15 May, 2024, 09:00 AM
Son varias las cuestiones a comentar.
En primer lugar, me alegro que tu esposa haya salido bien de la intervención quirúrgica y que después hayáis tenido el apoyo de la congregación para llevarla y traerla a sus curas.
Dices que el siervo de grupo, SM y PR, “pidió ayuda a los hermanos de la congregación que tienen vehículo y los medios para hacerlo a qué lleven a mi esposa a las curaciones”. Aquí discrepo tanto de la forma como del fondo del asunto.
Antes de nada, comentar que en España, somos privilegiados, si nos comparamos con vosotros, dado que la cobertura sanitaria es universal, lo que quiere decir es que tenemos “todo” pagado por el Estado: consultas médicas, intervenciones quirúrgicas, estancias hospitalarias, seguimiento post-intervención y hasta la medicación, dependiendo de los recurso es gratis o pagas algo simbólico. Sólo queda fuera de cobertura sanitaria los arreglos dentales, prótesis auditivas y visuales y alguna cosilla más. Pero lo “gordo” está cubierto por la Sanidad pública.
¿Es obligación de los hermanos llevar a las personas para aquí y para allí? No, no lo es. ¿Se debe pedir o inducir a los hermanos a hacer dichos actos de bondad desde la plataforma o desde otros foros, de manera “oficial”? Tampoco se debe pedir.
Siempre me ha parecido eso un abuso. Yo siempre he predicado que para esos casos, debe haber una prelación en cuanto a personas a prestar ayuda. Primero, se debe recurrir a la propia persona, a sus bienes, a sus ahorros. He visto infinidad de casos que los hermanos han llevado en su vehículo (hasta para ir a la reunión) a hermanos, cuando esos hermanos tienen dinero más que suficiente para coger un taxi, por ejemplo. Tener dinero para un taxi y “tirar” de hermanos, me parece de una caradura espectacular. Pero se sigue dando al día de hoy. Eso no ha cambiado. Y contra esos getas me rebelo. En segundo lugar, está la familia cercana. Si no hay, después la familia más lejana. Si tampoco hay, utilizar los recursos sociales que ofrece el Estado y el últimísimo lugar y si quieren, dado que no es su obligación, los amigos y conocidos, entre los que incluyo en este último grupo a los TJ de a pie.
Esa forma de dar, me refiero a los hermanos de la congregación, pertenece a la esfera particular, personal, a lo que cada uno puede o quiere dar, pero a título individual y a instancia propia, del interesado, no a instancia de terceros, ancianos y SM.
Por tanto, soy de la opinión de que, ni debe pedirse a los hermanos dichos actos de bondad ni los hermanos, por el mero hecho de serlo, están obligados a hacerlos. Hacer lo contrario, se llama “abuso de poder”, opino.
Con respecto a la contradicción de la Organización de pedir que seamos unos indigentes, sin estudios ni recursos y por otro lado que se nos pida que auxiliemos al necesitado con dinero, etc… completamente de acuerdo contigo. Es un sin sentido.
Y sí, también estoy de acuerdo contigo en que esto es “una secta destructiva, tóxica y que comete violencia económica contra sus miembros”. Yo lo llamo “terrorismo psicológico”.
Respecto a si hemos vivido situaciones similares, decirte que en la época en la que fui anciano viví situaciones de personas que comenzaban a estudiar la Biblia con los TJ porque sabían que a los que tenían pocos recursos y pertenecían a la congregación se les ayudada económicamente, bien con alimentos, bien con dinero, alimentos y dinero que salía de los bolsillos particulares de los TJ de a pie nunca de la Organización.
Como anciano siempre desanimé a los hermanos a que practicaran ese tipo de dar. El resultado fue que todos aquellos que se acercaban a la congregación con ese propósito, a los pocos meses, al ver frustradas sus expectativas y que no recibían lo que esperaban, se iban espantados. No recuerdo ninguno de esos que al día de hoy continúe con los TJ. Luego, el tiempo siempre me dio la razón en ese sentido.
Claro, esto que relato, hay que contextualizarlo mucho muchísimo pues la situación de España, en cuanto a las ayudas sociales y protección a los desfavorecidos, dista un mundo a lo que habéis vivido y vivís ahí en América (a excepción de Canadá).
Quinto Mucio Escévola
En primer lugar, me alegro que tu esposa haya salido bien de la intervención quirúrgica y que después hayáis tenido el apoyo de la congregación para llevarla y traerla a sus curas.
Dices que el siervo de grupo, SM y PR, “pidió ayuda a los hermanos de la congregación que tienen vehículo y los medios para hacerlo a qué lleven a mi esposa a las curaciones”. Aquí discrepo tanto de la forma como del fondo del asunto.
Antes de nada, comentar que en España, somos privilegiados, si nos comparamos con vosotros, dado que la cobertura sanitaria es universal, lo que quiere decir es que tenemos “todo” pagado por el Estado: consultas médicas, intervenciones quirúrgicas, estancias hospitalarias, seguimiento post-intervención y hasta la medicación, dependiendo de los recurso es gratis o pagas algo simbólico. Sólo queda fuera de cobertura sanitaria los arreglos dentales, prótesis auditivas y visuales y alguna cosilla más. Pero lo “gordo” está cubierto por la Sanidad pública.
¿Es obligación de los hermanos llevar a las personas para aquí y para allí? No, no lo es. ¿Se debe pedir o inducir a los hermanos a hacer dichos actos de bondad desde la plataforma o desde otros foros, de manera “oficial”? Tampoco se debe pedir.
Siempre me ha parecido eso un abuso. Yo siempre he predicado que para esos casos, debe haber una prelación en cuanto a personas a prestar ayuda. Primero, se debe recurrir a la propia persona, a sus bienes, a sus ahorros. He visto infinidad de casos que los hermanos han llevado en su vehículo (hasta para ir a la reunión) a hermanos, cuando esos hermanos tienen dinero más que suficiente para coger un taxi, por ejemplo. Tener dinero para un taxi y “tirar” de hermanos, me parece de una caradura espectacular. Pero se sigue dando al día de hoy. Eso no ha cambiado. Y contra esos getas me rebelo. En segundo lugar, está la familia cercana. Si no hay, después la familia más lejana. Si tampoco hay, utilizar los recursos sociales que ofrece el Estado y el últimísimo lugar y si quieren, dado que no es su obligación, los amigos y conocidos, entre los que incluyo en este último grupo a los TJ de a pie.
Esa forma de dar, me refiero a los hermanos de la congregación, pertenece a la esfera particular, personal, a lo que cada uno puede o quiere dar, pero a título individual y a instancia propia, del interesado, no a instancia de terceros, ancianos y SM.
Por tanto, soy de la opinión de que, ni debe pedirse a los hermanos dichos actos de bondad ni los hermanos, por el mero hecho de serlo, están obligados a hacerlos. Hacer lo contrario, se llama “abuso de poder”, opino.
Con respecto a la contradicción de la Organización de pedir que seamos unos indigentes, sin estudios ni recursos y por otro lado que se nos pida que auxiliemos al necesitado con dinero, etc… completamente de acuerdo contigo. Es un sin sentido.
Y sí, también estoy de acuerdo contigo en que esto es “una secta destructiva, tóxica y que comete violencia económica contra sus miembros”. Yo lo llamo “terrorismo psicológico”.
Respecto a si hemos vivido situaciones similares, decirte que en la época en la que fui anciano viví situaciones de personas que comenzaban a estudiar la Biblia con los TJ porque sabían que a los que tenían pocos recursos y pertenecían a la congregación se les ayudada económicamente, bien con alimentos, bien con dinero, alimentos y dinero que salía de los bolsillos particulares de los TJ de a pie nunca de la Organización.
Como anciano siempre desanimé a los hermanos a que practicaran ese tipo de dar. El resultado fue que todos aquellos que se acercaban a la congregación con ese propósito, a los pocos meses, al ver frustradas sus expectativas y que no recibían lo que esperaban, se iban espantados. No recuerdo ninguno de esos que al día de hoy continúe con los TJ. Luego, el tiempo siempre me dio la razón en ese sentido.
Claro, esto que relato, hay que contextualizarlo mucho muchísimo pues la situación de España, en cuanto a las ayudas sociales y protección a los desfavorecidos, dista un mundo a lo que habéis vivido y vivís ahí en América (a excepción de Canadá).
Quinto Mucio Escévola
"Explicaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias y lo que puede ser afirmado sin pruebas, puede ser rechazado sin pruebas" (Christopher Eric Hitchens)