25 Aug, 2019, 08:55 AM
1. el Espíritu Santo no estaba muy atento cuando dictaba,
O
2. los autores de la Biblia eran muy humanos y se equivocaban como todo hijo de vecino. Existen errores debidos a las traducciones, copias, etc., pero estos son debidos a la propia ignorancia del que escribía.
En primer lugar es de sobra conocida la discrepancia que hay entre las dos genealogías de Jesús que nos muestran los evangelios de Mateo y Lucas. Por más que los piadosos exégetas han tratado de buscarle una solución, no han sido capaces. Y no digamos nada de la falta de lógica que hay en presentarnos la genealogía por la línea de José, cuando es dogma de fe que él no tuvo absolutamente nada que ver con la concepción de Jesús. Por este ingenuo detalle y por muchos otros se echa de ver algo que se transparenta en todo el Nuevo Testamento, especialmente en el prejuiciado evangelio de Mateo, a saber
el empeño por probar que Jesús era el Mesías del que habían hablado los profetas.
A veces para probarlo fuerza tanto los textos que roza la mentira o la mala fe. Por ejemplo cuando cita a Isaías diciendo: "Una virgen concebirá y dará a luz un niño" (7:14) para aplicárselo a Jesús y a su madre (Mt. 1:23). Todos los escrituristas —católicos, protestantes y judíos— están de acuerdo en decir que la palabra que Isaías usa no es la palabra hebrea que significa virgen, sino la palabra *almah* que significa doncella o jovencita. Además de que todo el texto se aplica a un hecho histórico perfectamente conocido y contemporáneo del profeta y no a un hecho futuro.
La supuesta profecía, decía además que el nombre del niño sería "Emmanuel", cuando la realidad no fue así ya que se llamó Jesús, y solo de vez en cuando y de una manera poética algunos predicadores y autores piadosos le llaman a Jesús "Emmanuel"
A veces la Biblia se cita mal a sí misma, o lo que es lo mismo, los autores de la las escrituras griegas cristianas citan erróneamente pasajes las escrituras hebreo arameas. Por ejemplo Marcos (2:26) nos dice que David entró en el templo en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar y comió los panes de la proposición, cuando la verdad es que lo hizo en tiempos del Sumo Sacerdote Abimelec. Y para probar que esto fue así, hay otro texto de la Biblia (1 Sam. Cap. 21).
En las cartas de los apóstoles vemos a Judas citando como palabra de Dios un texto del libro de Enoc, que según un concilio es un libro apócrifo.
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2. los autores de la Biblia eran muy humanos y se equivocaban como todo hijo de vecino. Existen errores debidos a las traducciones, copias, etc., pero estos son debidos a la propia ignorancia del que escribía.
En primer lugar es de sobra conocida la discrepancia que hay entre las dos genealogías de Jesús que nos muestran los evangelios de Mateo y Lucas. Por más que los piadosos exégetas han tratado de buscarle una solución, no han sido capaces. Y no digamos nada de la falta de lógica que hay en presentarnos la genealogía por la línea de José, cuando es dogma de fe que él no tuvo absolutamente nada que ver con la concepción de Jesús. Por este ingenuo detalle y por muchos otros se echa de ver algo que se transparenta en todo el Nuevo Testamento, especialmente en el prejuiciado evangelio de Mateo, a saber
el empeño por probar que Jesús era el Mesías del que habían hablado los profetas.
A veces para probarlo fuerza tanto los textos que roza la mentira o la mala fe. Por ejemplo cuando cita a Isaías diciendo: "Una virgen concebirá y dará a luz un niño" (7:14) para aplicárselo a Jesús y a su madre (Mt. 1:23). Todos los escrituristas —católicos, protestantes y judíos— están de acuerdo en decir que la palabra que Isaías usa no es la palabra hebrea que significa virgen, sino la palabra *almah* que significa doncella o jovencita. Además de que todo el texto se aplica a un hecho histórico perfectamente conocido y contemporáneo del profeta y no a un hecho futuro.
La supuesta profecía, decía además que el nombre del niño sería "Emmanuel", cuando la realidad no fue así ya que se llamó Jesús, y solo de vez en cuando y de una manera poética algunos predicadores y autores piadosos le llaman a Jesús "Emmanuel"
A veces la Biblia se cita mal a sí misma, o lo que es lo mismo, los autores de la las escrituras griegas cristianas citan erróneamente pasajes las escrituras hebreo arameas. Por ejemplo Marcos (2:26) nos dice que David entró en el templo en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar y comió los panes de la proposición, cuando la verdad es que lo hizo en tiempos del Sumo Sacerdote Abimelec. Y para probar que esto fue así, hay otro texto de la Biblia (1 Sam. Cap. 21).
En las cartas de los apóstoles vemos a Judas citando como palabra de Dios un texto del libro de Enoc, que según un concilio es un libro apócrifo.