[Réquiem]

Una vez llegaron unos hermanitos de USA. La reunión de servicio se extendió casi 40 minutos extra porque las entrevistas a los hermanos gringos se extendieron más de lo normal (les quitaron los lugares a los hermanos que ya tenían pre-asignadas las entrevistas para esa semana, sin previo aviso). Los ancianos mostraban una sonrisa de par a par (cuando lo normal es que estuvieran serios) y al final de la reunión, los gringos disfrutaron de tomarnos fotos como si fuésemos algún espécimen de animal exótico, prometiendo enviarnos las fotografías a nuestros correos electrónicos (nunca llegaron). Luego de la reunión les llevaron a alguna especie de convivio fiestero.  Era obvio que para esas personas el tercermundo era un espectáculo digno de fotografiar. Fotos por ahí donde el salón del reino tenía averías. Fotos en los lodazales en la predicación, fotos con los hermanos de piel canela, fotos con la pobreza de fondo en la que viven los precursores abnegados. Claro, para ellos una aventura total (no dieron ayuda económica a nadie, como era de esperarse y no mantuvieron ningún tipo de relación amistosa con ninguno de los hermanos que los atendieron cuando estuvieron acá). Eran turistas en un mundo exótico que solo existe dentro de los anuarios africanos. Seguramente tuvieron mucho que contar en la comodidad de sus casas en estados unidos, con el refrescante sabor del Whiskey de Morris en sus paladares, mientras recordaban toda la miseria con la que fueron participes y que gracias a Jehová les ayudó a reflexionar en lo afortunados que son.