27 May, 2021, 09:35 AM
¿Alguna vez sentiste que las imágenes de la atalaya están fuera de tu realidad? ¿sentiste que las experiencias relatadas no corresponden al lugar dónde vives? ¿sentiste que los consejos de las revistas no eran para ti? No me sorprende que así sea, más de una vez los hermanos me señalaron la desconexión de Brooklyn del mundo real, sobre todo del tercer mundo.
Así que, ¿Qué tal si hablamos lo que realmente implica ser testigo de Jehová en el tercer mundo? ¿Qué tal si mostramos las diferencias entre ser miembro en Estados Unidos y en Latinoamérica? ¿Y si mostramos que seguir el programa de actividades de la secta no es fácil en nuestro mundo? ¿Cómo vives o viviste ser testigo de Jehová en tu comunidad?
Uno de los problemas principales en el área en donde crecí, cuando las reuniones eran presenciales, fue la inseguridad… andar por la calle es peligroso después de que empieza a oscurecer, y nuestras reuniones entre semana terminaban a las 9 pm; con la venta de salones del reino los hermanos que llegaron venían de zonas más lejanas de la comunidad, y generalmente se regresaban caminando, como casi toda la congregación aplicaba la de buscar primero el reino entonces casi nadie tenía un buen empleo o negocio que le permitiera tener vehículo, los hermanos que tenían era raro que le dieran un aventón a algún otro hermano, así que la mayoría se regresaba por su cuenta.
Siento que era difícil sobre todo para las hermanas viudas de mediana edad regresar solas caminando a su casa, cierto, ellas lo hacían de corazón, pero no puedo menos que sentirme nostálgico, porque iban a las reuniones a llenar el vacío de sus vidas, pero terminando la reunión nadie se preocupaba por ellas, fuera del salón nadie veía por ellas. Esas imágenes y experiencia que vemos en la atalaya de un montón de hermanos ayudando a las viudas a pintar su casa, reparar la tubería, acompañándolas por la despensa… sencillamente nada de eso se daba aquí.
La inseguridad también se reflejaba en los asaltos durante el servicio, de vez en cuando sabíamos de alguna pareja de hermanos que fue asaltada al quedarse atrás tocando una puerta o por ir a hacer una revisita, lo peor es que en vez de ver las cosas con objetividad, los demás decían que eso les pasaba por separarse del grupo.
El no perderse las reuniones también es difícil para muchos hermanos, y es que, sobre todo en el caso de los varones, se espera que lleguen no solo a la reunión, sino por lo menos 20 o 30 minutos antes, si no es así es difícil que sean tomados en cuenta para siervo ministerial o anciano. Los principales afectados por estas imposiciones son los hermanos que trabajan en oficina, dado que quienes más o menos estudiaron a veces viven en localidades donde no pueden ejercer su carrera, así que deben desplazarse varios kilómetros para ir a trabajar a los corporativos, el tráfico de regreso es un caos, y no es raro que te agarre la lluvia en el camino o que el tren del metro sufra un percance y no alcances a llegar a la reunión. Por lo cual esas imágenes de la atalaya de hermanos llegando felices media hora antes en su auto, después de haber pasado por una viejita para llevarla al salón no es más que irreal en nuestro mundo… es más aquí los salones del reino casi nunca tienen estacionamiento, los autos deben ser dejados en la calle…¿y qué pasa? claro, víctimas del vandalismo y robo de autopartes…
Podría hablar todo el día sobre esto, pero sobre todo me gustaría saber tu opinión, ¿a qué dificultades crees que se enfrentan los miembros de la secta en el mundo real y que pareciera que ignoran los viejitos de Warwick? Puede ser sobre distancias, inseguridad, tiempo, recursos… lo que tú recuerdes.
Así que, ¿Qué tal si hablamos lo que realmente implica ser testigo de Jehová en el tercer mundo? ¿Qué tal si mostramos las diferencias entre ser miembro en Estados Unidos y en Latinoamérica? ¿Y si mostramos que seguir el programa de actividades de la secta no es fácil en nuestro mundo? ¿Cómo vives o viviste ser testigo de Jehová en tu comunidad?
Uno de los problemas principales en el área en donde crecí, cuando las reuniones eran presenciales, fue la inseguridad… andar por la calle es peligroso después de que empieza a oscurecer, y nuestras reuniones entre semana terminaban a las 9 pm; con la venta de salones del reino los hermanos que llegaron venían de zonas más lejanas de la comunidad, y generalmente se regresaban caminando, como casi toda la congregación aplicaba la de buscar primero el reino entonces casi nadie tenía un buen empleo o negocio que le permitiera tener vehículo, los hermanos que tenían era raro que le dieran un aventón a algún otro hermano, así que la mayoría se regresaba por su cuenta.
Siento que era difícil sobre todo para las hermanas viudas de mediana edad regresar solas caminando a su casa, cierto, ellas lo hacían de corazón, pero no puedo menos que sentirme nostálgico, porque iban a las reuniones a llenar el vacío de sus vidas, pero terminando la reunión nadie se preocupaba por ellas, fuera del salón nadie veía por ellas. Esas imágenes y experiencia que vemos en la atalaya de un montón de hermanos ayudando a las viudas a pintar su casa, reparar la tubería, acompañándolas por la despensa… sencillamente nada de eso se daba aquí.
La inseguridad también se reflejaba en los asaltos durante el servicio, de vez en cuando sabíamos de alguna pareja de hermanos que fue asaltada al quedarse atrás tocando una puerta o por ir a hacer una revisita, lo peor es que en vez de ver las cosas con objetividad, los demás decían que eso les pasaba por separarse del grupo.
El no perderse las reuniones también es difícil para muchos hermanos, y es que, sobre todo en el caso de los varones, se espera que lleguen no solo a la reunión, sino por lo menos 20 o 30 minutos antes, si no es así es difícil que sean tomados en cuenta para siervo ministerial o anciano. Los principales afectados por estas imposiciones son los hermanos que trabajan en oficina, dado que quienes más o menos estudiaron a veces viven en localidades donde no pueden ejercer su carrera, así que deben desplazarse varios kilómetros para ir a trabajar a los corporativos, el tráfico de regreso es un caos, y no es raro que te agarre la lluvia en el camino o que el tren del metro sufra un percance y no alcances a llegar a la reunión. Por lo cual esas imágenes de la atalaya de hermanos llegando felices media hora antes en su auto, después de haber pasado por una viejita para llevarla al salón no es más que irreal en nuestro mundo… es más aquí los salones del reino casi nunca tienen estacionamiento, los autos deben ser dejados en la calle…¿y qué pasa? claro, víctimas del vandalismo y robo de autopartes…
Podría hablar todo el día sobre esto, pero sobre todo me gustaría saber tu opinión, ¿a qué dificultades crees que se enfrentan los miembros de la secta en el mundo real y que pareciera que ignoran los viejitos de Warwick? Puede ser sobre distancias, inseguridad, tiempo, recursos… lo que tú recuerdes.
