23 Aug, 2017, 11:00 PM
Hasta uno de los portales de acceso a la vieja ciudad llegó un día un joven con un pequeño atado de ropa cargado en el hombro. Antes de entrar se acercó al guardia que cuidaba la entrada, y le preguntó:
- ¿Cómo es la gente de este pueblo
- ¿Cómo es la gente en el pueblo del que vienes -preguntó el guardia.
- Mi pueblo está lleno de ladrones, aprovechadores, malhumorados y tristes. Cada día la gente trata de sacar ventaja de sus vecinos. El chisme y el resentimiento son moneda corriente allí. Por eso me fui ¿Cómo es aquí la gente
- Me temo - dijo el guardia - que no vas a encontrar mucha diferencia. Aquí la gente es igual o peor que como era en el lugar de donde vienes. Lo siento.
- ¡Qué pena! - exclamó el joven
- Seguiré hasta el próximo pueblo. Adiós.
- Adiós - dijo el guardia - .
Pasaron unas horas y otro joven, muy parecido al anterior, se acercó al portal.
- ¿Cómo es la gente de este pueblo - preguntó sosteniendo su propio atado de ropa colgando sobre el hombro - .
- ¿Cómo es la gente en el pueblo del que vienes - dijo el guardia - .
- Oh el lugar donde nací está poblado de gente maravillosa. Todos se ayudan unos a otros. El amor y la compasión son moneda corriente allí y uno siempre se encuentra con alguien a quien contarle un problema o con quien compartir una alegría. Me dolió tener que irme. ¿Cómo es por aquí
- ¿Aquí - dijo el guardia - No encontrarás demasiada diferencia, en este pueblo la gente es igual a la del lugar de donde saliste. Bienvenido.
Y el joven silbando una antigua tonada, entró en el pueblo.
- ¿Cómo es la gente de este pueblo
- ¿Cómo es la gente en el pueblo del que vienes -preguntó el guardia.
- Mi pueblo está lleno de ladrones, aprovechadores, malhumorados y tristes. Cada día la gente trata de sacar ventaja de sus vecinos. El chisme y el resentimiento son moneda corriente allí. Por eso me fui ¿Cómo es aquí la gente
- Me temo - dijo el guardia - que no vas a encontrar mucha diferencia. Aquí la gente es igual o peor que como era en el lugar de donde vienes. Lo siento.
- ¡Qué pena! - exclamó el joven
- Seguiré hasta el próximo pueblo. Adiós.
- Adiós - dijo el guardia - .
Pasaron unas horas y otro joven, muy parecido al anterior, se acercó al portal.
- ¿Cómo es la gente de este pueblo - preguntó sosteniendo su propio atado de ropa colgando sobre el hombro - .
- ¿Cómo es la gente en el pueblo del que vienes - dijo el guardia - .
- Oh el lugar donde nací está poblado de gente maravillosa. Todos se ayudan unos a otros. El amor y la compasión son moneda corriente allí y uno siempre se encuentra con alguien a quien contarle un problema o con quien compartir una alegría. Me dolió tener que irme. ¿Cómo es por aquí
- ¿Aquí - dijo el guardia - No encontrarás demasiada diferencia, en este pueblo la gente es igual a la del lugar de donde saliste. Bienvenido.
Y el joven silbando una antigua tonada, entró en el pueblo.
Si Lucifer fue capaz de incitar una rebelión en el cielo, eso significa celos, envidia y violencia en el cielo pese a prometerte un paraíso perfecto