08 May, 2021, 11:35 AM
Por mi parte mía, no tengo familiares testigos de Jehová, hoy en día es una bendición tener esta condición, antes lo consideraba una maldición por la “oposición”. Así que por ese lado no tendría que contar, pero si puedo hacerlo por parte de mi esposa. Mi suegra no nacida dentro de esta secta, la conoció cuando mi esposa tenia unos 3 años.
Para ese entonces, ella estudiaba Artes, es una excelente pintora. Muchos de sus compañeros dejaban en claro que tenía un gran futuro por delante. Aun conserva los premios ganados en aquellas épocas, para mi sorpresa, llego a ganar uno de los premios mas importantes que entrega la ciudad en el ámbito del arte. Si le preguntas a los profesores que aun siguen con vida sobre ella, con gusto te dirán que era de sus mejores estudiantes.
Cuando me llegue a enterar de todo el trayecto que había tenido, no tenía claro el porqué abandono todo eso. Al tener la confianza pude preguntarle, la respuesta me la dio con una sonrisa un poco forzada, al decirme: “conocí a Jehová”.
Sus “padres espirituales” aún están en la misma congregación de ella, un día me disguste tanto con ellos cuando dijeron: “Jehová no necesita artistas, por ello ibas a desperdiciar tu vida en esa carrera que satanás te dio”.
Al momento que ella dejo su carrera profesional, se dedico a pequeños trabajos temporales y a realizar trabajos artesanales, personalmente admiro su trabajo, no es fácil desarrollar la destreza que ella tiene. A pesar de ello, francamente reconoce que le hubiese gustado hacer más cosas, pues tenía muchas cosas aun por dar.
Hoy medito en los miles de casos que han vivido lo mismo que ella. Sueños frustrados, metas olvidadas, imposición de pensamientos, solo una secta puede lograr eso y decir que todo lo hacen por el bien del “reino”
Para ese entonces, ella estudiaba Artes, es una excelente pintora. Muchos de sus compañeros dejaban en claro que tenía un gran futuro por delante. Aun conserva los premios ganados en aquellas épocas, para mi sorpresa, llego a ganar uno de los premios mas importantes que entrega la ciudad en el ámbito del arte. Si le preguntas a los profesores que aun siguen con vida sobre ella, con gusto te dirán que era de sus mejores estudiantes.
Cuando me llegue a enterar de todo el trayecto que había tenido, no tenía claro el porqué abandono todo eso. Al tener la confianza pude preguntarle, la respuesta me la dio con una sonrisa un poco forzada, al decirme: “conocí a Jehová”.
Sus “padres espirituales” aún están en la misma congregación de ella, un día me disguste tanto con ellos cuando dijeron: “Jehová no necesita artistas, por ello ibas a desperdiciar tu vida en esa carrera que satanás te dio”.
Al momento que ella dejo su carrera profesional, se dedico a pequeños trabajos temporales y a realizar trabajos artesanales, personalmente admiro su trabajo, no es fácil desarrollar la destreza que ella tiene. A pesar de ello, francamente reconoce que le hubiese gustado hacer más cosas, pues tenía muchas cosas aun por dar.
Hoy medito en los miles de casos que han vivido lo mismo que ella. Sueños frustrados, metas olvidadas, imposición de pensamientos, solo una secta puede lograr eso y decir que todo lo hacen por el bien del “reino”