05 May, 2022, 05:38 PM
Culto a la personalidad, otro de los pecados capitales de la SW, que vimos, vemos y veremos en las congregaciones de los TJ, en las personas del SC y los coordinadores en su mayoría.
Como olvidar previo a la semana de visita del SC, y en la semana misma, las atenciones otorgadas primeramente por los ancianos y luego por los publicadores a los vividores, perdón, servidores de los publicadores.
Recuerdo como un coordinador y su incondicional coanciano, previo a la semana de la visita, se desvivieron por atender a un viajante y a su esposa, llevandolos a comer a uno de los mejores restaurantes de estos rumbos, organizando una reunión social para el fin de semana en la que sin previo aviso, llegaron el coordinador y su lacayo junto con el SC y su esposa, quienes fueron atendidos como si de celebridades se tratarán.
Luego, de alguna manera, se infiltraron a una boda a la que no estaban invitados.
Y durante la semana de la visita, el viajante y su esposa eran tratados como seres de otros mundos a los cuales con tan sólo tocarlos o recibir una mirada nos transportaba a otras dimensiones.
Y que decir de los coordinadores, a quienes al igual que los viajantes, les gusta ocupar el lugar más destacado en las cenas y los asientos del frente en las sinagogas, y que los estén saludando en las plazas de mercado y los llamen rabí.
Que a pesar de su despotismo, logran imponer su autoridad, y no hay más palabra que la del coordinador.
Es que el coordinador dijo, te habla el coordinador, te presento al coordinador de la congregación.
Y cuando los presentan a otros ancianos, una típica pregunta, ¿es ud también coordinador?
Y pensar que fui uno de ellos.
Como olvidar previo a la semana de visita del SC, y en la semana misma, las atenciones otorgadas primeramente por los ancianos y luego por los publicadores a los vividores, perdón, servidores de los publicadores.
Recuerdo como un coordinador y su incondicional coanciano, previo a la semana de la visita, se desvivieron por atender a un viajante y a su esposa, llevandolos a comer a uno de los mejores restaurantes de estos rumbos, organizando una reunión social para el fin de semana en la que sin previo aviso, llegaron el coordinador y su lacayo junto con el SC y su esposa, quienes fueron atendidos como si de celebridades se tratarán.
Luego, de alguna manera, se infiltraron a una boda a la que no estaban invitados.
Y durante la semana de la visita, el viajante y su esposa eran tratados como seres de otros mundos a los cuales con tan sólo tocarlos o recibir una mirada nos transportaba a otras dimensiones.
Y que decir de los coordinadores, a quienes al igual que los viajantes, les gusta ocupar el lugar más destacado en las cenas y los asientos del frente en las sinagogas, y que los estén saludando en las plazas de mercado y los llamen rabí.
Que a pesar de su despotismo, logran imponer su autoridad, y no hay más palabra que la del coordinador.
Es que el coordinador dijo, te habla el coordinador, te presento al coordinador de la congregación.
Y cuando los presentan a otros ancianos, una típica pregunta, ¿es ud también coordinador?
Y pensar que fui uno de ellos.
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