28 Aug, 2024, 09:48 AM
La Biblia está llena de contradicciones.
Y sí, se puede ser misógino (decir que la mujer se quede callada y no enseñe es un claro ejemplo de ello) y a la vez decir que pueden ser siervas ministeriales porque su función básicamente era la de asistir a las personas en algún quehacer o necesidad de las miembros de esa congregación, básicamente cuidar o alimentar a otros, distribuir dinero entre los pobres, etc. (que este era el verdadero cometido del cristianismo primitivo, y no lo que la WT [u otras sectas o religiones que se digan cristianas] quiere vender ahora como cristianismo).
Y sí, se puede ser misógino (decir que la mujer se quede callada y no enseñe es un claro ejemplo de ello) y a la vez decir que pueden ser siervas ministeriales porque su función básicamente era la de asistir a las personas en algún quehacer o necesidad de las miembros de esa congregación, básicamente cuidar o alimentar a otros, distribuir dinero entre los pobres, etc. (que este era el verdadero cometido del cristianismo primitivo, y no lo que la WT [u otras sectas o religiones que se digan cristianas] quiere vender ahora como cristianismo).
(28 Aug, 2024, 09:04 AM)Nathan Knorr escribió:(28 Aug, 2024, 05:29 AM)elohim2002 escribió: Independientemente de la autoría de algunas cartas atribuidas a Pablo, es evidente que este señor fue producto de su época, y en su época la mujer era considerada menos que nada. Es decir, sí el "Pablo" del Nuevo Testamento era misógino, eso es innegable.
Pero también es innegable, por mucho que la WT no lo quiera ver, que en el siglo I algunas mujeres TENÍAN PUESTOS DE RESPONSABILIDAD EN LA CONGREGACIÓN.
Romanos 16:1: Les recomiendo* a Febe nuestra hermana, que es ministra* de la congregación que está en Cencreas
Las notas de la TNM dicen:
* O: presento
* O: “sierva”. Gr.: di·á·ko·non; lat.: in mi·ni·sté·ri·o; J18(heb.): mescha·ráth, “ministra”.
Más claro, agua. Y para más abundamiento, existe una fuente seglar externa (es decir, no bíblica) que confirma que en los primeros años del cristianismo las mujeres podían ser "ministras" o "diaconisas" (lo que en la jerga testiguil, en un nuevo afán por diferenciarse de cualquier rasgo de cristianismo genuino, han decidido llamar siervos ministeriales):
Afirmaron, sin embargo, que toda su culpa o error era que tenían la costumbre de reunirse en un cierto día fijo antes de que amaneciera, y de cantar en versos alternos un himno a Cristo como a un dios, y de atarse a sí mismos por un juramento solemne, no a las malas acciones, pero nunca cometer ningún fraude, robo, o adulterio, para nunca falsificar su palabra, ni para negar una prenda cuando fueron llamados a entregarla.
Después de esto, tenían la costumbre de separarse y luego reunirse para participar de la comida, pero comida ordinaria e inocente. Incluso esta práctica, sin embargo, la habían abandonado después de la publicación de mi edicto, por el cual, según sus órdenes, había prohibido las asociaciones políticas.
Por tanto, pensé que era más necesario extraer la verdad real, con la ayuda de la tortura de dos esclavas, a las que llamaban diaconisas: pero no pude descubrir nada más que una superstición depravada y excesiva. Por tanto, he aplazado el procedimiento y me apresuré a consultarle
Cartas de Plinio el joven (X, p.96)
¿Por qué la WT no nombra a mujeres como siervas ministeriales?
Pues porque son más misóginos que el "Pablo" neotestamentario.
No hay más.
Para concluir, os recomiendo a quien esté interesado en el tema del cristianismo y mujer, un libro muy esclarecedor: Jesús y las mujeres del profesor Antonio Piñero (2014).
Buen comentario bien investigado pero contradictorio. ¿Un misógino proponiendo mujeres para cargos eclesiásticos? Vaya...
Ahora, sí es importante distinguir al Pablo real, del Pablo pseudoepigráfico autor de las pastorales quien hace comentarios verdaderamente misóginos, mientras que el Pablo real, como bien señalas es producto de su tiempo y costumbres. Si un hombre de hace unas décadas nos viera cocinando a nuestra esposa nos llamaría "mariquitas" por estar fuera de su contexto histórico y cultural. Por tal motivo, estoy en desacuerdo en llamar a Pablo propiamente misógino. Sí queremos llamarlo así, entonces cualquier varón del siglo I sería misógino sin excepción, al evaluarlo a la luz de nuestro tiempo y costumbres.
Marcos 7:7-8: De nada sirve que me estén adorando, porque enseñan doctrinas que son mandatos de hombres’. Ustedes dejan de lado los mandamientos de Dios y se aferran a las tradiciones de los hombres”.