22 Aug, 2019, 10:36 AM
Algo gracioso para suavizar la tensión:
El panteísmo es la doctrina según la cual todo lo que existe es Dios. Pero, si todo es Dios, ¿cómo se explica la lucha constante de unos seres con otros? ¿Cómo explicar la destrucción de unos a manos de otros?
Por otra parte, si todo es Dios, dicen algunos, todo es lo mismo, y de ahí se precipitan a concluir que todo da igual. Pero, que todo sea Dios, responden otros, no significa que haya que confundirlo todo y renunciar a discernir unas cosas de otras. «No tomes la soga por una serpiente ni la serpiente por una soga», dice Ramiro Calle, al comentar un antiguo relato de la tradición india que habla de un hombre que malinterpretó el mensaje panteísta de su maestro espiritual. De manera que cuando se topó con un elefante que corría hacia él, decidió no quitarse de en medio, a pesar de que el muchacho que conducía al elefante le avisó repetidas veces para que lo hiciera porque el animal se había vuelto loco. Aquel hombre pensó que, si tanto el elefante como él mismo eran Dios, nada malo podía ocurrirle, pues Dios no iba a hacerse daño a sí mismo. Pero finalmente el elefante embistió y el hombre acabó con varias costillas rotas. Cuando unos días después se lamentaba ante el gurú, éste le explicó lo siguiente:
—Vamos a ver, Dios está en ti y en el elefante. Pero también estaba en el muchacho que te avisó para que te apartaras. ¿Por qué no hiciste caso de sus palabras, insensato?
El panteísmo es la doctrina según la cual todo lo que existe es Dios. Pero, si todo es Dios, ¿cómo se explica la lucha constante de unos seres con otros? ¿Cómo explicar la destrucción de unos a manos de otros?
Por otra parte, si todo es Dios, dicen algunos, todo es lo mismo, y de ahí se precipitan a concluir que todo da igual. Pero, que todo sea Dios, responden otros, no significa que haya que confundirlo todo y renunciar a discernir unas cosas de otras. «No tomes la soga por una serpiente ni la serpiente por una soga», dice Ramiro Calle, al comentar un antiguo relato de la tradición india que habla de un hombre que malinterpretó el mensaje panteísta de su maestro espiritual. De manera que cuando se topó con un elefante que corría hacia él, decidió no quitarse de en medio, a pesar de que el muchacho que conducía al elefante le avisó repetidas veces para que lo hiciera porque el animal se había vuelto loco. Aquel hombre pensó que, si tanto el elefante como él mismo eran Dios, nada malo podía ocurrirle, pues Dios no iba a hacerse daño a sí mismo. Pero finalmente el elefante embistió y el hombre acabó con varias costillas rotas. Cuando unos días después se lamentaba ante el gurú, éste le explicó lo siguiente:
—Vamos a ver, Dios está en ti y en el elefante. Pero también estaba en el muchacho que te avisó para que te apartaras. ¿Por qué no hiciste caso de sus palabras, insensato?