[Réquiem]

Antiguamente en el foro de los Fuentes, las guerras eran sobre dogmas: si el arcángel Miguel es Jesús, si el infierno era literal o si el Armagedón venía con o sin pausa café.

Hoy, en cambio, los campos de batalla están en los tribunales y los tratados de derechos humanos. Ya nadie discute si el Espíritu Santo es fuerza activa o wifi celestial; ahora el tema es quién paga la factura cuando los gobiernos dejan de financiar la “obra del reino”.

Suecia, ese país que antes solo salía en las revistas del Atalaya por tener buenos traductores de himnarios, ahora se convirtió en el nuevo enemigo doctrinal. “La Bestia Nórdica” se atrevió a leer la letra pequeña de la ley y, oh sorpresa, descubrió que excluir gente y discriminar por amor (literalmente) no suena muy democrático.

Lo curioso es ver cómo los mismos que predicaban “no somos parte del mundo” ahora redactan apelaciones legales con más entusiasmo que el libro de Apocalipsis.
¿Quién necesita profetas cuando tienes abogados especializados en libertad religiosa?

Mientras tanto, en el foro, los exmiembros analizan leyes, fallos y precedentes judiciales con una pasión que ni los apóstoles tenían por escribir epístolas. Los tiempos cambian: antes la luz nueva venía del Cuerpo Gobernante, ahora del Boletín Oficial de Suecia.

Si Lutero clavó sus tesis en una puerta, la JWOrg ahora las recibe por correo certificado con acuse de recibo.