16 May, 2024, 02:00 AM
Estimado Catalán:
Al leer tus explicaciones sobre cómo y por qué actuasteis de esa forma… conforme iba avanzando en la lectura de tu entrada, me iba sintiendo más y más incómodo, molesto, conmigo mismo. ¡No sabes cómo lamento que, quizás, hayas malinterpretado mis palabras! Jamás, detrás de ellas, iba un ataque ni a tu persona ni a tu esposa. Nunca más lejos de eso. Jamás, detrás de ellas, estaba la finalidad de incomodarte. Jamás. Te aprecio y respeto demasiado como para utilizar este foro para ese fin.
Simplemente, al hilo de lo que relatabas, hice un intento de plasmar mi visión sobre la cosa esa de ayudar al prójimo, a los hermanos, no cuando eso se hace de manera expontanea, natural, a instancia de parte, sino cuando se institucionaliza, cuando se inocula en los hermanos el concepto: “los hermanos, por el mero hecho de serlo, están “obligados” a hacer esto o aquello a favor de sus hermanos”.
Lo anterior tiene tantos matices que… no sé, en el fondo me recuerda aquello que tantas veces hemos escuchado en las reuniones -al hilo de unas palabras de la Biblia-: no hacer tropezar a otros. A ese concepto, no hacer tropezar a otros, la Organización la dado tantas veces la vuelta… y casi siempre que las escuchaba (por cierto, hace tiempo que no la escucho), me taladraban la cabeza y hacían que me preguntara: ¿por qué son siempre los mismos los que tienen que ceder –ceder en derechos en pos de la paz de la congregación es otra fuente, diferente, de dar-? ¿Por qué esos “débiles” no maduran de una puñetera vez para que otros “más fuertes” no tengan que, siempre, estar cediendo en sus derechos en aras a “no hacerles pupita” a esos inmaduros –yo les llamo plañideras-? ¿Por qué los ancianos no dedican un poco de su tiemplo a ayudar a fortalecer a esos débiles para que el resto de miembros de la congregación no tengan que ceder una y otra vez y por ende, ver lesionados sus derechos, que, por cierto, son los mismos y tienen el mismo peso que los de los débiles?
En fin, que me enrollo. Repito, Catalán, mi apoyo y mis disculpas.
Quinto Mucio Escévola
Al leer tus explicaciones sobre cómo y por qué actuasteis de esa forma… conforme iba avanzando en la lectura de tu entrada, me iba sintiendo más y más incómodo, molesto, conmigo mismo. ¡No sabes cómo lamento que, quizás, hayas malinterpretado mis palabras! Jamás, detrás de ellas, iba un ataque ni a tu persona ni a tu esposa. Nunca más lejos de eso. Jamás, detrás de ellas, estaba la finalidad de incomodarte. Jamás. Te aprecio y respeto demasiado como para utilizar este foro para ese fin.
Simplemente, al hilo de lo que relatabas, hice un intento de plasmar mi visión sobre la cosa esa de ayudar al prójimo, a los hermanos, no cuando eso se hace de manera expontanea, natural, a instancia de parte, sino cuando se institucionaliza, cuando se inocula en los hermanos el concepto: “los hermanos, por el mero hecho de serlo, están “obligados” a hacer esto o aquello a favor de sus hermanos”.
Lo anterior tiene tantos matices que… no sé, en el fondo me recuerda aquello que tantas veces hemos escuchado en las reuniones -al hilo de unas palabras de la Biblia-: no hacer tropezar a otros. A ese concepto, no hacer tropezar a otros, la Organización la dado tantas veces la vuelta… y casi siempre que las escuchaba (por cierto, hace tiempo que no la escucho), me taladraban la cabeza y hacían que me preguntara: ¿por qué son siempre los mismos los que tienen que ceder –ceder en derechos en pos de la paz de la congregación es otra fuente, diferente, de dar-? ¿Por qué esos “débiles” no maduran de una puñetera vez para que otros “más fuertes” no tengan que, siempre, estar cediendo en sus derechos en aras a “no hacerles pupita” a esos inmaduros –yo les llamo plañideras-? ¿Por qué los ancianos no dedican un poco de su tiemplo a ayudar a fortalecer a esos débiles para que el resto de miembros de la congregación no tengan que ceder una y otra vez y por ende, ver lesionados sus derechos, que, por cierto, son los mismos y tienen el mismo peso que los de los débiles?
En fin, que me enrollo. Repito, Catalán, mi apoyo y mis disculpas.
Quinto Mucio Escévola
"Explicaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias y lo que puede ser afirmado sin pruebas, puede ser rechazado sin pruebas" (Christopher Eric Hitchens)