[JoseFidencioR]

No soy dogmático, pero tengo entendido que la sucursal NO SE HACE CARGO DE LOS ANCIANOS(tercera edad, no me refiero a los pastores)...

hasta donde se, ciertamente existen casas de retiro (MUY POCAS!!!) dirigidas por comunidades para las personas de tercera edad, pero dinero en efectivo no sale de la sucursal. Quizás me equivoco pero al momento es la información que tengo.

Ahora, si bien existen muchos ancianos en situación de calle, es porque ellos prefieren vivir ahí, que acudir a un albergue (temporal o permanente) para ancianos (asilos). Es curioso y no se si por dignidad(?!) u orgullo no lo hagan. No son lo mejor del mundo, pero existen suficientes vacantes aun en los paises mas pobres. Se pueden cambiar de religión entonces sin restricciones.

Aunado a el cambio de estancia, en muchos paises existen las pensiones universales. SON MINIMAS, y en general no cubren una vida digna, solo para los alimentos básicos, sin medicamento ni vivienda. No hay mucho que repartir cuando hay tantos en situación adversa.

Visto lo anterior, es mas una situación de comodidad que de entereza ética.

Ahora, en que mejoraría su vida? no lo se.

Recuerdo que muchos años atrás(lo publique en el foro de los Fuentes) , pase un año de pobreza extrema en la que poco(o nada) había para comer. En mi trabajo no recibía salario por problemas insalvables y a base de ingenio lograba cumplir para el trabajo y algo llevar a la mesa. Me vi impelido a rogar ayuda a mi madre y como condición implícita me forzó moralmente (no de palabra) a ir a sus reuniones (aunque nunca a predicar). Y ahí estaba el ateo de Fidencio mordiéndose los labios para complacer a su madre contra la religión que odiaba por estar "reciente" (nunca es suficiente lejana) la muerte de mi padre por culpa de las políticas de sangre de la secta.

Como dijo el lazarillo de Tormes:

Y súbese por la calle arriba con tan gentil semblante y continente, que quien no le conociera pensara ser muy cercano pariente al conde de Arcos, o, al menos, camarero que le daba de vestir.

«¡Bendito seáis Vos, Señor -quedé yo diciendo- que dais la enfermedad y ponéis el remedio! ¿Quién encontrará a aquel mi señor que no piense, según el contento de sí lleva, haber anoche bien cenado y dormido en buena cama, y, aunque agora es de mañana, no le cuenten por muy bien almorzado? ¡Grandes secretos son, Señor, los que vos hacéis y las gentes ignoran! ¿A quién no engañará aquella buena disposición y razonable capa y sayo? ¿Y quién pensará que aquel gentil hombre se pasó ayer todo el día sin comer con aquel mendrugo de pan que su criado Lázaro trajo un día y una noche en el arca de su seno, do no se le podía pegar mucha limpieza, y hoy, lavándose las manos y cara, a falta de paño de manos, se hacía servir de la halda del sayo? Nadie por cierto lo sospechará. ¡Oh Señor, y cuántos de aquéstos debéis Vos tener por el mundo derramados, que padecen por la negra que llaman honra, lo que por Vos no sufrirán!»

https://www.cervantesvirtual.com/obra-vi....html#I_6_