15 Mar, 2019, 04:45 AM
Opino que las mujeres son muy chismosas, yo incluida. Pero según en mi congregación no eran sólo las mujeres, si no, se conocía por chismosos al conjunto de familias, habían familias enteras dadas por la fama de chismosos, tanto hombres como mujeres, recuerdo 3 en particular. Tanto que por culpa de una de ellas que hablaron mal de mi, no me dejaron bautizarme a los 16. Según ellos por que yo junto con mis amigas íbamos a discotecas, completamente falso, cosa que se demostró al tiempo. Todo por la envidia de que a sus hijas no la incluimos en el grupo, normal, si se dedican a clavartela por detrás. Desde que salí, ni una sola persona que se ha acercado a mi al rededor me ha chismoseado o criticado de tal forma como lo hacían dentro de la organización. Por que aquí fuera el que lo hace, no es tu amigo y punto, allá dentro, finge ser tu amigo. Falsedad pura y dura. Las mujeres de los ancianos (recuerdo 2) se crearon perfiles de Facebook falsos para agregar a los jóvenes y ver su contenido, para ser luego las chivatas de turno a sus maridos. A día de hoy aún hayo conversaciones con otra hermana descubriendo este pastel. Pienso que la mujer está tan poco integrada en la organización que lo poco que Le queda es intoxicar a la congregación de esas formas. Y que precisamente los hombres que también son chismosos son aquellos que no tienen privilegios altos en la congregación. Y me da pena, al final convives con una comunidad de la que no te puedes ni fiar, no por esconderte si no por que si te tienen envidia van a inventar lo que sea por fastidiar o entretenerse un poco.
Ya no es cuestión de inteligencia más o menos, de él hombre o la mujer, si no, de la presión con la que viven a seguir ciertas pautas tan inhumanas, la represión a vivir y a alcanzar ciertas metas (si eres mujer no puedes servir en betel si eres soltera, por ejemplo) al final saca lo peor de cada uno.
Ya no es cuestión de inteligencia más o menos, de él hombre o la mujer, si no, de la presión con la que viven a seguir ciertas pautas tan inhumanas, la represión a vivir y a alcanzar ciertas metas (si eres mujer no puedes servir en betel si eres soltera, por ejemplo) al final saca lo peor de cada uno.