de la literatura y abandonaran la venta de otros productos. Unos acataron la instrucción, pero el señor Carreón "se sintió ofendido y abandonó la organización". Posteriormente, se unió a un hombre llamado Isaac Pérez, en el estado de Veracruz, y, hacia 1933, formaron un grupo denominado Estudiantes Nacionales de la Biblia.84 De esa manera, Carreón y Pérez se convirtieron en dos de las cabezas visibles del segundo cisma en la historia de los testigos de Jehová mexicanos.
Fue en diciembre de ese año que Isaac Pérez solicitó el registro legal de su agrupación. Según él, las congregaciones de las ciudades de México y Veracruz, que otrora formaron parte de la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, se habían desligado por completo de la misma, para formar una sociedad con matriz en la ciudad de México, "netamente nacional" y "con elementos mexicanos".
La nueva asociación se denominaba Asociación Nacional de Estudiantes de la Biblia (ANEB). Pérez resumió sus creencias diciendo que creían en Jehová, el creador, y también en Cristo, y que acepaban la Biblia como palabra de Dios. También aseguró que ofrecían estudios bíblicos, culturales y científicos; que no tenían clero ni reconocían jerarquías eclesiásticas; que no usaban vestidos talares, ni recogían colectas, ni cobraban un solo centavo por enseñar sus doctrinas. También se declararon "enemigos del fanatismo". A decir de su vocero, habían organizado grupos en todo el país con el nombre de compañías, los cuales cantaban himnos y oraban al "Gran Jehová". Pero esos cantos y rezos no eran actos de culto, explicaban, pues sólo servían "para principiar reverentes y reconcentrarnos mejor en los estudios o conferencias que verificamos ".85 Al parecer, la ANEB profesaba prácticamente el mismo credo que los testigos de Jehová, y usaba los mismos métodos, con la diferencia fundamental de que sus máximos dirigentes eran mexicanos.
La Secretaría de Gobernación simplemente acusó recibo y respondió que no llevaba registro de asociaciones de carácter religioso.86 Posteriormente notó un detalle sospechoso: Pérez declaró en sus misivas que su domicilio estaba en el número 28 de la calle de Constitución, en Azcapotzalco. Ésa era la dirección de una de las sedes de La Torre del Vigía.
Unos meses después, en agosto de 1934, Gobernación le notificó a Pérez que, para autorizar el funcionamiento de la ANEB y sus "prácticas religiosas", era necesario que el local empleado para "los actos del culto público" fuese cedido a la nación. La secretaría también pidió al Departamento del Distrito Federal que vigilase que no se violaran las leyes en materia de culto mientras se concedía la autorización correspondiente.87
Un agente de la Oficina de Investigación y Seguridad Pública del Distrito Federal, de nombre José Pulido Valencia, fue comisionado para vigilar la casa número 28 de la calle de Constitución y al señor Isaac Pérez. Pulido averiguó que don Isaac no ocupaba dicho domicilio, a pesar de que lo había señalado como el suyo; más bien podía ser localizado en la 5a. calle de Flor de Mayo, esquina con Revillagigedo, en el puerto de Veracruz, donde atendía los asuntos de la ANEB. El local de Constitución 28 era ocupado en realidad por David Osorio Morales, quien además asistía a las reuniones de La Torre del Vigía en el local de Melchor Ocampo 71. El agente Pulido fue recibido por Morales haciéndose pasar por un simpatizante de los testigos; logró averiguar que esa casa estaba a nombre del colombiano Roberto Montero, quien, según le dijeron, tenía la licencia requerida,88 otorgada por Gobernación. Montero era además el responsable de la citada sociedad.89
Curiosamente, en Gobernación ignoraban que a Montero se le hubiera otorgado esa licencia,90 así como el número y la fecha de dicho documento, y el nombre del funcionario que la había firmado. El aludido no pudo aclarar el asunto porque en ese entonces estaba realizando un viaje de propaganda fuera de la capital. Pulido, por último, adjuntó a su informe un ejemplar de la revista La Torre del Vigía, una tarjeta con las fechas y los programas de las conferencias que se ofrecían, y un boleto donde constaban las horas en que diariamente se hacía propaganda por medio de la estación de radio xecw, que transmitía en los 1310 kilociclos. El agente concluyó que, dada la forma como se hacía propaganda, La Torre del Vigía giraba legalmente. 91
Luego de que las autoridades comprobaran que Isaac Pérez había declarado un domicilio falso para su asociación, se pierde la pista tanto de él como de su organización. En el Archivo General de la Nación de México no hemos hallado más información sobre ambos; al parecer, la Asociación Nacional de Estudiantes de la Biblia ya no existe en la actualidad. 92 La organización que surgió del segundo cisma en la historia de los testigos de Jehová mexicanos no tuvo una vida muy larga.
NOTA de JoseFidencioR: XECW radio aun opera, en Los Mochis Sinaloa y es de cobertura Nacional.
https://es.streema.com/radios/Radio_Variedades_XECW una filial de XEW, y que a su vez, enlaza a los programas que una vez llego a transmitir por la actual TeleViSA la Sociedad WatchTower.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto