12 Sep, 2017, 06:37 PM
(12 Sep, 2017, 08:16 AM)Chicho escribió: Abundo mas en el tema del origen de los reportes, no esta relacionado con ninguna de las bases bíblicas que da el libro Organizados. No son el producto de alguna investigación profunda de la Biblia en la que se encontró el mandato de reportar, su comienzo esta conectado con el inicio de la Watchtower como una empresa vendedora de libros; se les extendía crédito a los diferentes repartidores y los que estaban cerca de la fábrica, venían en persona a saldar sus cuentas y recoger mas libros.
Los distantes hacían lo mismo por correo y cada semana enviaban un reporte de sus ventas con el correspondiente dinero y se les reponía el inventario al recibo del reporte. Si es necesario podemos hablar acerca de cómo se extendió la practica a los publicadores, pero les digo que de Biblico no hay na.
Hola Chico excelente tu aporte.
Estuve investigando tambien sobre el tema y el libro "proclamadores" da algunas referencias a los informes. Estas se remontan desde la epoca de Rusell y como tu dices los informes de aquella epoca son relacionadas con la entrega de material impreso y no con horas de predicación. Fue solo en la presidencia de J. F. Rutherford y su gran reforma para centralizar la organización que empezo solicitarse informes de predicación en 1919.
en la pagina 212 dice lo siguiente:
A partir de 1919, y mediante el director de servicio, se había de informar semanalmente a la Sociedad el tiempo que pasaban en el servicio del campo los que se asociaban con la congregación o clase
y de la epcoca de Rusell en el capitulo 25 y las paginas 556-561 encontre los siguiente:
Para 1881 se repartían gratuitamente impresos de los Estudiantes de la Biblia cerca de las iglesias, no a las puertas de estas, sino en las proximidades, para que las personas con inclinación religiosa los recibieran. Muchos Estudiantes de la Biblia los regalaban a sus conocidos o los enviaban por correo. En 1903 la Watch Tower recomendó que intentaran llegar a toda persona distribuyendo los tratados de casa en casa en vez de concentrarse en los que asistían a las iglesias. No todos siguieron esta sugerencia, pero muchos sí respondieron con verdadero entusiasmo. Se dice, por ejemplo, que en varias ciudades grandes de Estados Unidos, así como en sus alrededores en un radio de 16 kilómetros o más, se visitaron casi todas las casas. Millones de tratados, o folletos, se repartieron de ese modo. En aquel tiempo la mayoría de los Estudiantes de la Biblia que participaban en esparcir las buenas nuevas lo hacían distribuyendo de diferentes maneras y de forma gratuita tratados y otros impresos.
[i][u]La labor de los repartidores fue excepcional. Uno de ellos, que sirvió en la costa occidental de Estados Unidos, informó en 1898 que en los treinta y tres meses anteriores había viajado 12.800 kilómetros en su coche tirado por un caballo, había testificado en 72 pueblos, realizado 18.000 visitas, distribuido 4.500 libros, hecho 125 suscripciones, regalado 40.000 tratados y visto a 40 personas no solo aceptar el mensaje, sino también comenzar a compartirlo con otros. En un espacio de solo dos años y medio un matrimonio de Australia logró dejar 20.000 libros en manos de gente que los aceptó con gusto.
¿Eran estas elevadas cifras la excepción, o la regla? Pues bien, el informe para 1909 muestra que alrededor de seiscientos veinticinco repartidores (el total de los que figuraban en la lista entonces) recibieron de la Sociedad 626.981 libros (un promedio de más de mil por repartidor) para ponerlos en manos del público, además de una gran cantidad de otros impresos para distribuirlos gratuitamente. Como por lo general no podían llevar suficientes libros de casa en casa, los repartidores tomaban los pedidos y regresaban después para hacer las entregas.[/u][/i]
Saludos.