16 Jan, 2019, 04:55 AM
Muchas gracias por tus palabras.
Yo también recuerdo el libro aquel de "Escuchando al Gran Maestro", el libro rosa más grande que los demás, era especial para niños. Me acuerdo de ese y el "libro azul" "La verdad que lleva a vida eterna", de los demás tengo un recuerdo más vago.
Me halagas con lo de mi iniciativa, lo cierto es que siempre fui refractario al mensaje, al principio le haces caso a todo lo que dice mamá aunque suene muy raro, luego pasas a la fase del miedo a ser destruido por hacer algo mal o no esforzarte lo suficiente, o en mis circunstancias, porque no estaba inclinado en absoluto a llevar una vida de Testigo, eso me producía mucha angustia. Aunque me esforzase por aprender y actuar "correctamente" indefectiblemente mi mente se inclinaba al mundo.
Pero tras sobrevivir al Armagedón de 1975 y de tanto repetir que el fin está a la vuelta de la esquina y no pasar nada, el miedo se te va quitando y te lo dejas de creer.
Muchos de los de mi edad dentro de la congregación ya no son testigos, la mayoría lo dejaron en su adolescencia o primera juventud, con lo cual mi caso no era tan raro. Algunos cometieron el error de bautizarse, sin embargo no vi nunca, en los casos que conozco, que sus padres les dejasen de hablar o relacionarse con ellos, el resto de la congregación sí que evitaba el contacto. Puede que los testigos de esta zona y en aquel momento no fueran tan fanáticos en ese sentido o puede también ser significativo que algunos de los expulsados eran hijos de Ancianos y Siervos y como ellos levantaban la mano con su familia, tenían que hacer la vista gorda también con los demás.
De cualquier modo agradecería que alguien que fuera mayor que yo me dijera la diferencia de trato que se aplicaba en los 70-80 a los desasociados respecto a los expulsados, tengo un recuerdo de que la había.
Yo también recuerdo el libro aquel de "Escuchando al Gran Maestro", el libro rosa más grande que los demás, era especial para niños. Me acuerdo de ese y el "libro azul" "La verdad que lleva a vida eterna", de los demás tengo un recuerdo más vago.
Me halagas con lo de mi iniciativa, lo cierto es que siempre fui refractario al mensaje, al principio le haces caso a todo lo que dice mamá aunque suene muy raro, luego pasas a la fase del miedo a ser destruido por hacer algo mal o no esforzarte lo suficiente, o en mis circunstancias, porque no estaba inclinado en absoluto a llevar una vida de Testigo, eso me producía mucha angustia. Aunque me esforzase por aprender y actuar "correctamente" indefectiblemente mi mente se inclinaba al mundo.
Pero tras sobrevivir al Armagedón de 1975 y de tanto repetir que el fin está a la vuelta de la esquina y no pasar nada, el miedo se te va quitando y te lo dejas de creer.
Muchos de los de mi edad dentro de la congregación ya no son testigos, la mayoría lo dejaron en su adolescencia o primera juventud, con lo cual mi caso no era tan raro. Algunos cometieron el error de bautizarse, sin embargo no vi nunca, en los casos que conozco, que sus padres les dejasen de hablar o relacionarse con ellos, el resto de la congregación sí que evitaba el contacto. Puede que los testigos de esta zona y en aquel momento no fueran tan fanáticos en ese sentido o puede también ser significativo que algunos de los expulsados eran hijos de Ancianos y Siervos y como ellos levantaban la mano con su familia, tenían que hacer la vista gorda también con los demás.
De cualquier modo agradecería que alguien que fuera mayor que yo me dijera la diferencia de trato que se aplicaba en los 70-80 a los desasociados respecto a los expulsados, tengo un recuerdo de que la había.