09 Jun, 2018, 08:16 AM 
		
	
	
		Lo último que dicen los superintendentes al visitar las congregaciones es que no hace falta predicar de viva voz. Basta con pararse en una esquina con una Atalaya para dar testimonio. Y las horas que ahí se pasan cuentan como predicación.
	
	
	
La duda es el principio de la sabiduría.


